Que el cine de terror ha tenido siempre como uno de sus principales públicos al sector adolescente, es algo que ha hecho que el género haya tenido que ir cambiando su forma de representación con el paso de los años. Para cada generación, las fórmulas han ido mutando y transformándose con la intención de ser entendibles para el público de cada momento.
Si durante las décadas en las que el cine de serie B (con principal lugar de exposición en los autocines y sesiones dobles) dejaba entrever que el apacible modo de vida norteamericano ocultaba un oscuro trasfondo que podía entenderse como el miedo a lo desconocido (la Guerra Fría), las nuevas generaciones vieron en las décadas de los setenta y ochenta como la liberación sexual era castigada con la muerte a manos del psicópata de turno. El terror adolescente pasaba a ser un subgénero puramente camp en el que pocas veces se tenía en cuenta algo más que el bodycount de turno como principal aliciente para un público que, en muchas ocasiones, parecía ser considerado como de encefalograma plano por parte de las propias películas.
Relevo generacional
Pese a que ya en los inicios del slasher encontremos ejemplos de películas que hablaban de forma inteligente a su público ('The Slumber Party Massacre' como ejemplo que no nos cansaremos de reivindicar), tuvieron que llegar los años noventa para que 'Scream. Vigila quién llama' se convirtiese en un hito del cine de género, el cual consiguió reformular actualizando sus normas a la vez que parodiaba los esquemas que se habían construido alrededor de él, y que ya habían quedado obsoletos.
Como los años pasan y el público adolescente de hoy no es el mismo que el de hace dos décadas, era más que lógico que ese nuevo terror teen que surgió a finales del pasado siglo empezase a quedar obsoleto. No solo por haber caído en la repetición de esquemas del cine que había hecho historia en los ochenta, sino porque fue incapaz de reflejar los miedos y ansiedades propios de cualquier joven de a pie. Es por ello que durante los últimos años, varios títulos de horror son los que han ido conformando lo que podría definirse como terror millennial, aquel que plasma en pantalla una sociedad conectada digitalmente con su entorno, conexión que a menudo ha servido para conformar historias que hablan directamente a unos adolescentes que toman como propio un legado cultural del que están orgullosos (la muy explotada nostalgia), aunque siempre con un filtro de posmodernidad que los hace únicos.
Twitter, Instagram, Tumblr, Facebook, Skype, YouTube, la reivindicación de los noventa y el eterno síndrome de Peter Pan, son elementos que están presentes en este nuevo terror adolescente, el cual le habla de forma directa a los jóvenes, los cuales siguen siendo público a tener en cuenta por lo que a la producción de cine de género se refiere.
Terror millennial en 10 películas
'Llamada perdida final'
Tres años después de que Takashi Miike transformase la fiebre por la telefonía móvil de los albores del nuevo siglo, en una nueva forma para instrumentalizar el terror con 'Llamada perdida', se estrenaba la tercera y última entrega de la saga.
'Llamada perdida final', dirigida por Manabu Asou, tomaba ciertos elementos de otro de los recientes éxitos del cine japonés, 'Battle Royale', para convertir así a los protagonistas de la película en un grupo de adolescentes que deberá luchar por sobrevivir pasándose los unos a los otros un MMS que contiene una maldición mortal.
Del mismo modo en el que otros títulos del J-Horror ya habían hecho con la tecnología ('The Ring: El círculo' y la cinta de vídeo como vehículo para una maldición, o 'Pulse (Kairo)' e Internet como red de propagación), 'Llamada perdida final' dejaba claro que pese a que eso de vivir por y para las nuevas tecnologías es algo característico de la generación millennial, los jóvenes nipones siempre fueron unos adelantados.
'Scream 4'
"Yo no necesito amigos. Necesito fans".
Con semejante declaración de intenciones por parte de Emma Roberts en el tramo final de 'Scream 4', no hay mucho más que añadir a la valía que tiene la película como clara representación millennial en el cine de género.
Habiendo sido ya en varias ocasiones el responsable de la modernización del cine de terror, un Wes Craven de 72 años se convertía en el más moderno de la década tomando todo aquello que había presentado al público de finales de los noventa y adaptándolo a las nuevas generaciones. Es por ello que el cuarto capítulo de la saga iniciada en 1996 dejó a un lado los argumentos típicos del slasher de antaño para reconstruirlos a imagen y semejanza de un nuevo milenio donde los remakes están a la orden del día y los youtubers se convierten en modelos de conducta a imitar.
'Castigo sangriento'
Los ochenta estaban bien, pero ya era hora de que se realizasen las pertinentes alabanzas a los años noventa, la década que se había convertido en la infancia de la generación millennial. En 2011, Joseph Kahn convertía 'Castigo sangriento' en una oda noventera como pocas se han visto, partiendo de una premisa típica de película de terror de instituto.
Satirizando al género del mismo modo que lo había hecho 'Scream. Vigila quién llama' en 1996, Kahn daba un paso más allá y añadía una trama de pura ciencia ficción con viajes en el tiempo incluidos, a través de una serie de diálogos y referencias que convertían a su obra en un claro reflejo de la nueva adolescencia y su estrecha relación con el legado cultural.
'Antisocial'
Desde Canadá, en 2013 llegaba 'Antisocial', título independiente dirigido por Cody Calahan que a muchos podría recordar en su premisa a 'Pulse (Kairo)', la obra de culto de Kiyoshi Kurosawa de 2001.
