Casi desde su nacimiento, el cine ha servido como fuente de inspiración para varios aspectos del resto de la cultura. Tratándose de un arte que ha sido capaz de tomar los elementos de diferentes vertientes (de la literatura a la mitología, por poner tan solo un par de ejemplos) para reconvertirlos a su antojo, en determinado momento los cineastas llegaron a comprender que el propio cine era en sí mismo una fuente de ideas inagotable.
Primero fueron los grandes estudios los encargados de llevar a cabo las actualizaciones pertinentes de los títulos que habían triunfado antes. Siendo un ejemplo claro y bastante pionero en el tiempo, tenemos el caso de los monstruos clásicos de la Universal, que ya habían visto la luz durante la etapa del cine mudo y que volverían a ser revisitados durante los años treinta y cuarenta, solo para ser recuperados de nuevo más tarde por la Hammer.
Sin embargo, otra de las características de la propia industria que durante los últimos años ha tomado bastante fuerza, es algo que nace con el término de mockbuster, que no es otra cosa que el término que sirve para definir a aquellas producciones rodadas bajo la sombra de otras más ambiciosas, las cuales vienen a querer tomar su parte del pastel del éxito.
¿Casualidades o copias?
Es por ello que por cada blockbuster, The Asylum o SyFy lanzan su propia versión de los hechos (la saga 'Transformers' tiene a 'Transmorphers' como intento de copia). Pero, ¿qué ocurre cuando las películas se parecen demasiado entre ellas y -a priori- no se trata ni de remakes ni de copias baratas? Es aquí cuando entran en juego otros aspectos a tener en cuenta, los cuales podrían ir desde la casualidad al hecho de que, realmente, estemos hablando de versiones hechas sin el menor de los tapujos a la hora de copiar elementos y aspectos argumentales.
Avanzando algunos ejemplos, es curioso que en el mismo año (1998) se estrenasen sendas producciones con alma de blockbuster en las que un meteorito se convirtiese en una amenaza para la población de la Tierra. Un año antes, había pasado lo mismo dentro del cine de catástrofes naturales, aunque el público había sido testigo de la erupción de dos volcanes en pantalla: uno en Los Angeles y otro en una zona rural de los USA.
En el presente especial, hablamos de diez ejemplos de películas que, en su gran mayoría, se estrenaron poco tiempo después de otras producciones a las que, ya sea por casualidad o porque en algún momento previo a su creación existieron apropiaciones de ideas ajenas, se parecen demasiado. Desde títulos de animación que repiten ecosistema y aspectos narrativos, hasta comedias románticas que vienen a tratar casi de la misma forma los mismos aspectos de las relaciones íntimas, pasando por películas de ciencia ficción que bien podrían pasar como remakes encubiertos de historias clásicas. Evidentemente, no están todos los ejemplos que existen, pero sí que esta selección sirve para hacernos una idea de cómo de competitiva puede llegar a ser una industria a la que no le tiembla el pulso a la hora de llevar a cabo el plagio descarado.
Películas que parecen remakes de otras (pero no lo son)
'Único testigo' (1985) / 'Una extraña entre nosotros' (1992)
En 1985, Peter Weir dirigía 'Único testigo', thriller que nos llevaba hasta la América rural para presentarnos a John Book (Harrison Ford), policía que se convertía en el principal protector de un niño (Lukas Haas) miembro de una comunidad amish, el cual ha sido testigo de un terrible homicidio. Tras descubrir que el caso está relacionado con uno de corrupción policial, el agente deberá buscar refugio en la hermética comunidad de los amish.
Sidney Lumet sería el encargado de dirigir en 1992 a Melanie Griffith en 'Una extraña entre nosotros', cuya trama giraba en torno a Emily Edith (Griffith), una policía que debía infiltrarse en una cerrada comunidad de judíos ortodoxos para resolver un brutal asesinato.
