¿Cuantas veces hemos tenido que dejar de ver un tráiler porque creíamos que se nos estaban desvelando demasiados detalles sobre la trama?
Por otro lado, ¿cuál es el número de espectadores que deciden acudir a ver determinada película motivados por el buen saber hacer del marketing? Para muestra, ahí están los éxitos de espectadores de la producción de turno de Mediaset o Atresmedia, siempre elaboradas tras una ingente campaña publicitaria.
Entonces, ¿qué debería pasar en el caso de que un largometraje acabe siendo algo totalmente diferente a lo que sus responsables nos han hecho creer? Como espectadores (es decir, como consumidores), podríamos tener todo el derecho del mundo a reclamar por publicidad engañosa.
Gato por liebre
En muchas ocasiones, es el propio público quien se crea las expectativas para una película, ofendiéndose cuando el resultado de la misma no está a la altura de lo que se espera. Dentro de este planteamiento, únicamente debería entrar en juego el hecho de que el director no es el culpable de que a nosotros no nos haya gustado cierta película (bueno, en ciertas ocasiones, sí), sino que eso se debe a lo que nosotros esperábamos de ella, sensación que casi siempre viene motivada por la forma de vender el producto que se lleva a cabo desde productoras y distribuidoras.
Como caso relativamente reciente, tenemos aquel del fan de DC que llegó a demandar a Warner por promocionar 'Escuadrón Suicida' a base de publicidad engañosa, mostrando así su descontento con las pocas apariciones del Joker en la película y lo que el metraje proyectado en salas difería de lo visto en los tráilers.
En el presente especial, hablamos de diez títulos que, de alguna manera u otra, provocaron ciertos despistes en el espectador (y no por ello relacionados con los giros argumentales de su guión ni sorpresas que se guardaban bajo la manga), ya que si tenemos en cuenta sus campañas de marketing o lo que el público en general se podía esperar de ellas, acabaron siendo un tanto diferentes a lo que parecía. Por suerte, en la gran mayoría de ocasiones, la sorpresa siempre fue para bien. Mientras que en otras, y casi siempre debido al cambio de un género por otro, el tiro ha tenido tendencia a salir por la culata.
Películas que vendían una cosa y luego eran otra
'La maldición de las brujas'
Año: 1990.
Dirección: Nicolas Roeg.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: Un niño que siente fascinación por las historias fantásticas, se verá envuelto en un mundo que nunca hubiera imaginado cuando descubre la existencia real de las brujas.
Tratándose de una adaptación del cuentista Roald Dahl y destinada a un público familiar, hay que recordar que 'La maldición de las brujas' llegó a convertirse en su momento en uno de los títulos que más llegaron a impactar en los más pequeños. La bestial labor de caracterización y el trabajo de Jim Henson como animador, convierten este título protagonizado por Anjelica Huston en uno más cercano al terror que al fantástico familiar.
'Scream. Vigila quién llama'
Año: 1996.
Dirección: Wes Craven.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: En lo que se suponía que iba a ser el regreso al cine slasher de los ochenta, conoceremos a Sidney Prescott (Neve Campbell), una joven que vive atormentada por el brutal asesinato de su madre un año atrás, y que verá como su existencia se ve sacudida por un asesino en serie.
Con el rostro de Drew Barrymore como principal reclamo de la película, no fueron pocos los que se pudieron sentir engañados al creer que iban a ver una película protagonizada por la niña de 'E.T., el extraterrestre'. La sorpresa fue mayúscula cuando ella moría en el prólogo y el público no solo se encontraba con un slasher al uso, sino con un ejercicio de metacine que consiguió resucitar un subgénero obsoleto y reescribir las normas del cine de terror.
'Revenant (Vampiros modernos)'
Año: 1998.
Dirección: Richard Elfman.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: Dos vampiros con relación directa con el mismísimo Drácula, Nico (Natasha Gregson Wagner) y Dallas (Casper Van Dien), se conocerán en Los Angeles, entablando una relación puramente carnal.
Pocos recordarán esta comedia de tres al cuarto que llegó a los cines a finales del siglo XX. Por si fuera poco, en Estados Unidos fue concebida como un telefilm, y pareció tener tanto éxito que aquí nos lo quisieron colar como estreno de la semana. Para no decepcionar a nadie, deberían haber avisado que no íbamos a ver ni acción a raudales ni mucho sexo: solo una comedia negra de serie B de la que es mejor no acordarse.
'Monkeybone'
Año: 2001.
Dirección: Henry Selick.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: Stu Miley (Brendan Fraser) es un joven dibujante que acaba de crear una tira cómica protagonizada por un deslenguado mono llamado Monkeybone. Antes de pedirle matrimonio a su novia Julie (Bridget Fonda), será víctima de un accidente.
Con uno de los pósters más horribles del cine de principio de los 2000, muchos pudieron pensar que esta nueva aventura (con uno de los chicos de moda por entonces aquel entonces) de Fraser sería un cursi e infantil relato en el que se mezclaban animación con personajes de carne y hueso. Sin embargo, 'Monkeybone' acabó siendo mucho más adulta e inteligente que lo que se podía esperar, llegando a ser comparada (salvando las distancias) con 'Una rubia entre dos mundos' y '¿Quién engañó a Roger Rabbit?'.
