Empecemos por la certeza: no hay década mala en la amplia filmografía de Steven Spielberg. Hay etapas con mejores o peores películas, evidentemente, pero en todas y cada una de ellas encontramos, como mínimo, un par de obras maestras. Y eso que he optado por tirar a la baja, si entro en el terreno del exceso el número subiría de manera considerable.
En ese sentido, resulta un auténtico placer regresar a los trabajos que el legendario cineasta estrenó a lo largo y ancho de los ochenta, una etapa especialmente querida por el gran público. Y es algo plenamente comprensible ya que hablamos de diez años en los que Spielberg firmó alguno de sus clásicos más celebrados e incontestables.
Un total de ocho propuestas, todas ellas recomendables, que nos sirven para volver a celebrar la figura de uno de los grandes directores de la historia del séptimo arte. Un viaje al pasado repleto de personajes inolvidables, escenas que forman parte de la memoria cinematográfica de varias generaciones y emociones que siguen despertándose a golpe de genialidad marca Spielberg.
La década de los 80 de Spielberg, de menos a más
'En los límites de la realidad'
Responsable del segundo de los episodios en este correcto, pero algo irregular, salto a la gran pantalla de la inolvidable 'La dimensión desconocida', Steven Spielberg aportó al conjunto una buena tonelada de sensibilidad, que no ñoñería, marca de la casa. Alejado del terror, el suspense o la intriga general, el cineasta narra una historia orientada a resaltar la importancia de mantener un espíritu joven y, hasta cierto punto, inocente cuando llega los últimos compases de la vida, alejándose por completo de lo lacrimógeno y apostando por transmitir de la manera más certera posible sensaciones como la efusividad, el entusiasmo o la ilusión. Una pieza menor en su filmografía, de eso no cabe duda, pero alejada por completo del término decepción.
'Para siempre'
El punto más bajo de la carrera de Steven Spielberg en la década de los ochenta, y uno de los trabajos menos inspirados de toda su trayectoria, es 'Para siempre', drama con exceso de azúcar y lágrimas en el que solamente brilla con especial intensidad esa cámara capaz de extraer auténtico oro de cualquier tipo de escena. El lenguaje cinematográfico excepcional de Spielberg y, por supuesto, la presencia de una maravillosa Audrey Hepburn, pura luz en mitad de este trabajo tan imperfecto como disfrutable.
'Indiana Jones y el Templo Maldito'
El más que considerable ejército de defensa de 'Indiana Jones y el Templo Maldito', conjunto de personas que reiteran a la mínima oportunidad posible que aquí está la mejor película de la saga, suelen citar su atrevimiento en el jugueteo con el gore y el terror como elementos diferenciadores.
Sin embargo, a la hora de la verdad, lo que nos conquista el corazón en esta sobresaliente secuela es su contagiosa energía de parque de atracciones sobre raíles que convierte su visionado en un auténtico festín de entretenimiento. Imparable, divertidísimo y dirigido con la apabullante maestría de un Spielberg pleno de inspiración.
'El color púrpura'
Por desgracia, la mayoría de veces que se cita a 'El color púrpura' es para recordar su vacío en una noche de los Oscar donde partía con un total de, nada más y nada menos, que 11 nominaciones. Un injusto maltrato por parte de la Academia hacia una película extraordinaria en fondo y forma, narrada con una precisión magistral a la hora de equilibrar la intensidad de su tremenda historia, brillante en su tratamiento de personajes y con un buen número de escenas inolvidables. Un Spielberg sobresaliente al que el tiempo ha sabido ubicar en su justo lugar: el de los mejores dramas de la década de los ochenta.
'El imperio del sol'
Si Drew Barrymore se ganó nuestro amor eterno gracias al encanto y la ternura que desprendía en 'E.T., el extraterrestre', Christian Bale consiguió también algo similar contando, de nuevo, con la ayuda de Steven Spielberg.
En esta ocasión, el futuro hombre murciélago cargaba con todo el peso de una película tan fascinante e incomprendida como 'El imperio del sol' con una solvencia deslumbrante. Un primer paso en el cine que, pese a no contar con el éxito esperado (y merecido), sigue siendo a día de hoy toda una demostración de personalidad y talento servida en bandeja de oro por un intérprete que se sitúo a la altura de una de las obras maestras más injustamente olvidadas de la trayectoria de Steven Spielberg. Imposible enumerar la cantidad de escenas inolvidables que presenta 'El imperio del sol'.
'Indiana Jones en Busca del Arca Perdida'
'Indiana Jones en Busca del Arca Perdida' debería aparecer en los libros de cine tanto en el apartado de iconos realmente importantes de la historia del séptimo arte como en el dedicado a Modelos de Personajes Perfectos Para Pasar A La Eternidad. Resumiendo, lo tiene todo. Una creación magistral por parte de Steven Spielberg y George Lucas a la que Lawrence Kasdan consiguió terminar de dar forma en un guion que atrapaba el sentido de la aventura más clásico y memorable desde un prólogo convertido en historia del cine. Los primeros pasos de una película a la que es sencillamente imposible no amar con todas las fuerzas.
'Indiana Jones y la Última Cruzada'
Ahora que el nombre de Indy vuelve a resonar con fuerza tras el trailer de su quinta entrega, es una buena oportunidad para plantear un maratón del mejor cine de aventuras. Y, entre la locura general de 'Indiana Jones y el Templo Maldito' y la irregularidad de 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal', aparece una última cruzada que, para muchos, supone la mejor entrega de toda la saga.
Estés o no de acuerdo con una afirmación tan rotunda, lo que pocos pueden poner en duda es que la aparición de Sean Connery como padre de nuestro arqueólogo favorito es una de las mejores virtudes de una entrega que vuelve a ser toda un fabuloso carrusel de energía cinematográfica en permanente y trepidante movimiento, un auténtico festival de acción y humor en el que Spielberg, Harrison Ford y compañía demuestran estar pasándoselo pipa. Igual que nosotros al otro lado de la pantalla. Ayer, hoy y siempre.
'E.T., el extraterrestre'
'E.T. el extraterrestre' condensa todas las virtudes del cine de Steven Spielberg, más que numerosas, con la emoción y la capacidad para agarrar al espectador, sea de la edad que sea, y no soltarlo como principales banderas. Muchos nos enamoramos del cine gracias a ella, convirtiéndola en algo más que un clásico contemporáneo. Educación esencial y emocional de primer nivel.
Imposible quedarse con todas y cada una de las escenas que empujan a la lágrima más sincera en una de esas obras maestras incontestables que han marcado a varias generaciones. Esas bicicletas volando, esa flor marchita recobrando la vida, ese corazón latiendo cuando no quedaba esperanza, esa despedida inolvidable. Imposible dejar de volver a ella. Imposible dejar de emocionarse una y otra vez.