Will Smith no nos ha puesto las cosas (nada) fáciles en los últimos años. Y cada uno de sus fracasos, que se van acumulando como una insoportable losa bajo la espalda de su carrera, duele un poco más. Y mira que ya podemos recopilar un número bastante alto. No sabemos si fue su obsesión por conseguir el respeto como actor dramático, sus ansias nada disimuladas por levantar un Oscar o, sencillamente, su desesperante falta de olfato, que suplía propuestas interesantes por secuelas innecesarias, pero está claro que hubo un punto en el que perdimos al Will que queríamos en nuestras vidas.
Porque el cariño de millones de espectadores que celebraban cada uno de sus estrenos como si fuera el último, hasta que esa misma sensación de entusiasmo se acercó peligrosamente a la realidad, se lo ganó a base de carcajadas y carisma de superestrella. Y ahí no queda lugar para la duda, Hollywood lo amaba y él amaba a la industria, entendiendo como nadie, durante mucho tiempo, todos sus mecanismos esenciales, esos que te aseguran un éxito mediático y popular a prueba de balas. Pero no a prueba de decisiones erróneas, y mucho menos cuando se contagian a una taquilla desastrosa.
Por eso, en estos tiempos tan irregulares para Smith, recordamos los trabajos más memorables de su carrera dentro de la comedia, género en el que se ha movido como un pez en el agua, incluso en sus momentos más bajos. En este conjunto de películas, con una serie en forma de bis, ofrecemos una de nuestras versiones favoritas de un actor que ha marcado a numerosas generaciones a través de pequeños clásicos del cine y la televisión más popular. Y al que echamos mucho de menos.
Cuando Will Smith nos hacía reír
'El príncipe de Bel-Air'
No podemos negar que en 'El príncipe de Bel-Air', Will Smith estaba estupendo interpretando a, bueno, Will Smith. La serie que le catapultó a la fama no habría tenido sentido, y probablemente no habría conseguido éxito alguno, sin la arrolladora presencia del actor, eje central durante seis temporadas y 148 capítulos.
Acompañado por un estupendo conjunto de secundarios, Smith entró en nuestras vidas como un tornado cómico capaz de sacar oro de cualquier tipo de situación. Humor físico, réplicas ingeniosas y un aura de superestrella que pasó muy pronto de intuición a certeza. Había nacido un ídolo. Y, a día de hoy, sigue siendo el punto más alto del Will Smith cómico.
'Dos policías rebeldes'
A estas alturas de la película parece casi imposible pensar que una película de Michael Bay pueda conseguir buenas opiniones. Pero su debut en el largometraje, 'Dos policías rebeldes', tuvo un recibimiento bastante positivo por parte de una crítica que se mostró gratamente sorprendida por la efectiva combinación entre comedia disparatada y acción explosiva.
Por su parte, el público se rindió pronto ante ella, convirtiéndola en un sobresaliente taquillazo que disparó la carrera del director y elevó a Will Smith a los altares del estrellato de manera definitiva. Y estaba justificado. El actor desprendía chispa en cada escena, se merendaba a su compañero de reparto, Martin Lawrence, en cada escena y daba un golpe en la mesa dentro de la industria que resonaba como todo contundente 'aquí estoy yo'. La racha cinematográfica de Smith acababa de empezar.
'Independence Day'
El siguiente paso tras alcanzar el éxito mundial con 'Dos policías rebeldes' era clave para Will. Por eso, el actor decidió que, antes que arriesgar, mejor era apostar por otra propuesta de acción y comedia con perspectivas de arrasar en taquilla. Y vaya si acertó. 'Independence Day' despertó la atención y el interés de millones de espectadores con la única ayuda de una escena...en la que la Casa Blanca explotaba por los aires.
Una corriente de expectativas y curiosidad que se convirtió en una realidad abrumadora tras el estreno de la película y que la terminó convirtiendo en la más taquillera de la historia del cine hasta que James Cameron entró en escena con, primero, 'Titanic', y después, 'Avatar'. En cualquier caso, Smith se coronó a lo grande gracias a su papel de héroe clásico con ironía afilada y convincentes golpes de humor, sumando otro triunfo a una carrera que había comenzado con el mejor pie posible.
