Aunque a tu padre le guste ir al cine, es bastante probable que muchas veces le hayas pillado viendo una película que se sabe de memoria solo porque "la echaban por la tele". Poco importa cuántas veces hayan visto esa película, sí es aquello que consideran "un peliculón", entonces la podrán ver a medias, empezada, de mitad para el final, o como si es de atrás para adelante, porque ese tipo de películas, las pilles en el instante del metraje en el que las pilles, saben cómo captar su (y tu) atención.
Y eso hará por extensión que ya se queden hasta el final para verla acabar, "porque lo bueno viene ahora". Dícese en el lenguaje paterno de esos momentos épicos, que suelen estar representados por un duelo o batalla final, en la que en el mejor de los casos uno de los dos oponentes morirá derrotado y deshonrado. Luego están los casos como 'Gladiator', 'Gran Torino' o 'Braveheart', en los que la gloria solo se alcanza después de la muerte, como camino inexorable hacia la consagración como leyenda y héroe de acción, y sino que se lo digan a Mel Gibson, que lleva toda una vida siendo un señor respetable para la población masculina gracias a William Wallace, a pesar de que nadie es capaz de recordar algo bueno que provenga de él.
El cine preferido por los padres, películas con aroma a clásico, pero que tengan bien de escenas de tiros y pistolas, pero siempre y cuando estén justificadas por la narrativa de la película. Otro de los requisitos de este tipo de películas es que tengan siempre a un buen malo, de nada sirve si el villano es un "medias leches" o alguien que no intimida e infringe respeto, el malo siempre tiene que ser un digno oponente porque sino no hay misterio. Aunque no solo de batallas inmemoriales y héroes vive este cine, también hay cabida para las aventuras en el oeste, las militares y las del anti héroe crepuscular como símbolo eterno de masculinidad. Un amplio grupo de adjetivos que recoge 'Logan' y que en cuanto sea emitida por televisión, se convertirá automáticamente en la película de padres definitiva, al menos para las generaciones venideras.
Otro apéndice aparte es el que generan las películas de ciencia ficción, de aventuras espaciales y thrillers conspiranoicos en torno a una epidemia mundial, o virus letal como eje central de una trama en la que solo tiene el antídoto un hombre que ha estudiado varias carreras para tener el trabajo que tiene y que acaba por salvar a la humanidad básicamente por casualidad, justo cuando ya nadie (menos nuestros padres) lo esperaba. Dentro de este último subgénero podemos encontrar películas como 'Estallido' de Wolfgang Petersen, en la que Dustin Hoffman salvaba de una muerte sangrienta y desagradable a Rene Russo (y al resto de la humanidad).
Películas atemporales
Las películas que tradicionalmente se han venido considerando como "películas de padres" son aquellas por las que el tiempo no pasa. Debido a que la mayoría de ellas (a excepción de las de acción), no suelen transcurrir en un período de tiempo contemporáneo, todas ellas siguen funcionando perfectamente a día de hoy porque sus valores como la valentía, el honor, y la templanza son atemporales, independientemente de le época en la que esté ubicada.
La receta para la película de padres perfecta es algo que muchos como Uwe Boll han intentado copiar con nefasto éxito. Algo que no engaña a nuestros padres y que queda muy lejos de una época en la que cada viernes acudían al videoclub para alquilar la última película de Bruce Willis, Kevin Costner (único hombre sobre la faz tierra en conseguir aunar el cine de padres y de madres gracias a una canción muy pegadiza y al guionista Lawrence Kasdan con 'El guardaespaldas') o Steven Seagal, el actor que solo dirigió una película y que la convirtió en icono para padres ya solo al ponerle el título 'En tierra peligrosa'. Dale una grata sorpresa con una de estas quince películas y compartid unas horas con algo que probablemente ya habéis visto, pero que os encanta como el primer día.
15 películas que le encantan a tu padre
'Rocky'
Probablemente la piedra angular en la que se sustenta la filmografía predilecta de cualquier padre. 'Rocky', entre sus muchos logros, ganó 3 Oscars a mejor película, director y montaje. Lo que para muchos se ha convertido en una leyenda urbana ocurrió realmente en 1976, pero el mayor logro de la película no fueron sus tres estatuillas, sino el nacimiento de una leyenda, la de Sylvester Stallone.
