Capaz de sobrevivir incluso a su propio e indiscutible estatus de superestrella de Hollywood con una facilidad similar a la que demostró para esquivar los estereotipos y condicionas provocados por su, también propia e indiscutible, belleza física, Brad Pitt hace tiempo que ganó la batalla contra fama, expectativas y prejuicios. ¿Cómo? Demostrando una cantidad altísima de talento de primer nivel.
No hay más que recordar la prácticamente totalidad de estas películas estrenadas por el actor en lo que llevamos de convulso y extraño siglo para confirmar que hace mucho tiempo que Pitt es mucho más que una cara bonita. Hablamos de un intérprete carismático, capaz de acertar en distintos géneros con la misma contundencia sin dejar de proyectar en ningún momento un aura dorada que traspasa incluso las pantallas más férreas.
Estrella inquieta, atrevida y valiente que danza entre los grandes espectáculos cinematográficos y las propuestas independientes más pequeñas, terreno este último en el que destaca también su figura como productor, Brad Pitt es, además de uno de los actores más queridos, respetados y admirados por el gran público, uno de los mejores intérpretes de su generación. Y se trata de algo mucho más cercano a la rotunda certeza que a la reivindicación.
Todo Brad Pitt en el siglo XXI, de peor a mejor
'Frente al mar'
Si la intención era lograr algo mínimamente parecido a la grandeza del cine de autor europeo más destacada de las décadas de los sesenta y setenta, desde luego que no se consiguió. Si el objetivo era conseguir despertar algún tipo de emoción en el espectador más allá del bostezo continuo, pues tampoco se puede contabilizar como éxito. Si se trataba de aburrir de inicio a fin, resultar insoportablemente pretenciosa y ofrecer una de las interpretaciones más anodinas y perezosas de Brad Pitt hasta la fecha, entonces éxito rotundo para 'Frente al mar'.
'Máquina de guerra'
El acercamiento de Brad Pitt a su personaje en esta soporífera 'Máquina de guerra' es uno de los peores elementos con los que cuenta la fallida cinta. Incomprensiblemente exagerado y con una serie de gestos y tics faciales que lejos de dar algo de personalidad a su interpretación suponen todo un lastre para la misma, el actor camina desatado por una aburridísima historia donde cada uno de sus 120 minutos pesa como una auténtica losa.
'The Mexican'
'The Mexican' nació como el camino más rápido posible para que el siempre reivindicable Gore Verbinski triunfara a lo grande, pero acabó enterrada en el cementerio de las películas más fallidas de la primera década de los 2000. Brad Pitt, al igual que su ilustre compañera de reparto, Julia Roberts, pocas veces ha estado peor, la trama no tenía ningún tipo de sentido, el ritmo era tan pesado como atropellado y cada uno de los flashbacks que rodeaban la historia era más ridículo que el anterior. Un esperpento que, además, ha envejecido fatal.
'Troya'
No me miréis así. Si 'Troya' está tan abajo en este especial es porque ni siquiera Brad Pitt parece estar tomándose en serio una propuesta tan excesiva, grandilocuente y ruidosa como aburrida, disparatada y frustrante. Un blockbuster carente de cualquier tipo de energía cinematográfica, nervio e inspiración. Un desastre tan enorme como su desmedida ambición.
'El consejero'
Amada y odiada a partes iguales, lo que parece evidente a estas alturas de la película es que 'El consejero' es una propuesta que no deja indiferente a nadie. Con cartas a su favor tan destacadas como la siempre formidable factura visual que imprime Ridley Scott a su cine y un entregadísimo reparto al que Brad Pitt aporta su indiscutible magnetismo, este laberinto narrativo escrito por Cormac McCarthy sigue siendo una experiencia tan desafiante como, vaya, frustrante.
'Ocean's Twelve (Uno más en el juego)'
La peor entrega de la particular saga protagonizada por Danny Ocean, con amplia diferencia frente a sus dos competidoras, se dejaba llevar por su propio ego y fuerte autoestima hasta terminar siendo una de las miradas al ombligo cinematográficas más pesadas, incomprensibles y decepcionantes de los últimos años. Toda la diversión de su antecesora se esfumaba desde casi el primer minuto, dejando al espectador sin salida posible más allá de la de disfrutar de la presencia de un reparto en el que todos y cada uno de sus componentes, Brad Pitt incluido, parecía estar pasándoselo mucho peor que en su anterior aventura.