'El laberinto del Fauno'
Año: 2006.
Dirección: Guillermo del Toro.
País: España.
Sinopsis: En la posguerra española, Ofelia (Ivana Baquero) y su madre Carmen (Ariadna Gil), se mudan al pueblo en el que ha sido destinado Vidal (Sergi López), la nueva pareja de Carmen y un despiadado capitán franquista. Ofelia encontrará en un laberinto a un fauno (Doug Jones) que le revelará que ella, en realidad, es una princesa a la que esperan en su reino desde hace generaciones.
Es evidente que 'El laberinto del Fauno' es una película enmarcada dentro del género fantástico, pero hay que tener en cuenta que va mucho más allá de eso, pues sobre todo nos encontramos ante un duro relato sobre la posguerra del año 1944, donde la fantasía y las secuencias sobrenaturales, no son más que un contraparte metafórico al realismo que presenta la película.
'Separados'
Año: 2006.
Dirección: Peyton Reed.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: Brooke (Jennifer Aniston) y Gary (Vince Vaughn) deciden romper su relación con tan mala suerte que ninguno de los dos esta dispuesto a irse del hogar, recurriendo así a una inevitable guerra psicológica.
La que se suponía que iba a ser la enésima comedia romántica protagonizada por Aniston, y pese a contener todos los elementos de la comedia estadounidense, acabó siendo más una comedia dramática que divagaba sobre la soledad y el fin de las relaciones, que otra cosa.
'La joven del agua'
Año: 2006.
Dirección: M. Night Shyamalan.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: El responsable de un bloque de apartamentos, Cleveland Heep (Paul Giamatti), se topa con una ninfa en la piscina comunitaria (Bryce Dallas Howard).
Tras haberse convertido en el rey del suspense y el terror gracias a 'El sexto sentido', 'El protegido' y 'Señales'. Y después de haber provocado una sensación parecida con el tráiler de su anterior trabajo, 'El bosque', Shyamalan volvió a dar gato por liebre desde el momento en el que el tráiler de 'La joven del agua' se acercaba más al título de misterio que al encantador cuento que es.
'La bruja'
Año: 2015.
Dirección: Robert Eggers.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: En la Nueva Inglaterra de 1630, una familia de colonos se traslada a unas nuevas tierras. En las cercanías del bosque habita una bruja.
Con una premisa tan sencilla, el argumento de 'La bruja' consiguió posicionarse entre las películas que más hypes levantaron en 2015. Tras su triunfo en Sundance (primera película de terror de toda la historia en ganar el premio el Mejor Director) y en muchos de los certámenes de cine indie del año, para su comercialización fue vendida como una película de terror al uso, con la intención de captar a los seguidores del nuevo de horror palomitero con el sello de James Wan. Sin embargo, hubo quienes se sintieron decepcionados al encontrarse ante un drama de época con tintes de folk horror, más que una película de terror mainstream.
'Passengers'
Año: 2016.
Dirección: Morten Tyldum.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: Jim Preston (Chris Pratt) y Aurora Lane (Jennifer Lawrence) son dos de los tripulantes de una gigantesca nave que porta a miles de personas en hibernación a lo largo de un viaje de casi un siglo. Despiertos por error noventa años antes de llegar a su destino, deberán hacer todo lo posible por volver a dormir, teniendo en sus manos el poder de salvar a las miles de personas que viajan con ellos cuando una amenaza se cierna sobre ellos.
Con pinta de ser el último grito en la ciencia ficción, esta especie de space opera que tenía todos los puntos para convertirse en uno de los grandes éxitos del género de los últimos años, tiraba por la borda la gran mayoría de sus planteamientos cuando dejaba a un lado las cuestiones propias de este tipo de producciones. ¿Hacia dónde derivaba entonces? Muy a nuestro pesar, hacia una insulsa comedia romántica que nos hizo odiar con todas nuestras fuerzas a Tyldum.
'Llega de noche'
Año: 2017.
Dirección: Trey Edward Shults.
País: Estados Unidos.
Sinopsis: Con el fin de protegerse de un mal que merodea en el exterior, Paul (Joel Edgerton) hará lo haga falta por salvaguardar la seguridad de su casa, la cual acabará siendo el lugar al que llegará un extraño que perturbará la aparente tranquilidad en la que Paul vive con su familia.
Después de haber sorprendido con su ópera prima, 'Krisha', Shults apostaba por el cine de género con 'Llega de noche', título que llegó avalado por la crítica estadounidense y del que se llegó a decir que se trataba de "la película de terror del año". Nada más lejos de la realidad, y tal y como viene pasando todos los años con algunos de los títulos estrenados a principios del mismo allí, la película debió ser vendida como un estupendo drama de supervivencia, donde el horror y los coqueteos con el género no son más que ciertos elementos sin apenas importancia, en un film que parecía quedarse a medio gas en todas aquellas cosas (tan interesantes) que planteaba.