'Un pueblo llamado Dante's Peak' (1996) / 'Volcano' (1997)
Roger Donaldson presentaba en 1996 una de las disaster movies más sugerentes de los noventa. Su premisa nos llevaba hasta Dante's Peak, una apacible localidad del noroeste de los Estados Unidos, donde un vulcanólogo (Pierce Brosnan) y la alcaldesa del pueblo (Linda Hamilton) se enfrentarán a la erupción de un volcán que llevaba tiempo dormido.
Un año después, y cambiando la América rural por Los Angeles, y a los personajes por los del responsable de la oficina de gestión de emergencias (Tommy Lee Jones) y una sismóloga (Anne Heche), llegaba 'Volcano', dirigida por Mick Jackson.
'Antz' (1998) / 'Bichos, una aventura en miniatura' (1998)
Dreamworks se estrenaba en la animación en 1998 con 'Antz (Hormigaz)', la cual nos presentaba la historia de Z-4196, una hormiga obrera macho que se enamora de la princesa Bala y que verá su futuro peligrar cuando sea enviado a una batalla contra las termitas por culpa del general Mandible.
Ese mismo año, y después del éxito que había supuesto en 1995 'Toy Story (Juguetes)', Pixar nos traía su segundo largometraje, 'Bichos, una aventura en miniatura', el cual también contaba con insectos como protagonistas, y en la que la hormiga Flick se veía con la necesidad de crear un ejército formado por otros insectos para que le ayudasen a enfrentarse a la plaga anual de saltamontes que cada temporada arrasa su colonia.
'Deep Impact' (1998) / 'Armageddon' (1998)
Con tan solo dos meses de diferencia, el público de 1998 fue testigo de sendas interpretaciones del fin del mundo meteorito mediante.
Gracias a 'Deep Impact', Mimi Leder batió récords convirtiéndose en la mujer directora que más dinero había conseguido recaudar en taquilla hasta el momento.
Pese a que ambas historias no tuvieran en común mucho más que la premisa de la amenaza de un cuerpo venido del espacio con la intención de acabar con la vida en la Tierra, muchos fueron los que pensaron que el 'Armageddon' de Michael Bay se había aprovechado del éxito de su predecesora. Sin embargo, la realidad que hay detrás de las dos producciones es que ambas se llevaron a cabo de forma casi paralela.
¿Casualidad?
'El show de Truman' (1998) / 'EDtv' (1999)
Era 1998 cuando Jim Carrey se empezaba a despojar de la etiqueta de rey de la comedia con un título que se convertiría en paradigma en cuanto a la representación de los reality shows en pantalla: 'El show de Truman'.
Dirigida por Peter Weir y con guion de Andrew Niccol, la historia convertía al Truman del título en el protagonista de un ambicioso reality en el que lleva participando desde que es pequeño, sin tener constancia de que toda su vida ha sido filmada y que todos aquellos que le rodean no son más que actores.
Un año más tarde, Ron Howard convertía a Matthew McConaughey en Ed, un hombre de clase humilde convertido en el protagonista de un reality nacido con el fin de elevar los datos de audiencia de una cadena de televisión en horas bajas, y quien deberá lidiar con el elevado precio de la fama que eso supondrá.
'Intensity' (1997) / 'Alta tensión' (2003)
Adaptando la novela 'Tensión' de Dean R. Koontz, en 1997 Yves Simoneau dirigía para televisión 'Intensity', título protagonizado por Molly Parker y Piper Laurie en el que una joven estudiante es invitada a pasar un fin de semana en la mansión de una compañera. Tras despertarse de una horrible pesadilla, la protagonista descubre que un despiadado psicópata ha acabado con la vida de todos los familiares de su amiga y se la ha llevado con él. Será entonces cuando decida ir en su búsqueda.