'Men in Black (Hombres de negro)'
No hay dos sin tres. Tras el sorprendente éxito de 'Dos policías rebeldes' y el fenómeno que supuso 'Independence Day' dentro del género del blockbuster, Will Smith consiguió el triplete perfecto con 'Men in Black', comedia de acción, otra vez, que jugaba con la ciencia ficción y proponía una puesta en escena alocada y surrealista, siempre al borde del ridículo, marca de la casa Barry Sonnenfeld.
Con la compañía de un Tommy Lee Jones que funcionó a la perfección como contrapunto contenido, Smith se apoderaba de la película desde la primera escena para no soltarla en ningún momento. Era una estrella brillando a la altura de lo esperado. ¿El resultado? La película costó 90 millones de dólares, aproximadamente. Bien, pues recaudó casi 600. Valor seguro para la taquilla.
'Hitch, especialista en ligues'
Ni 'Enemigo público', ni ese horror llamado 'Wild Wild West', ni 'La leyenda de Bagger Vance', ni las secuelas de 'Men in Black' y 'Dos policías rebeldes', ni la infravalorada 'Yo, Robot'. Y ni mucho menos 'El espantatiburones'. Will Smith, después de encadenar tres éxitos espectaculares seguidos, solamente encontró en 'Ali', espectacular película que contaba con la mejor interpretación de su carrera, un respiro para una racha no demasiado afortunada en la que la comedia brilló por su ausencia. Aunque algunas de las propuestas citadas asegurara pertenecer al género.
Quizá por eso, el actor se lanzó de lleno a 'Hitch, especialista en ligues', terrible subtitulo incluido en su traducción española, y consiguió transmitir un entusiasmo que parecía perdido. La película, sin ser gran cosa, nos traía de regreso la versión más divertida de Smith, el registro en el que más cómodo ha parecido sentirse siempre. En cada una de sus escenas parecía tener el piloto automático puesto, sí, pero al menos volvieron las carcajadas en vez del bostezo.
'Hancock'
Después de 'Hitch, especialista en ligues', Will Smith consiguió una nueva nominación al Oscar gracias a su maravillosa interpretación en la muy notable 'En busca de la felicidad' y consiguió un nuevo éxito en taquilla con 'Soy leyenda', estupendo blockbuster de acción. Sin embargo, ambas propuestas compartían un dramatismo y una solemnidad que 'Hancock', su siguiente proyecto, voló por los aires.
Y es que estamos ante una comedia tan extraña como interesante, que va mucho más allá de su curioso punto de partida y que, salvo ese clímax final sin demasiado sentido que solamente funciona como la versión más básica de espectáculo palomitero, sorprender por su efectividad. Volvía el cómico, sí, pero lo hacía abrazado a una melancolía interesante. Una de sus películas más infravaloradas. Especialmente si la comparamos con todas las que estaban por venir.
'Escuadrón Suicida'
Ya, 'Escuadrón Suicida' es una de las peores películas de 2016, una de las mayores decepciones de los últimos años y la propuesta a la que peor le sienta la muletilla de 'La ganadora de un Oscar'. Pero, con todo, supone el regreso de Will Smith a la comedia o, al menos, a la intención de hacer reír a unos espectadores que, probablemente, ya no saben dónde meterse entre tanta escena de acción rutinario, tanto Joker versión discoteca rancia y tantos helicópteros estrellados.
No tiene demasiado mérito destacar en medio de semejante naufragio pero, oye, al menos volvimos a sonreír con Will Smith. Y es mejor que su otra propuesta del año pasado, la horrorosa, insultante 'Belleza oculta'. Así estamos. Will, por favor, cuando estrenas dos películas y la buena es 'Escuadrón suicida' es una señal clara de que toca replantear el punto en el que se encuentra tu carrera. De manera urgente.