'Juego de espías'
Protagonizada por Brad Pitt y Robert Redford. Con semejante reclamo en su cartel, 'Juego de espías' ya partía con un as en la manga de los que quitan el hipo. La leyenda y su sucesor más evidente, dos actores con capacidad innata para cautivar a la cámara desprendiendo carisma, atractivo y personalidad. La historia, además, también parecía un buen punto de partida. Una trama de espionaje con Redford y Pitt interpretando al maestro y el alumno, un eco dramático que era algo más que un guiño a la realidad más evidente.
Sin embargo, el director Tony Scott nunca parece sentirse cómodo en una película que, a base de aburridos saltos temporales, incluyendo flashbacks de un absurdo terrible, y escenas de acción sosas y rutinarias, termina siendo poco más que un pasatiempo sin capacidad para dejar peso alguno en la memoria. Sus protagonistas merecían algo mejor, desde luego.
'La ciudad perdida'
Sale (muy) poco, pero no hay minuto de Brad Pitt en 'La ciudad perdida' que no merezca ser celebrado por todo lo alto y con la más rotunda de las carcajadas. Roza el cameo, sí, pero el actor disfruta tanto en cada momento que se las apaña para terminar resultando, con amplia diferencia, de lo mejor de este exitoso entretenimiento.
'La gran apuesta'
'La gran apuesta', análisis de la crisis económica mundial desde la perspectiva de aquellos que vieron llegar el Apocalipsis y decidieron sacar provecho de ello, encontró en su momento una recepción crítica más que notable mientras que los espectadores se dividieron entre el aplauso y la incomprensión más absoluta. Entender a sus personajes resultaba una misión imposible, aunque interpretaciones como la de Brad Pitt ayudaran a disfrutar mucho más de nuestra propia ignorancia, pero el mensaje terminaba siendo claro en su rotunda crítica. Explicar lo inexplicable, hacer entretenida la complejidad. Una película más radical de lo que pueda parecer. Y mejor.
'12 años de esclavitud'
La única razón por la que la excelente '12 años de esclavitud' está en este puesto tan bajo es por lo poco que aparece Brad Pitt en ella. Y se trata de celebrar su talento en este siglo, así que sería trampa elevar la obra maestra de Steve R. McQueen por encima de otras propuestas en las que el actor cuenta con mucho (muchísimo) más protagonismo. Aunque, ojo, aquí ofrezca una interpretación tan breve como estupenda.
'Aliados'
Pese a que no terminó de cumplir con las expectativas depositadas en ella, justificadas en la lista de nombres ilustres que aparecían tanto detrás como delante de las cámaras, 'Aliados' es una especie de monumento a la presencia de Brad Pitt tan contundente que uno no puede dejar de disfrutar de ella. Ejercicio de cine clásico actualizado fijado sobre las férreas columnas de los recursos más tradicionales, esta cinta de espionaje a la vieja usanza saber perfectamente el potencial de su estrella protagonista y lo aprovecha al máximo. Es Brad Pitt en piloto automático, sin duda, pero funciona.
'Ocean's Thirteen'
Muchísimo más cercana al espíritu lúdico de la primera entrega que a la estomagante complejidad de su secuela, 'Ocean's Thirteen' es un entretenimiento de cinco estrellas donde la ausencia de riesgo o sorpresa se sustituye con toneladas de carisma y diversión. Probablemente la mitad de diálogos son improvisados y no se rodaron más de dos tomas, pero menudo placer volver a encontrarnos con las versiones más juguetonas de actores como George Clooney, Don Cheadle o, por supuesto, Brad Pitt.