¿A alguien le suena el argumento? Al parecer, en 2003 Alexandre Aja decidió tomar al público por imbécil y calcar la trama casi al dedillo para 'Alta tensión', uno de los ejemplos del New French Extremity sobre cuyo plagio el realizador galo todavía no se ha atrevido a confesar nada.
'Aeon flux' (2005) / 'Ultravioleta' (2006)
Cierto es que los casos de 'Aeon Flux' y 'Ultravioleta' podrían no pasar como ejemplo de original y copia, pero son varios los factores que las convierten en una de esas duplas que siempre se tienen en cuenta cuando se habla de títulos que parecen querer emular a otros.
Las dos nos llevan hasta futuros distópicos en los que sus respectivas heroínas, Charlize Theron y Milla Jovovich, se enfrentarán a los nuevos estandartes de sus nuevas sociedades con la única ayuda de sus habilidades como expertas en artes marciales.
Otro aspecto que compartieron ambas producciones fue el hecho de convertirse en parte de lo peor en las carreras de sus actrices protagonistas.
'Pocahontas' (1995) / 'Avatar' (2009)
Nadie mejor que la factoría de Walt Disney, para edulcorar un relato absolutamente occidentalizado convertido en el Clásico nº 33 del estudio, 'Pocahontas', el cual nos venía a contar la relación entre el colono John Smith y Pocahontas, la hija del Jefe Powhatan, personaje que se convertía en el vórtice del conflicto entre culturas totalmente opuestas y suponía un canto a la Madre Naturaleza.
Cambiando el recién descubierto continente americano por el lejano planeta de Pandora, en 2009 James Cameron cambiaba a John Smith por Jake Sully (Sam Worthington) y a Pocahontas por Neytiri (Zoe Saldana), una joven de raza Na'vi que descubrirá a Sully las maravillas de Pandora como si hubiese sido embriagada por la sabiduría de la Abuela Sauce.
'Sin compromiso' (2011) / 'Con derecho a roce' (2011)
Al igual que ya hemos visto en otros títulos con parecidos más que razonables, el caso de 'Sin compromiso' y 'Con derecho a roce' es otro de aquellos que parece ser más fruto de la casualidad que de otra cosa, pues ambas comedias románticas se estrenaron el mismo año, en 2011, con tan solo seis meses de diferencia.
En la primera, dirigida por Ivan Reitman, Natalie Portman y Ashton Kutcher se convierten en Emma y Adam, dos amigos que deberán compaginar su fiel amistad con el hecho de mantener relaciones íntimas sin ningún otro tipo de vínculo afectivo de por medio.
En la segunda, de Will Gluck, Justin Timberlake y Mila Kunis nos presentarán una relación bajo los mismos términos que llevará a toda una serie de complicaciones propias de los clichés de cualquier comedia romántica.
'El coloso en llamas' (1974) / 'Jungla de cristal' (1988) / 'El rascacielos' (2018)
Tras enfrentarse a criaturas monstruosas ('Proyecto Rampage'), terremotos ('San Andrés'), a Vin Diesel (en la saga 'Fast & Furious') o a la crítica ('Jumanji: Bienvenidos a la jungla'), Dwayne Johnson revalida el título de héroe de acción contemporáneo con 'El rascacielos', en la que interpreta a Will Sawyer, veterano del ejército que deberá salvar a su familia del interior del edificio más alto del mundo, el cual ha sucumbido a las llamas y en cuyo desastre ha sido falsamente incriminado.
Con el único aliciente de ser un intento de blockbuster veraniego, al hablar de 'El rascacielos' pronto nos vienen a la memoria otros dos títulos a los que, seguramente, mucho tiene que deber la película de Rawson Marshall Thurber. La primera, un clásico de las disaster movies de la talla de 'El coloso en llamas', cuya esencia parece querer actualizar The Rock a la vez que se convierte en una especie de nuevo Bruce Willis en 'Jungla de cristal', el otro título al que mucho parece deberle la nueva propuesta de Johnson.