La trama de la película (con un guión firmado por Stallone) narraba la historia de Rocky Balboa, un desconocido boxeador que peleaba por el título mundial de los pesos pesados. Un combate en el ring y en la vida que le cambiaría para siempre, algo que perfectamente se podría aplicar a la vida real de su protagonista. Un hombre que pasó de ser un completo desconocido a leyenda. Tras la película llegó la saga de 'Rambo', que acabaría por convertirlo definitivamente en el actor más común en las televisiones de cualquier casa durante los 80 y los 90. 'Rocky' tuvo su propio revival en una nueva década y una nueva era, conquistando de nuevo a público y crítica con 'Creed. La leyenda de Rocky' en 2015.
Algo que demostró que el éxito de 'Rocky' no fue por casualidad y que cuando algo es auténtico, funciona en cualquier década y en cualquier momento. Además el tema principal de la banda sonora bien podría merecer un especial aparte, pues años después de haber sido absolutamente trillada, sigue siendo la sintonía recurrente para cualquier empeño o causa de superación en la mente de cualquier cinéfilo.
'Oficial y caballero'
La segunda película de Taylor Hackford es probablemente una de las pocas que podrían estar en una lista de las imprescindibles de madres y padres, pues tiene todo lo necesario para enamorar a ambos sectores, pero como el elemento "central" de la trama es la relación paterno-filial de su protagonista y con el sargento Foley, he optado por incluirla aquí.
'Oficial y caballero' es el estandarte de las películas que pirran a nuestros padres. La historia de un jovencísimo Richard Gere, que huye de un pasado marginal e ingresa en la marina, donde se topará con el estricto sargento Foley (Louis Gossett Jr.), que le hará cambiar y convertirse en un hombre de honor, es un bello retrato de la capacidad de superación y el proceso de madurez de niño rebelde a hombre.
La cinta le valió el Oscar a mejor actor secundario a Louis Gossett Jr. y a la mejor canción original 'Up Where We Belong', interpretada por el mítico Joe Cocker a dúo con Jennifer Warnery. Pero más allá de haber trascendido por estos méritos, la película sigue vigente como uno de los más hermosos y emotivos retratos de la amistad masculina y de la ausencia de una figura paterna en la vida de un joven. Elementos que a día de hoy siguen poniendo un nudo en la garganta de todo padre y que, además, también contiene una preciosa historia de amor entre Gere y Debra Winger, que finaliza con aquella escena de él vestido de gala rescatándola en brazos de la fábrica en la que trabaja, mientras una compañera (antes arpía y envidiosa) decía aquello de: "Felicidades, Paula, te lo mereces".
'Top Gun'
El fallecido Tony Scott se hizo un hueco en el estrellato por títulos tan divertidos y trepidantes como este. 'Top Gun. Ídolos del aire' continuó avivando la llama de la fama que suscitaba el cuerpo de la Marina de los Estados Unidos, a la vez que consagró a Tom Cruise como la súper estrella de acción que es y que 30 años después sigue siendo sin que nadie le haga sombra.
La Marina de los Estados Unidos crea una escuela para pilotos con el fin de sacar una promoción de expertos en técnicas de combate. A la academia, más conocida como Top Gun, llega Maverick (Tom Cruise), un joven popular por su temeraria, aunque brillante forma de pilotar y de romper la barrera del sonido a los mandos de un F-14. Esto último hizo que Tom se convirtiera en un referente masculino y en el objeto de deseo de mujeres y hombres de todo el mundo.
Si 'Top Gun' se ha convertido en un título recurrente para cualquier filmografía paterna, es por tres razones. La primera, él. La segunda, las impecables escenas de combate e instrucción aéreas. Y la tercera, una balada premiada con el Oscar titulada 'Take My Breath Away', que a día de hoy sigue siendo todo un súper hit karaokero. Pero sí el film de acción ha pasado a ocupar un espacio en el corazoncito de nuestros padres, ha sido porque todos los valores del perfecto hombre americano, estaban aquí al servicio del Tom Cruise más carismático de toda su carrera.
'Jungla de cristal'
Ni tan siquiera se podría pensar esta lista sin incluir 'Die Hard', una de las pocas películas que salieron beneficiadas de su traducción al castellano, que aquí se título memorablemente como 'Jungla de cristal'. Film de John McTiernan que en 1988 consiguió revitalizar el género de acción y de paso revisionar a su manera ese subgénero favorito por todos los miembros de la familia como es el "cine navideño". Un estilo de películas que jamás hubiera contemplado a un protagonista de la talla y casta del John McClane, un héroe con la ruda apariencia de Bruce Willis que, cómo no, era cínico, bravucón y carismático como él solo.