'Guerra Mundial Z'
Si obviamos un clímax final bastante discutible, por no decir vergonzoso, 'Guerra Mundial Z' sigue siendo un espectáculo de acción y terror realmente efectivo. Una historia de zombies alocada y llena de momentos absurdos que, sin embargo, resulta irresistible por su ritmo frenético, su querencia por el exceso visual, sus momentos de tensión y, sobre todo, su imperial estrella protagonista, un Brad Pitt que pone toda la carne en el asador y soporta sin aparente esfuerzo todo el peso de la cinta.
'Sr. y Sra. Smith'
Más allá de lo que supuso para sus protagonistas a nivel personal, con su correspondiente e inevitable tormenta mediática, 'Sr. y Sra. Smith' ofrecía exactamente lo que uno podía esperar de ella: química explosiva, belleza abrumadora, acción disparatada y tensión sexual (resuelta). Fuimos al cine a ver si saltaban chispas o no entre Brad Pitt y Angelina Jolie y, además de confirmarlo, nos llevamos a casa un estupendo rato de cine comercial.
'Quemar después de leer'
Tras triunfar en los Oscar con un thriller fronterizo y áspero hasta la médula, ¿cuál era la mejor opción para los Coen? Retratar el lado más absurdo del espionaje con una comedia basada en la estupidez del 90 por ciento de sus personajes. Una nueva demostración de riesgo asumido y de libertad absoluta que, afortunadamente, volvió a salir más que bien. 'Quemar después de leer' puede entenderse como una obra menor, un ligero entretenimiento con el que los Coen se alejaban de la profundidad dramática de sus trabajos anteriores, pero eso sería quedarse en la superficie de un estupendo retrato de las obsesiones y miedos universales desde la óptica del absurdo total. Una hilarante historia en la que juega un papen fundamental la entrega absoluta firmada por un reparto tan extenso como maravilloso donde destaca un divertidísimo Brad Pitt, de nuevo, acudiendo a la autoparodia para alcanzar la más sonora de las carcajadas. Cada escena suya es auténtico oro cómico.
'Corazones de acero'
La joya más infravalorada de los últimos años en la carrera de Brad Pitt se llama 'Corazones de acero' y es una propuesta bélica más que notable. Liderada por el citado actor en una interpretación siempre ajustada a lo que requiere la historia, esta cinta dirigida con pulso de hierro por David Ayer merecería un mayor reconocimiento con el paso de los años. Mientras seguimos esperando que ocurra, volveremos a ella cada cierto tiempo para seguir disfrutando de su acción, drama, tensión y brillante colección de personajes (e interpretaciones).
'Bullet Train'
Maravilloso disparate de acción disparatada y humor absurdo coronado por una sucesión de cameos digno de celebración, 'Bullet Train' confirma el extraordinario estado de forma de Brad Pitt en estos últimos años. Divertido, carismático y derrochando estilo en cada escena, el actor es el líder de este grandioso disparate que no descarrila en ningún momento, convirtiéndose así en, de momento, el mejor de los entretenimientos veraniegos de este 2022.
'Ocean's Eleven (Hagan juego)'
Dirigido por un estelar Steven Soderbergh y acompañado por, nada más y nada menos, que George Clooney, Matt Damon, Julia Roberts, Casey Affleck, Don Cheadle y Andy Garcia, un escándalo de reparto, Brad Pitt aprovecha en esta fantástica 'Ocean's Eleven (Hagan juego)' para disfrutar al máximo en todas y cada una de sus radiantes apariciones. Todo en su interpretación es vibrante, juguetón, divertidísimo. Y uno es plenamente consciente de que se lo está pasando bomba en este entretenimiento perfecto y repleto de sorpresas, carisma y elegancia.
'El árbol de la vida'
De acuerdo, tampoco sale tanto, pero la presencia e interpretación de Brad Pitt en la esencial 'El árbol de la vida', una de las películas más impresionantes de la historia del cine, es de una fuerza dramática tan asombrosa que resulta imposible no ubicarla entre los puestos más altos de este especial.
'Mátalos suavemente'
'Mátalos suavemente' es uno de los ejemplos más claros a la hora de hablar de la querencia por la sorpresa, lo inesperado y lo arriesgado en la carrera de Brad Pitt. Encontrándose de nuevo con el director Andrew Dominik, con el que ya había formado dupla en la imprescindible 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford', otra película magistral que no contó con el apoyo ni la publicidad correcta tras su estreno, el actor era uno de los personajes más destacados en una trama compleja y fracturada que se vendió como thriller de acción al uso, quedándose en la pura y dura superficie. Y merecía la pena mirar más allá.
