Uno de los mejores exponentes del cine argentino actual es Pablo Trapero, uno de los directores más reconocidos de la nueva ola de realizadores que surgió en el país sudamericano a finales de los años 90 e inicios de los 2000, siguiendo la estela de otros cineastas argentinos como Daniel Burman, Lucrecia Martel o Lisando Alonso. El compromiso social de sus películas, unido a largometrajes aclamados en festivales y por la crítica lo han convertido en una de las figuras más sólidas de la industria cinematográfica más importante de América del Sur.
Las películas de Pablo Trapero entran en lo que se define como cine social. De marcado corte realista, sus protagonistas son gente normal, de clase media u obrera, que sobreviven como pueden en la vida. En su cine, hay una fuerte crítica al sistema, destacando las injusticias y desigualdades que existen en la sociedad argentina, invitando a una reflexión socio-económica. De hecho, películas como 'Leonera' o 'Carancho' incentivaron la modificación de leyes.
Un cineasta de renombre internacional
Trapero es, además, miembro fundador de la Academia de Cine de la Argentina y estuvo en su primera comisión directiva. Varias películas suyas han tenido fuerte presencia en festivales internacionales, como Cannes, San Sebastián o Venecia. Es más, su relación con el cine francés es bastante fluida, no solo por haber contado con estrellas francófonas en películas como 'Elefante blanco' o 'La quietud', sino porque en 2015 fue nombrado por Francia como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.
Cabe destacar que en su filmografía, no hay largometraje dirigido por él con "críticas nefastas", siendo todos alabados en mayor o menor forma. Por ello, en este ranking solo habrá buen cine, puesto que sus películas estarán ordenadas de la menos aclamada a la más aplaudida. Sin más, es momento de hacer un repaso al cine de Pablo Trapero.
Las películas de Pablo Trapero, de peor a mejor
'Nacido y criado' (2006)
Dentro de sus películas propias del cine social, 'Nacido y criado' es una de sus apuestas más arriesgadas, al entrar en la psique de un hombre, Santiago (Guillermo Pfening), que comienza siendo un entregado marido y padre de familia que trabaja restaurando objetos antiguos y acaba convertido en un tipo que huye de su realidad tras sufrir un accidente que acaba en tragedia.
El viaje por la Patagonia, una metáfora similar a una travesía a través del desierto, fue una decisión compleja, al intentar comprender a un hombre que, en shock y con un gran sentimiento de culpa, abandona su propia vida cuando sus seres queridos más le hacían faltan. Una versión realista de lo que hubiera sido 'Fuerza mayor' de Ruben Östlund en caso de haber querido ser más explícito en su mensaje.
'Elefante blanco' (2012)
Pablo Trapero ahondó en el cine social desde una perspectiva diferente. En 'Elefante blanco', el cineasta muestra cómo dos curas obreros se enfrentan a las instituciones eclesiásticas, gubernamentales y policiales para ayudar a los vecinos de una barriada de Buenos Aires en la que están desarrollando su misión tras haber huido de un intento de asesinato por parte del ejército de un país de Centroamérica.
Segunda colaboración con Ricardo Darín, fue la primera vez que contó con una estrella del cine francés para una de sus películas, el belga Jérémie Renier. Trapero vuelve a mostrar su habilidad para mostrar esas luchas en las que David intenta ganar a Goliath, esta vez con cierta reivindicación por aquellos religiosos seguidores de la teología de la liberación. Rodada con sumo respeto, el director vuelve a mostrar su compromiso con los más desfavorecidos.
'La quietud' (2018)
Presentada fuera de concurso en el Festival de Venecia y en Sección Oficial en la Seminci de Valladolid, 'La quietud' es uno de los filmes más recientes de Pablo Trapero y también la primera vez que la actriz francesa de origen argentino, Bérénice Bejo, actuó en su país natal. Coproducida precisamente con el país galo, 'La quietud' continúa con el enfoque de 'El clan', en el sentido que los protagonistas pertenecen a una realidad burguesa, alejada de la mirada social propia de Trapero.
Drama familiar, de secretos y rencores, el cineasta sigue saliéndose de su zona de confort para traer un filme sólido, con diálogos afilados y unas interpretaciones soberbias (un magnífico duelo de actrices entre Bejo, Martina Gusmán y Graciela Borges, con el venezolano Édgar Ramírez y Joaquín Furriel como meros comparsas). 'La quietud' es la demostración de que el cineasta consigue mantener parte de su esencia experimentando nuevas áreas de la vida, de la sociedad.
'El bonaerense' (2002)
Presentada en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes, 'El bonaerense' fue el segundo largometraje de Pablo Trapero, con el que continuaba retratando una realidad poco vista en el cine, la de un humilde cerrajero, llamado Enrique pero apodado "El Zapa" por sus amigos (Jorge Román). Tras abrir una caja fuerte para el dueño de un local (Hugo Anganuzzi) es acusado injustamente por robo.