A pesar de que la primera de las seis entregas de la saga es considerada por muchos como un "guilty pleasure", esta película recibió un merecido reconocimiento de la crítica que la ha hecho prevalecer por méritos propios como una golosina de acción tan trepidante como descaradamente esencial en el cine de finales de los 80 y toda la década de los 90. Todo lo que el sucio y prepotente McClane se ve obligado a hacer en 'Jungla de cristal' es por una única razón: su familia. En plena celebración de la cena navideña de empresa el héroe de nuestros padres (y probablemente de cualquier hombre heterosexual nacido después del 80) protagoniza unas espectaculares y excelentemente bien rodadas escenas de acción en las entrañas de ese enorme rascacielos, capaz de dar un chute de adrenalina a cualquier espectador con sangre en las venas.
La más que rentable saga encumbró mundialmente a Bruce Willis como una de las estrellas más famosas del planeta.
'Bailando con lobos'
El oeste como género en sí mismo siempre ha tenido un lugar importante para la Historia del cine, y por supuesto para el cine de padres. Esta no será ni mucho menos la única película del oeste en ser recordaba, pero sí será la única capaz de aunar dos elementos únicos e igualmente atractivos por la población masculina: el western y el cine "místico", un acierto con nombre y apellido, el de Kevin Costner.
Hasta 7 Oscars nada más y nada menos logró esta epopeya del antihéroe dirigida y protagonizada por un joven Kevin Costner, que personificaba aquello del renegado y abandonado "hombre sin patria". Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) y en plena colonización del Oeste (1785-1890), el desencantado teniente John J. Dunbarque renegaba del hombre en el que se ha convertido, una vez conoce de cerca el encanto y el magnetismo del pueblo indio nativo. "En pie con el puño en alto", una mujer blanca que fue adoptada por la tribu de indios sioux cuando era niña, poco a poco, ayudará al protagonista a descubrir a su pueblo y a establecer una relación de respeto y admiración mutua entre él y los sioux. Un impecable ejercicio de misticismo y épica cinematográfica que consiguió reinar en la taquilla mundial de 1900 y consagrar a Costner como el hombre que nuestros padres querían ser, y el hombre que nuestras madres anhelaban tener.
'Algunos hombres buenos'
"El honor no es sólo una pegatina en el hombro", con esa contundente y demoledora frase cierra uno de los primeros trabajos del guionista Aaron Sorkin, al servicio de la dirección de un excelente Rob Reiner y del guión (sin exagerar) con el mejor enfrentamiento verbal de la Historia del cine.
Pocas cosas son tan importantes para nuestros padres como el honor. Es un sentimiento con el que empatizan automáticamente, de ahí que les tire tanto las películas centradas en el ejército o la Marina. Una vez más, Tom Cruise es el encargado de personificar esos valores como el teniente Daniel Kaffee, un joven y prometedor abogado de la Marina de intachable reputación, al que le confían la controvertida defensa de dos marines acusados de asesinato. Vehículo que sirve para introducirnos en el universo de los thrillers judiciales, un género tan apasionante como vibrante y que aquí se encumbra como nunca.
Un aterrador Jack Nicholson, Kevin Bacon y el contrapunto femenino de una mujer de bandera como Demi Moore, completan el espectacular reparto de esta atemporal película que generará una tensión incomparable en el salón de tu casa, independientemente del año en el que la emitan por televisión. Porque las maneras y el mensaje social de 'Algunos hombres buenos' es tan de actualidad hoy, como en los idílicos años 90.
'Sin perdón'
La ferviente admiración de los padres por el western no es ningún secreto. Incontables son las ocasiones en las que sea la película que sea, se la ven entera los domingos por la tarde en la televisión autonómica, siempre que sea del oeste. Pero todo el western no es igual, eso hay que tenerlo muy claro. Hay cientos, miles de películas con pistoleros luchando contra indios por la conquista del oeste americano, pero todos aquellos cinéfilos saben que el cine del oeste con mayúsculas tiene nombre y apellido, en concreto dos nombres y sus correspondientes apellidos, los de John Ford y Sergio Leone.
Para que nos entendamos, si cinematográficamente John Ford y Sergio Leone tuvieran un hijo, ese hijo sería Clint Eastwood y 'Sin perdón' sería su bautizo. El film de 1992 ganador de 4 Oscars, incluyendo mejor película y director, tiene todo los elementos necesario para ser el western de referencia, es desmitificador, sombrío, duro, clásico y dolorosamente bello. 'Sin perdón' es la carta de amor de Eastwood a sus padres y maestros en el oficio, y a un género que lo convirtió en la leyenda que es.