Porque 'Mátalos suavemente' es otra cosa, es el relato frío y distante de la decadencia humana, cambiando masacres por diálogos, tensión por silencio, pesimismo por tragedia. Es la imagen de un llanero tan solitario como todos los que le rodean al que, lo único que le interesa tras el baño de sangre, es que le enseñen su jodido dinero. Menos milongas, que esto no es más que un negocio. Discursos de presidentes que sirven de perfecta banda sonora para la claustrofobia reinante. Billetes por balas. Fundido a negro. Y que cante Barrett Strong eso de 'Money (That's what i want)'.
'Babel'
Marruecos, Túnez, México y Japón. Dos niños. Cuatro grupos de personas que viven en tres continentes distintos. Y una bala. Con estos factores, la fórmula Alejandro González Iñárritu - Guillermo Arriaga se despedía por la puerta grande. De nuevo, un laberinto de tramas y personajes, de historias individuales, encapsuladas en un tiempo y lugar concreto, que terminan por unirse en influencia, heridas y cicatrices. 'Babel' es un drama con todas las letras, pero también una valiosa reflexión sobre el poder y las consecuencias de la comunicación en una sociedad demasiado acostumbrada al silencio inoportuno, a la réplica injustificada y machacona.
Iñárritu dirige con delicadeza, sin caer en el sensacionalismo ni en el golpe de efecto injustificado, un relato que suma capas a cada nuevo giro de un guion de acero y que cuenta con la inestimable ayuda de un reparto de cinco estrellas comandado por un Brad Pitt realmente espléndido en uno de los papeles más exigentes de su carrera. Un reto interpretativo de primerísimo nivel que el actor solventa con una madurez y equilibrio aplastantes, convirtiéndose así en uno de los muchos puntos fuertes de esta valiosa joya cinematográfica.
'Ad Astra: Hacia las estrellas'
Enésimo ejemplo de la capacidad de Brad Pitt para cargar sobre sus hombros con el peso de toda una película haciendo que parezca sencillo, 'Ad Astra: Hacia las estrellas' nos presenta una de las interpretaciones más emocionantes, equilibradas, inteligentes y cautivadoras del actor. Un trabajo magnífico para una de las grandes cintas de ciencia ficción de lo que llevamos de siglo.
'Moneyball: Rompiendo las reglas'
'Moneyball: Rompiendo las reglas' atrapa al espectador desde el primer momento, entrando directamente en una historia que muchos espectadores desconocerán por completo. Un equipo de beisbol (Atléticos de Oakland) y la figura de Billy Beane (impresionante Brad Pitt), su director general, quien se hizo famoso por conseguir éxitos utilizando un nuevo método que implica construir un equipo competitivo con recursos económicos inferiores a la mayoría de los equipos en las Grandes Ligas, y empleando métodos estadísticos por ordenador para organizar a sus jugadores.
En esta parte es donde el interés crece y se tira por tierra los prejuicios previos, un factor diferenciador del resto de propuestas deportivas. Aquí pesa más el cerebro que el corazón, los números que los bates. Y, todo esto, sin dejar de lado la épica y la emoción. Una película excelente en prácticamente todo, incluyendo su interpretación protagonista. Una obra maestra.
'El curioso caso de Benjamin Button'
El tiempo como excusa para firmar una de las historias de amor más geniales, poéticas y especiales vistas en el cine a lo largo de los últimos años. Así lo planteó (y consiguió) un inspiradísimo, como de costumbre, David Fincher que, en esta ocasión, se volvía a asociar con la mejor versión posible de Brad Pitt, inconmensurable de inicio a fin, para ofrecer una clase magistral de cine tierno, hermosísimo y delicado con 'El curioso caso de Benjamin Button'. Una preciosa reflexión acerca de la eterna relación entre el paso y el peso de las agujas del reloj y las relaciones humanas que no ha hecho más que crecer con el tiempo hasta adquirir su justa condición de clásico contemporáneo.
