Las películas de Denzel Washington en el siglo XXI, de peor a mejor

Aunque logró una nueva nominación al Oscar gracias a ella, ni siquiera Denzel Washington está especialmente bien en 'Roman J. Israel, Esq.', drama judicial escrito y dirigido por un Dan Gilroy que, desde luego, no se acercó a los logros obtenidos por su fascinante debut: 'Nightcrawler'. Aquí estamos ante una propuesta extraña, aburrida y confusa a la que solamente se puede salvar, más o menos, gracias a un tramo final que eleva ligeramente el listón.

En 'El invitado', Ryan Reynolds nos representa a las mil maravillas. Es decir, durante toda la película, correcta, nada sobresaliente y todo aceptable, el actor se dedica de manera casi exclusiva a dejarse deslumbrar por el torbellino de apellido Washington, comprobando en primera persona la ya característica capacidad de Denzel para merendarse con suma facilidad a cualquier compañero de reparto que se le adjudique. Una cinta que se ve con interés, se disfruta moderadamente y nunca molesta, pero que solamente va más allá de la rutina gracias a su protagonista. Una lección de hacer que todo parezca fácil.

¿Un thriller de acción con viajes en el tiempo y Denzel Washington al frente? Maldita sea, toma mi dinero. Después de abandonarle durante una película ('Domino'), Tony Scott volvió a llamar a su estrella favorita para que protagonizara 'Déjà vu', una de las propuestas más alocadas de su carrera. Y no es cuestión de forma, aquí tenemos a un director en pleno control de facultades, sino de fondo. Y ahí es el punto en el que todo termina en decepción.

Aburrirse con 'Déjà vu' es muy complicado, prácticamente imposible, pero la sensación final, tras un desenlace previsible y edulcorado, no puede ser otra que agridulce. Un argumento con infinitas posibilidades que, lástima, se queda en trabajo menor.

Hay pocas, muy pocas películas en las que Denzel Washington haya demostrado de manera tan evidente estar pasándoselo tan bien. Y eso es precisamente lo que hace que '2 Guns' pase de ser un pasatiempo intrascendente a un sólido entretenimiento comandado por una figura interpretativa de primerísimo nivel.

Ayuda, por supuesto, la química compartida con un Mark Wahlberg que, sabiéndose inferior, deja la mayor parte de escenas al lucimiento de su compañero de reparto, animal desatado que embiste cada momento de acción con esa mezcla irresistible de furia, diversión y presencia total.

Un western futurista protagonizado por un Denzel Washington en modo 'Molar Constante' activado al que acompañan Gary Oldman, Michael Gambon o el mismísimo Tom Waits. Puede que 'El libro de Eli' nunca llegue a convertirse en el clásico de culto que parecía destinado a ser, pero es cine trepidante, arriesgado, vibrante y entretenidísimo.

La razón por la que 'John Q' convence sin miramientos y se ha convertido en una película bastante querida y recordada entre el público es, ni más ni menos, que Denzel Washington. Y es que, para ser sinceros, el resto de elementos de la cinta dirigida por Nick Cassavetes son más rutinarios que memorables, pero ahí está un actor inmenso al frente de todo para llevar lo que podría haber sido un pobre telefilm en un drama que se devora sin poder despegar la vista de la pantalla.

La primera mitad de 'El vuelo (Flight)' es realmente espectacular en todos los sentidos. Sin embargo, lástima, el resto de la película dirigida por el gran Robert Zemeckis opta por recorrer todos y cada uno de los lugares comunes del biopic más melodramático y previsible, resultando una experiencia mucho más cercana a la decepción que al disfrute. Queda, eso sí, una deslumbrante e intensísima interpretación de Denzel Washington que no admite discusión alguna.

Si se hubiera estrenado en la década de los noventa, fecha a la que parece pertenecer en todo momento, es probable que 'Pequeños detalles' no hubiera destacado demasiado. Sin embargo, cuando apareció en pleno 2021, fue recibida como una oportunidad de regresar a un tipo de cine cada vez más desaparecido. Y lo cierto es que, aunque no hablamos de una gran película, esta intriga repleta de giros, oscuridad y atmósferas perturbadoras ofrecía un buen número de recompensas al espectador, especialmente en lo que respecta a un formidable reparto donde brillan con luz propia Denzel Washington y un sorprendente Jared Leto.