Lo más fácil a la hora de seleccionar un western para esta lista hubiese sido optar por 'Centauros del desierto', pero 'Sin perdón' es su justa deudora y la película que reúne todos los elementos de un género denostado por muchos y amado incondicionalmente por nuestros padres y que a principios de los 90 tuvo el merecido revival que puso el listón tan alto, que nunca más nadie se atrevió a igualar tamaña empresa.
'Forrest Gump'
Es imposible que un padre, por no decir cualquier ser humano, se pueda resistir a la película que Robert Zemeckis, aventajado alumno de Steven Spielberg, firmó en 1994. 'Forrest Gump' ha pasado a la Historia con el justo sobrenombre de "la gran película americana", porque ninguna otra película ha sido capaz de narrar tantos y tan importantes periodos de la Historia de los Estados Unidos de la misma manera.
Forrest fue interpretado por Tom Hanks, el hijo predilecto de América y logró 6 Oscars, incluyendo mejor película, director y actor, poniendo de manifiesto que la Academia y el público de mediados de los 90 fue incapaz de resistirse a este peculiar muchacho que quizá no era el hombre más listo del mundo, pero qué duda cabe que era uno de los que tenía el corazón más grande. 'Forrest Gump' es la representación de todos los valores que desde pequeños nos transmiten nuestros padres, el afán de supervivencia y superación, la solidaridad con los demás, hacer siempre el bien y sobre todo amar y respetar a la familia. A la cinta de Zemeckis le sobran motivos para ser una película imprescindible en cualquier ranking de mejores películas, pero en donde definitivamente se ha hecho un hueco para toda la vida, es en el corazón de nuestros padres.
Porque, tal y como dice Forrest, "Puede que yo no sea muy listo, pero si sé lo que es el amor", y a eso ninguno somos capaces de resistirnos.
'Braveheart'
Y llegó la épica de las épicas. Desde que en 1995 Mel Gibson se pusiera tras las cámaras por segunda vez en su vida para llevar al cine la historia del libertador más famoso de Escocia, William Wallace, en ese preciso momento, Gibson cambió para siempre.
En 'Braveheart' el actor, que ya era un referente para el público paterno gracias al éxito de la saga 'Arma Letal', dirigió y protagonizó probablemente una de las mejores y más hermosas películas históricas de todos los tiempos. Lo tiene absolutamente todo: el recurrente honor y lealtad como telón de fondo y la libertad como el canto esperanzador hasta sus últimas consecuencias. Con esta película Gibson volvió la mirada al cine de aventuras e histórico de la época dorada del Hollywood de los años 50, para revisarlo y dotarlo de una dirección espectacular y un guión mega épico, con cabida para incluso chistes socarrones al más puro estilo "macho man", sin perder la sensibilidad que merecía la historia del héroe escocés.
Wallace luchó hasta su muerte por un fin: la libertad de un pueblo masacrado y sometido, pero el motor que le llevó a librar las batallas y plantarle cara al invasivo ejército inglés, fue vengar a su familia, y eso es algo que nuestros padres no olvidarán nunca.
'Mejor... imposible'
Y del ser más despreciable surgió todo un caballero, porque: "Tú haces que yo quiera ser mejor persona".
El igualmente terrible y carismático Melvil, interpretado por esa fuerza de la naturaleza que es Jack Nicholson, se quedó grabado en la retina de todos aquellos hombres que se vieron reflejados en él de cierta manera. Melvin era un machista empedernido, un maniático señor con un trastorno obsesivo-compulsivo, clasista, solitario y homofóbo a consecuencia de una muy mala educación, pero todo eso cambia gracias a una mujer, Carol (interpretada por Helen Hunt) y un encantador perrito. Así que en cierta forma, 'Mejor... imposible' es una película que no solo convirtió a su protagonista en una mejor persona, también lo hizo con sus espectadores masculinos. 'Mejor... imposible' se benefició de estrenarse junto con 'Titanic' porque literalmente todo aquel que no consiguió entradas para la peli de James Cameron, compró para ver a Nicholson, un impulso que aumentó después de ganar 2 Oscars. Una preciosa película sobre el amor, la amistad y la capacidad para ser mejor persona.
'Armageddon'
Michael Bay desde luego es uno de los directores más comunes en la lista de películas recurrentes por cualquier padre. Esto ocurre básicamente porque prácticamente todas sus películas se emiten en televisión cada fin de semana, si no es 'La Roca' es 'La isla' o la archipopular 'Armageddon'. Todas sus películas repletas de testosterona y detonaciones son súper entretenidas y además tratan al espectador como a un igual, no con tramas enrevesadas a lo Christopher Nolan, que tratan al público con cierta condescendencia.