'Snatch. Cerdos y diamantes'
Si necesitas recurrir a una película para definir el cine de Guy Ritchie, no dudes lo más mínimo, en 'Snatch. Cerdos y diamantes' tienes lo que estás buscando. El director y guionista cogía las virtudes más destacadas de su debut y las elevaba hasta el infinito con una de las películas más divertidas, contundentes y deslumbrantes que un siglo recién iniciado, hablamos de los 2000, vería en su primera década. Aquellos que citaban constantemente a Tarantino y Scorsese como principales referentes, tenían otro festín de aciertos y guiños destacados que, lejos de ser homenajes gratuitos, se complementaban a la perfección en un auténtico chute de adrenalina, tensión y nervio al género criminal. Ritchie tocaba techo con su segunda película, su mejor trabajo hasta la fecha, y de paso conseguía que un pletórico Brad Pitt sumara otro personaje inolvidable a su carrera. Piezas desordenadas de un puzle que terminaba adquiriendo una deslumbrante coherencia con uno de esos clímax que crean escuela. Ritchie, Pitt y sus cerdos y diamantes conquistaron el mundo con la bandera inglesa en los dientes. Una película imprescindible.
'Malditos bastardos'
"Si ha oído hablar sobre nosotros, probablemente sabe que no estamos en el negocio de tomar prisioneros. Estamos en el negocio de matar nazis y el negocio es todo un éxito".
Hay frases que ejemplifican a la perfección la grandeza única de un personaje. Y aquí tenemos uno de los casos más contundentes de los últimos años: Aldo Raine. Creación memorable de un inspiradísimo Quentin Tarantino y enésima virtud que destacar en la monumental 'Malditos bastardos', a este personaje solamente le faltaba un actor en permanente estado de forma para terminar de ser elevado al Olimpo cinematográfico del siglo XXI. Dicho y hecho. Pocas veces, muy pocas, ha estado mejor Brad Pitt en toda su carrera. Una gozada de trabajo.
'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford'
Para un género como el del western, innovar es algo entre arriesgado y prohibido. Clásico entre los clásicos, su influencia es tan evidente y apabullante que no es ninguna locura afirmar que todas las películas, todas, tienen algo de western. Aporta algo nuevo, diferente, es un acto de valor que ha salido bien en muy pocas ocasiones. Pero cuando se acierta se pueden alcanzar cotas infinitas. 'El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford' es una obra maestra que ejemplifica a la perfección el triunfo del riesgo en terreno conflictivo. El director Andrew Dominik no se conforma con contar una historia clave para entender la filosofía del viejo Oeste americano, la depresión de un paisaje árido donde el asalto a un tren no puede esconder la tristeza de unos forajidos casi obligados a cumplir con su papel de leyendas. El objetivo es abrazar la poesía, desenmascarar la melancolía a base de disparos de genio de esos que, pese a saber con certeza el final de la historia, terminan clavándose en la garganta.
Un imperial Brad Pitt, en la que es una de las grandes interpretaciones de lo que llevamos de siglo, aporta la profunda tristeza y el cansancio existencial de un rey desesperado por abandonar su trono. Su aprendiz y contrincante, un inolvidable Robert Ford con los delicados matrices de Casey Affleck, equilibra un duelo interpretativo de los que merecen ovaciones. El resultado, en definitiva, es uno de los westerns más redondos y originales que ha ofrecido el cine. Un homenaje genuino, hermoso y emocionante contado con silencios y miradas que se clavan en las venas.
'Érase una vez en...Hollywood'
¿Cómo definir el carisma, la personalidad, el rollo, el estilo, la presencia, el aura de estrella, el magnetismo, la fotogenia y la capacidad total para hipnotizar al espectador arrasando con la pantalla? Dos palabras: Cliff Booth. Y otras dos: Brad Pitt. Una de las mejores interpretaciones de la carrera del actor dentro de la obra maestra más memorable de Quentin Tarantino: 'Érase una vez en...Hollywood'. Lo que viene siendo historia del cine, vaya.