De acuerdo, este remake de 'Los siete magníficos' no deja de ser un western bastante tradicional, pero, en cierto modo, uno puede identificar fácilmente el latido del cine de acción en cada una de sus escenas, incluso en aquellas que nacen y se desarrollan en conversaciones al filo de la noche. Y es que, pese a no ser una película perfecta, ni muchísimo menos, la cinta dirigida por Antoine Fuqua se las apaña para conseguir mantener al espectador siempre enganchado a su historia, entregar un clímax final a la altura y equilibrar un reparto cinco estrellas en el que destaca, poca sorpresa, un Denzel Washington hipnótico por pura presencia. Cuando él aparece en pantalla, todo lo demás desaparece. El rey (también) del viejo Oeste.

Cinco años después de debutar detrás de la cámara con la formidable 'Antwone Fisher', Denzel Washington regresó a la dirección con 'The Great Debaters', propuesta a la altura de su predecesora. Un drama basado en hechos reales al que Washington, también a nivel interpretativo, inyectaba una solemnidad, emoción y sensibilidad a prueba de prejuicios. Es cine académico donde la sorpresa no tiene demasiada cabida, sí, pero se disfruta sin descanso a lo largo de sus dos horas de duración.

El estreno como director de Denzel Washington demuestra una vez más que hablamos de un tipo con un talento gigantesco. Enorme tanto delante como detrás de la cámara. 'Antwone Fisher' es un cine tan clásico como efectivo que logra meterte en su historia hasta llevarte a la misma lágrima, utilizando para ellos herramientas más cercanas a lo clásico que a lo artificial. Un estupendo drama. Un debut de aplauso cerrado.

Tocar lo justo para conseguir lo mismo. Alejada de la teoría del incremento de factores para redondear una oda al más es más, 'The Equalizer 2' mantiene intactas las muchas virtudes y pocos defectos de su predecesora. Una notable secuela que encontraba en su loquísimo clímax final y la poderosa interpretación de Denzel Washington a sus dos ases más importantes. Victoria lograda.

El último largometraje dirigido por Tony Scott, 'Imparable', volvía a reunirle una vez más con su actor favorito: Denzel Washington. No tenía mal gusto, desde luego. Una colaboración final que partía de un argumento sencillo y excesivamente similar a 'Speed', cambiando un autobús por un tren, para dar forma a un trabajo orientado exclusivamente a zarandear al espectador en un vertiginoso trayecto de nervio y velocidad.

'Imparable', lejos de aportar algo excelso a la dupla Scott/Washington, no iba más allá de un entretenimiento perfectamente apto para disfrutar sin pensar. Una despedida distanciada de los mejores trabajos del director pero que, entendida como testamento cinematográfico, muestra a un tipo que aún sabía hacer su trabajo por encima de la media.

El abrumador éxito que acompañó a Denzel Washington y Viola Davis desde que 'Fences' se estrenó como prestigioso montaje teatral fue la excusa perfecta para que ambos intérpretes se lanzaran de lleno a su adaptación cinematográfica. El resultado final, sin ser nada excepcional, ofrecía lo que todos podíamos esperar: un duelo entre gigantes capaces de convertir el diálogo más sencillo en una lección en toda regla. Ellos marcan el ritmo y la intensidad de una película que brilla más en escenas puntuales que como trabajo compacto y redondo.

Cambiamos a Walter Matthau por un genial Denzel Washington y a Robert Shaw por un entregadísimo John Travolta. Sustituimos la tensión y el nervio del director Joseph Sargent por el músculo y la explosión visual constante de Tony Scott. Realizamos ligeros toques de guion y alguna variación mínima y ya tenemos un remake tan respetuoso como efectivo. Muy efectivo. En 2009, la estupenda 'Pelham 1, 2, 3' de 1974 se convertía en la fabulosa 'Asalto al tren Pelham 123'.

Todo, absolutamente todo, está resumido en el rostro de Denzel Washington. En su forma de mirar, silencios y gestos mínimos. En la manera en la que construye su personaje desde el detalle, la furia interna y el ruido de sus demonios. 'The Equalizer: El protector' podría haber sido una cinta de acción más sin nada que la distinguiera del resto de compañeras de género, pero contar con los servicios de un actor así te hace sacar varios cuerpos de ventaja de manera prácticamente automática. No es su mejor interpretación, ni muchísimo menos, pero no deja de ser un trabajo deslumbrante que certifica, por enésima vez, la fuente inagotable de su talento.

Aunque 'La tragedia de Macbeth' no consiguió despertar un entusiasmo demasiado alto, algo un poco injusto teniendo en cuenta su enorme valía artística, el recital interpretativo de Denzel Washington en ella es tan rotundo que llegó a colarse incluso entre los nominados al Oscar a Mejor Actor. Y es que, de inicio a fin, hablamos de un actor fundamental entregando un trabajo incontestable, arrebatador y épico incluso en sus detalles más pequeños. No hay escena en la que Washington no deslumbre de puro talento. Un titán infalible.