El cine de Michael Bay se puede disfrutar como un recurrente "guilty pleasure" independientemente de tus conocimientos en física cuántica, además le gustan las estrellas y si su reparto incluye a Bruce Willis, Ben Affleck y Liv Tyler, ¿qué puede salir mal? Nada, 'Armageddon' ha pasado a la Historia como una película mala, pero que a todos (sobre todo a nuestros padres) les encanta. Es de esas pelis que en el instante del metraje en que la cojas, siempre te quedas para verla acabar, porque, ¿quién puede resistirse a ver cómo Willis se inmola para salvar a la humanidad? NADIE. Y por si eso fuera poco, lo hace con esos primeros acordes de fondo de 'I Don't Want To Miss a Thing' del grupo Aerosmith, que nunca ha sonado tan épico y tan bonito, logrando literalmente un explosivo final que enternece a cualquiera.
'La milla verde'
El segundo drama carcelario de Frank Darabont (antes hizo 'Cadena perpetua') adaptado de un best seller de Stephen King, es una de esas películas que es imposible acabar sin emocionarse.
La historia de John Coffey, un gigantesco hombre negro en el corredor de la muerte, acusado de asesinar a dos hermanas de nueve años, y los secretos y milagros que su carismática e infantil personalidad esconde, enternece el corazón del funcionario de prisiones interpretado por el hijo favorito de América, Tom Hanks, y de todo aquel que vea la película.
El grandullón Coffey está magistralmente interpretado por el fallecido Michael Clarke Duncan, en uno de esos papeles que serán recordados por siempre. 'La milla verde' es una película irresistible y tremendamente emotiva, pero es también un bonito alegato en contra de la pena de muerte y de los prejuicios raciales en el sur de los Estados Unidos. ¿Recordáis a ese ratoncito llamado señor Jingles? Pues ya podéis empezar a llorar.
'Gladiator'
Ridley Scott ganó el Oscar a la mejor película en la recién estrenada década de los 2000, con la superproducción épica por excelencia. Todos los elementos de la épica cinematográfica están representados en la figura de un por entonces muy en forma Russell Crowe. La historia del general Máximo Décimo Meridio y de cómo este pasa de ser general a esclavo y gladiador y lucha hasta la muerte para vengar a su familia y su nombre, es tan arquetípicamente emotiva que es inevitable rendirse ante ella, pese a que se la vea venir desde el minuto uno.
El que durante una época fue el actor favorito de todo el mundo protagonizó el papel de su vida, que pasaría a convertirse en una leyenda en los cines y salones de todas las casas.
'Cinderella Man'
En plena racha por la repercusión obtenida por el Oscar de 'Gladiator', Russell Crowe protagonizó la mejor interpretación de su carrera en un film al servicio de un director tan efectivo como Ron Howard.
'Cinderella Man' fue el regreso de Crowe al género épico por la puerta grande en una película que no corrió con todo el éxito que merecía, pero que al llegar a los videoclubs y a los pases por televisión triunfó por méritos propios.
Crowe dio vida a James J. Braddock, un aclamado boxeador en el retiro, que se vio en la necesidad de volver al ring para ganar dinero y poder alimentar a su familia afectada por la Gran depresión. Una de las películas con los desenlaces más emotivos del género de deportes y que quebró el corazón de todos los padres que entendieron porque Braddock se jugó la vida para dar a su familia la opción de vivir con dignidad.
'Gran Torino'
La quintaesencia de la heterosexualidad en el cine está nuevamente encarnada por Clint Eastwood en la piel del entrañable y cascarrabias Walt Kowalski de 'Gran Torino'.
El director demuestra su atinada capacidad y pulso como director en la historia de un ex veterano de la Guerra de Corea, que acaba de enviudar y solo tiene la compañía de su precioso coche, un Gran Torino del 72 al que cuida como a un hijo. Su tranquilidad se verá alterada a consecuencia de la inmigración y las diferencias raciales en su barrio, y que acabará por cambiar su forma de ser, hasta convertirse en un ser absolutamente empático, capaz de dar su vida por el prójimo.
Película que vuelve a poner de manifiesto la épica como consecuencia adquirida del sacrificio altruista. Un efectivo y muy emotivo desenlace capaz de derribar cualquier muro y prejuicio entre las personas por distintas que sean. Eastwood consiguió su última nominación al Oscar como mejor actor por esta impecable interpretación de un "facha" cascarrabias reconvertido en una persona excelente capaz de aleccionar moralmente a muchos.