Sin embargo, su tío Ismael (Roberto Posse), policía bonaerense, consigue sacarlo del apuro y lo convierte en un aspirante a policía. Rodada como si fuese un documental, la cinta muestra con ojo crítico la corrupción policial, lo hace a través de un protagonista que ejemplifica a una sociedad que quiere mejorar, vivir una situación, pero que queda atrapada en un ambiente atrofiado, del que es imposible escapar.
'Familia rodante' (2004)
Con 'Familia rodante', Pablo Trapero sacó su lado más costumbrista y amable, una road movie en la que el cineasta retrataba las relaciones familiares, una forma también crear una auténtica conversación intergeneracional. La excusa es cumplir con el deseo de la abuela Emilia (Graciana Chironi) de recorrer 1.500 kilómetros para visitar Misiones, el pueblo donde ella nació.
A través de este viaje, pueden verse las típicas rencillas familiares, pero también un interesante análisis de la sociedad argentina con la familia de fondo, así como también que, pese a los cambios de perspectiva que dan las generaciones, la realidad argentina tiende a vivir de forma cíclica. Un filme diferente en la filmografía de Trapero, con el que se hizo con el premio a la mejor realización en el Festival de Gijón, donde Graciana Chironi logró también el galardón a la mejor actriz.
'Mundo grúa' (1999)
'Mundo grúa' fue la carta de presentación de Pablo Trapero, su ópera prima, en la que ya mostraba su compromiso con el cine social. Su protagonista es Rulo (Luis Margani), un operador de grúas de 50 años, divorciado y con un hijo adolescente a cargo. El director mostró la vida de un hombre que intenta ganarse el pan como puede y, sobre todo, sobrevivir en una realidad complicada, al estar siempre cerca del precipicio, al borde de la exclusión social, al trabajar para pagar su humilde piso y, sobre todo, evitar ser despedido, puesto que es el desempleo su principal miedo, más a su edad.
Rodada en un impecable blanco y negro, con un toque costumbrista que fue parte de la esencia del cine inicial de Trapero, 'Mundo grúa' es magnífico largometraje, con el que podía verse el talento de un cineasta que ha hecho una larga carrera tras su debut, llevándose el premio Semana de la Crítica en el Festival de Venecia.
'Carancho' (2010)
Uno de los filmes más sólidos en la carrera de Pablo Trapero. Su primera colaboración con Ricardo Darín fue un brutal y sórdido drama social, en el que el cineasta se adentró en el mundo de los "Caranchos", un apelativo para referirse a abogados que buscan aprovecharse de accidentes automovilísticos o que participan en estafas para simularlos y así cobrar de las empresas aseguradoras.
Trapero hace cine social con un tono propio del thriller noir, mostrando una realidad complicada, especialmente cuando acaba convirtiéndose en una tela de araña que atrapa y asfixia a todo aquel que cae en sus redes. Con Martina Gusmán en el papel de la médico que toma contacto con el "carancho", Trapero supo plasmar la frágil situación de los profesionales de la sanidad argentina, en la que la corrupción (sea por avaricia o por necesidad) empaña a un sistema de fuertes desigualdades.
'Leonera' (2008)
Martina Gusmán, áctriz y esposa y musa de Pablo Trapero, ofreció una de sus interpretaciones más entregadas en 'Leonera', uno de los mejores exponentes del compromiso social del cineasta oriundo de la provincia de La Matanza. El filme muestra de forma muy fehaciente la vida en una cárcel de mujeres y la situación que viven muchas presas que dan a luz y crían a sus hijos en un ambiente tan hostil. La cinta fue candidata al premio Ariel al mejor largometraje iberoamericano y Gusmán ganó el premio Sur a la mejor interpretación femenina.
Trapero le quita cualquier artificio a dicha realidad, omitiendo dramatismos y visiones moralistas en la historia, limitándose a ser testigo de cómo su protagonista, acusada de matar a su novio y embarazada, debe vivir entre rejas. Su crítica social hace que esté enlazada con 'Prisonnières', largometraje con el que Charlotte Silvera denunciaba la situación de las mujeres que cumplían condena en la cárcel de Rennes.
'El clan' (2015)
Trapero retrató de forma muy certera el caso real de la familia Puccio, que en los años 80 amasó una gran fortuna a costa de secuestros, fraudes, asesinatos, chantajes y malversación de fondos. Por un momento, el cineasta aparcó su denuncia activista y social para hacer un largometraje que narra otra realidad, el uno de los círculos viciosos más perniciosos que pueden existir en este mundo: los lazos familiares.
El director crea una auténtica historia de terror, de infierno familiar, creado por lazos basados en relaciones tóxicas, ponzoñosos. 'El clan' es una crónica de una época de la historia Argentina en la que Trapero se consagró internacionalmente, al lograr el León de Plata a la mejor dirección en el Festival de Venecia.