La película del 'Renaissance World Tour' de Beyoncé está teniendo mejor preventa que 'Avatar: El sentido del agua'

La única nominación a los premios Razzie que consiguió 'The Fighting Temptations' fue en la categoría de Peor actor del año para un Cuba Gooding Jr. que, en ese mismo año, había hecho también el ridículo con 'Me llaman Radio' y, sobre todo, la lamentable 'Boat Trip'. Claro que la estatuilla se la terminó llevando Ben Affleck por, atención, 'Daredevil', 'Paychek' y 'Una relación peligrosa'. Imbatible. Sin embargo, siendo honestos, no habría sido ninguna sorpresa que Beyoncé le hubiera acompañado en este dudoso honor siendo candidata a Peor actriz. Y es que, al igual que el resto de elementos de la película, su interpretación está falta de toda vida, energía o algo parecido a pasión. ¿Alguna buena noticia? La banda sonora, repleta de estupendas canciones de gospel, hip hip y soul. Zona de confort para Knowles.

Nominada a ocho premios Oscar, 'Dreamgirls' narraba con elegancia, exuberancia y cierto talento el ascenso a la fama de un trío vocal femenino de R&B, las Dreamettes, formado por Deena Jones, fantástica Beyoncé, Effie White, excelente Jennifer Hudson, y Lorrell Robinson, estupenda Anika Noni Rose. Su carrera, empujada al estrellato tras participar en un concurso de talentos donde son descubiertas por el representante Curtis Taylor, Jr. (Jamie Foxx), que les ofrece trabajar junto a James Early (brillante y desatado Eddie Murphy), un cantante con gran popularidad en aquellos años, finales de los 60 y comienzos de los 70, terminará convertida en un cúmulo de problemas y conflictos internos. Menudo giro inesperado.

En cualquier caso, hablamos de una película que pese a caer en multitud de tópicos y lugares comunes del género, consigue dejar fluir con acierto todas sus influencias (evidentes), la imagen y estética de grupos como las Supremes o la visión comercial de una compañía discográfica como la Motown, entre otras, sin que molesten demasiado. Y por encima de todo, cuenta con tres voces impecables capaces de hacer auténticas maravillas, protagonizando números musicales de un poder y una fuerza envidiables. Con diferencia, la mejor película en la que ha participado Beyoncé hasta la fecha.

De acuerdo, fuimos muy pocos aquellos espectadores que disfrutamos a carcajada limpia con 'La pantera rosa', continuación de las aventuras del inolvidable inspector Clouseau, interpretado en esta ocasión por un divertidísimo Steve Martin, pero seguimos siendo fuertes. Y eso que la misión es complicada ya que, para ser honestos, estamos ante una comedia vulgar, zafia, repleta de chistes obvios y escenas que tiran de brocha gorda siempre por encima de un sentido de humor más sutil. Pero funciona.

Y una de las culpables de este éxito es Beyoncé, quien se lo pasa pipa en todas y cada una de sus escenas, siendo plenamente consciente, y actuando en consecuencia, de que la cámara cae rendida a sus pies en el mismo instante en el que entra en escena.

La historia de la casa de discos Chess Records, en la que grabaron gigantes de la apabullante talla de Muddy Waters, Leonard Chess, Etta James o Chuck Berry, entre otros, merecía un salto a la gran pantalla mucho más contundente, enérgico y febril que 'Cadillac Records'. Sin embargo, el director Darnell Martin, responsable también del fallido guion, prefiere construir una cinta plana, ligeramente aburrida, alejada de cualquier tipo de atrevimiento, riesgo y, todavía peor, pasión. Al menos, tenemos la suerte de contar con un convincente reparto en el que Beyoncé brilla con una luz especial. Cuestión de talento vocal y torrente emocional frente al micrófono.

Llegó la nominación al Razzie como Peor actriz del año. Y con plena justificación. 'Obsesionada', la última aparición en gran pantalla de Beyoncé si no tenemos en cuenta sus trabajos de doblaje en el mundo de la animación, con el apabullante éxito de 'El rey león' a la cabeza, es uno de los peores thrillers de la década, un ejercicio de intriga fallido en todos y cada uno de los aspectos y cuyo mayor atractivo, comprobar la química entre Knowles e Idris Elba, termina siendo algo parecido a una catástrofe. No hay chispa, ni una poca. Y tampoco hay sorpresas en una película que nació completamente vieja. Un desastre de inicio a fin.

Sin lugar a dudas, en términos estrictamente comerciales, 'El rey león' se ha convertido en el gran éxito de Beyoncé en el marco de su trayectoria cinematográfica. Y eso que, bueno, estamos hablando de (literalmente) la misma película que ya fue un espectacular triunfo en 1994 con una versión animada que, por si había alguna duda, se ha confirmado cien por cien en su estatus de insuperable e inigualable. En cualquier caso, más allá de los fallidos resultados artísticos de este remake, está claro que Nala ocupa un lugar privilegiado dentro de la carrera de Knowles. Al menos, uno mucho más destacado que la canción que interpreta para la película, una de las más sosas e intrascendentes de su repertorio.