Remake de la fantástica película de mismo título dirigida por John Frankenheimer en 1962, 'El mensajero del miedo' nos traía de vuelta la mejor versión de un Jonathan Demme que había naufragado a lo grande con su anterior proyecto, 'La verdad sobre Charlie'. En aquella ocasión, el cineasta se atrevió a llevar a cabo otra revisión, en este caso de esa joya de 1963 llamada 'Charada', con unos resultados muy pobres. Afortunadamente, dos años más tarde tuvo la osadía de presentar una revancha a la altura.

Pese a que la intriga y el misterio tienen una fuerte presencia a lo largo de la trama, 'El mensajero del miedo' aporta un componente social y político indiscutible tanto cinematográfico como reivindicativo que, en cualquier caso, no resta ni una pizca de entretenimiento a la propuesta. Liderada por un inconmensurable Denzel Washington, hablamos de una cinta que consigue cumplir con todas sus metas, de fondo y forma, de una manera más que notable, logrando incluso superar a la cinta original. Una grandísima película.

Desde su ya lejano estreno, 'Plan oculto' no ha hecho más que sumar adeptos a su causa. La joya de Spike Lee, de eso se trata, cuenta con el respaldo de un reparto en pleno estado de forma, con Denzel Washington y Jodie Foster a la altura de su leyenda y un Clive Owen que pocas veces ha estado mejor, y un guion de acero en el que hay cabida para la tensión, la reflexión social y la diversión para (casi) todos los públicos. Un thriller elegante y de ritmo imparable al que los años, lejos de envejecer, le han sentado de auténtica maravilla.

Bienvenidos a una película en la que, básicamente, encontramos todas y cada una de las virtudes que hacen grande al género del biopic deportivo. 'Titanes, hicieron historia' es una película vibrante, entretenida, épica, divertida y emocionante a la que el carisma y talento absoluto de Denzel Washington terminan elevando al sobresaliente. Dirigida con pulso de hierro por Boaz Yakin, aquí tenemos, sin lugar a dudas, el mejor trabajo de su trayectoria profesional, y con un reparto en estado de gracia, 'Titanes, hicieron historia' se disfruta de inicio a fin, convirtiendo incluso sus momentos más intimistas en toda una fuerza de la naturaleza. En definitiva, una de las grandes cintas cinematográficas deportivas de las últimas décadas.

La grandeza de 'American Gangster', la cual, por cierto, sigue resplandeciente varios años después de su estreno, es el resultado de la suma de varios factores:

- Un guion espléndido.

- Un montaje excepcional.

- Una puesta en escena deslumbrante.

- Una dirección sobresaliente firmada por Ridley Scott.

- Russell Crowe al máximo de su potencial.

- Denzel Washington en permanente estado de gracia.

Así se consiguen casi 160 minutos de cine de altísima calidad, que atrapa, impacta y entretiene con la misma y envidiable facilidad.

La primera colaboración entre el director Antoine Fuqua y Denzel Washington sigue siendo, a día de hoy y tres películas después, la mejor de todas ellas. De hecho, 'Training Day (Día de entrenamiento)' continúa resplandeciendo como uno de los mejores policiacos de lo que llevamos de siglo gracias a su envidiable incapacidad de envejecer.

Uno vuelve por enésima vez a ella y sigue encontrando intactos el nervio, el pulso de hierro, la fascinación callejera, el sudor nervioso, la rabia contenida y la risa enigmática de un Denzel Washington absolutamente abrumador. Su interpretación, recompensada con un Oscar de ovación cerrada, es la guinda perfecta a un pastel de aceras ensangrentadas, ángeles, demonios, tiroteos, redenciones y callejones sin salida. Una de esas películas que palpita con intensidad de fuego.

Una auténtica lección interpretativa. La combinación perfecta entre un actor, Denzel Washington, y un director, el añorado Tony Scott, que, en su enésima colaboración, conseguían al fin la comunión perfecta. 'El fuego de la venganza' es un thriller de cinco estrellas por la sencilla razón de que parte del impulso, la explosión y el nervio mayúsculo para trazar una historia emocionante hasta la lágrima.

Su protagonista, un Washington pletórico, nos lleva de la mano a lo largo de una película repleta de escenas de acción de primer nivel que se combinan a lo grande con momentos de una intensidad dramática tan inesperada como contundente. Una película de corazón y músculo deslumbrante. Algo cercano a la obra maestra.