Llevando la acción hasta una Nochevieja de un futuro próximo, veremos cómo un grupo de amigos deberá luchar contra una pandemia que parece estar diezmando a la población y cuya transmisión es tan rápida como letal, ya que circula a través de todo tipo de aparato electrónico, siendo Internet el lugar por donde la propagación parece haberse iniciado cual virus implacable. Una especie de alegoría a la sobreexposición a las redes sociales y la constante inmersión en un mundo virtual que acabará devorando a la especie humana.
'Eliminado'
En 2014 Blumhouse presentaba al mundo 'Eliminado', una de las grandes sensaciones del terror independiente que partía de una premisa absolutamente sencilla.
Algo que en un principio parece tan banal como una conversación a seis bandas a través de Skype, acabará pervirtiendo las normas del género cuando una presencia sobrenatural acuda en calidad de espíritu vengativo. El slasher encontraba aquí una nueva forma de representación, no tanto en su contenido (un bodycount que el espectador observará a través de las pequeñas ventanas de un ordenador) como en su forma, la cual podría ser el claro reflejo del día a día de cualquier millennial a través de la pantalla de su portátil.
'It Follows'
Pese al aire atemporal y retro con el que David Robert Mitchell quiso impregnar a 'It Follows', el título (gran hito del cine de horror contemporáneo) en cuestión tenía mucho que ver con el miedo a hacerse adulto y los problemas derivados al dejar la adolescencia de la juventud de hoy en día.
Con la mirada puesta en clásicos de la talla de 'La noche de Halloween' y 'Pesadilla en Elm Street', este coming-of-age con maldición mortal cual enfermedad venérea, ponía sobre la mesa el hastío de unos adolescentes sin rumbo en los suburbios de un Detroit desolado por la crisis económica de 2008.
'The Final Girls'
Del mismo modo en el que 'Scream. Vigila quién llama' lo había hecho con las reglas del cine de terror, en 2015 Todd Strauss-Schulson añadía su amor a la saga 'Regreso al Futuro' para convertir 'The Final Girls' en una de las comedias de terror más estimulantes de los últimos años.
En esta ocasión, la trama no se conformaba en convertir a los protagonistas en las víctimas potenciales del asesino de turno, sino que llevaba a un grupo de adolescentes de la actualidad capitaneados por Taissa Farmiga, hasta una película de terror de serie B de los ochenta, donde su forma de ver el mundo chocará de pleno con los ideales de los personajes originales, ocasionando el pertinente choque generacional al que hacer frente, además de tener que eludir al psicópata de turno.
'Feliz día de tu muerte'
Christopher Landon, responsable de títulos como 'Paranormal Activity: Los señalados' y 'Scouts Guide to the Zombie Apocalypse', traía de la mano de Blumhouse 'Feliz día de tu muerte', título que tomaba como principal referencia 'Atrapado en el tiempo' y lo vestía de slasher.
Con una trama girando en torno al personaje de Tree Gelbman (Jessica Rothe), la única víctima del asesino de máscara sonriente debido al bucle temporal en el que se verá inmersa, el cual no hará otra cosa que reflejar a la perfección (aunque a base de tópicos y clichés) la forma de vida de una universitaria perdida en un mundo que cada vez le demanda más responsabilidades.
'Tragedy Girls'
Llevando al límite la máxima de Jill Roberts (Emma Roberts) en 'Scream 4', las dos amigas protagonistas (protagonizadas por Brianna Hildebrand y Alexandra Shipp) de 'Tragedy Girls' convertirán su ansia por ser auténticas celebridades en Internet en el principal motor de la película dirigida por Tyler MacIntyre.
Con la intención de iniciarse en las oscuras artes del asesinato, Sadie Cunningham (apellido en homenaje a Sean S. Cunningham, director de 'Viernes 13') y McKayla Hooper (en referencia a Tobe Hooper) secuestrarán a un asesino en serie. Cuando sus planes se vean torcidos por una serie de malas decisiones, ambas deberán hacer frente a los problemas que se derivan de la elección de su nueva y macabra forma de vida, la cual no dejará de girar alrededor de los likes que les proporcionen las redes sociales.
'Game of Death'
Los canadienses Sebastien Landry y Laurence Morais-Lagace forman la dupla de realizadores que han traído uno de los ejemplos más claros de lo que podemos definir como terror millennial. Para ello, y tomando como principales referentes a dos títulos tan dispares como el 'Kids' de Larry Clark y 'Jumanji', presentan en 'Game Of Death' lo que también podríamos considerar como una versión actualizada (y ultragore) del 'Scanners' de Cronenberg.
La trama nos presenta a un grupo de jóvenes canadienses que no son más que la plasmación perfecta de los estereotipos de la generación Tumblr, lo que vendría a ser una puesta al día de lo que Clark presentaba en los noventa y que sigue teniendo como principal aliciente el consumo de drogas al que se le añade una forma de vida pegada al smartphone. La existencia nihilista del grupo se verá sacudida cuando decidan jugar al llamado Juego de la Muerte, el cual retará a los participantes a acabar con cuantas personas dicte el mismo. Si no siguen las normas, será el propio juego el que mate (explosión de cabeza mediante) al azar a todos y cada uno de los participantes.