Spider-Man es uno de esos personajes que tienen algo especial, diferente, único. Un superhéroe con el que todo tipo de espectador/lector puede sentirse perfectamente identificado, reflejado en esa combinación de inseguridad y energía, miedos y entusiasmo, dramas y comedias que es la adolescencia y, sobre todo, el vértigo del (a)salto al mundo adulto. Se trata de una sensación que, incluso cuando Peter Parker se pone su legendario traje, continúa manteniéndose perfectamente activa. Y vibrante.
A lo largo de los últimos años, podemos ir hablando ya de décadas aunque nos tiemble el pulso de la vejez adelantada, nos hemos encontrado con varios Spider-Man en la gran pantalla, diferentes versiones y rostros del personaje que, con mayor o menor acierto, han tratado de capturar en términos cinematográficos lo que era pura explosión emocional y aventura sobre el papel. Esfuerzos titánicos a los que la taquilla respondió siempre con entusiasmo, especialmente en el último de los casos, y que han podido superar hasta la temible posibilidad de sobredosis arácnida.
Porque, maldita sea, uno nunca se cansa de saltar entre rascacielos, enfrentarse a los horarios académicos y, al minuto, estar peleando contra los villanos más temibles del universo, salvar el mundo, cuidar a la familia y aprender a ser mayor. Un conjunto de metas superheroicas y vitales que, en las manos y telarañas de Spider-Man, se convierten en películas tan divertidas como estimulantes, tan difíciles como espectaculares, tan vertiginosas como cálidas.
Las películas de Spider-Man, de peor a mejor
'The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro'
Comienza esta secuela del hombre araña con dos momentos de acción pura y dura y un discurso épico con escenas a cámara lenta. ¿Hemos empezado por el final? No, simplemente estamos ante una declaración de intenciones inicial que, lástima, termina convertida en desastre narrativo. Y es que, asentados los fuegos artificiales, 'The Amazing Spider-Man 2' pierde por completo su rumbo al centrar todos sus esfuerzos en cumplir más objetivos de los deseados.
- Presentar a Electro, terrible Jamie Foxx, y Duerde Vende, correcto Dane DeHaan.
- Asentar las bases para una siguiente entrega que jamás llegó.
- Construir una especie de homenaje al género del romance adolescente.
- Emocionar al espectador con un desenlace potentísimo que, ahí sí, funcionaba a la perfección en su impacto sorprendente.
Muchas pretensiones para una película que terminaba siendo, de manera casi inevitable, profundamente irregular y caótica. El golpe definitivo a una saga que jamás llegó a despegar.
'The Amazing Spider-Man'
Más allá de si era necesario o no volver a contar otra vez los orígenes de Spider-Man en la gran pantalla después de una trilogía, la firmada por Sam Raimi, que no andaba tan lejos en el tiempo, esta versión del héroe arácnido de Marc Webb, cineasta llegado del indie al que no le vino demasiado grande el traje de artesano del espectáculo y que, al mismo tiempo, consiguió otorgar algo de intensidad a las relaciones de sus personajes, terminó siendo un interesante (re)inicio, que no revisión, del legendario personaje.
Entre sus virtudes, destacan la química entre un desatado Andrew Garfield y la siempre genial Emma Stone y la épica emocional descubierta en sus últimos, y mejores, minutos, los cuales terminaba de confirmar a 'The Amazing Spiderman' en una propuesta más solvente de lo que se podía intuir. O, al menos, más oportuna que oportunista.
'Vengadores: Endgame'
Rápido y sin spolilers: El Abrazo.
Historia del universo cinematográfico de Marvel.
'Capitán América: Civil War'
Aquel trailer de 'Capitán América: Civil War' ya tenía todo a su favor para arrastrar a los millones de espectadores a las salas de cine, pero, por si acaso, se reservaba para el final la aparición de, nada más y nada menos, que Spider-Man. Delirio. Reacciones entusiastas. Felicidad general en la parroquia marvelita.
Un ansiado estreno del personaje en el universo Vengadores que, una vez vista la película, resultó todavía mejor de lo esperado. Y la clave principal del éxito estaba en un Tom Holland que conseguía hacer suyo al personaje desde el primer minuto. De hecho, no lo ha soltado desde entonces. Él es el principal culpable de esta nueva edad de oro del héroe arácnido. Y todo empezó en este esplendoroso espectáculo cinematográfico.
'Spider-Man 3'
Cuestión de expectativas, problemas entre Sam Raimi y los productores por imposición de villanos y guiones reescritos una y mil veces. Las razones por las que 'Spider-Man 3' fue vapuleada por gran parte de público y crítica son varias y conocidas, pero, sin embargo, el paso del tiempo nos debería ayudar a reivindicar con mayores dosis de entusiasmo una tercera entrega que, pese a no rozar los talones de sus dos antecesoras, no cede lugar alguno al bostezo. No todo son grandes ideas, ni mucho menos, pero creaciones como el Hombre de Arena de Thomas Haden Church o ese grandilocuente y múltiple combate final merecían una mejor suerte.
'Vengadores: Infinity War'
La película evento del 2018 cumplió a lo grande con su condición: 'Vengadores: Infinity War' era tan espectacular, equilibrada, divertida, vibrante, épica y emocionante como habíamos soñado desde el principio. Con lo imposible que parecía. La primera parte de un desenlace destinado a marcar para siempre a toda una generación de espectadores funcionaba gracias al equilibrio de todas sus partes, al manejo ejemplar de una decena larga de personajes y tramas por parte de los hermanos Russo y a una traca final realmente inolvidable, con mención especial para unos últimos minutos que cortaban la respiración. Y ahí es donde destaca, entre la multitud de lágrimas y polvo, la mirada asustada y conmovedora de un Tom Holland que, por si quedaba alguna duda, se parece mucho al Spider-Man perfecto.
'Spider-Man'
Dos años después de la notable 'X-Men' y uno antes de su soberbia secuela ('X-Men 2'), Sam Raimi convertía a 'Spider-Man' en un nuevo éxito rotundo para los superhéroes cinematográficos. Una victoria comercial y crítica más que merecida para una de esas historias de orígenes que, antes de convertirse en puro piloto automático, desprendían un entusiasmo y una energía contagiosa, fruto directo de una curiosidad absoluta por parte del espectador.
Por funcionar, hasta Tobey Maguire lo hacía como improbable Peter Parker en esta primera entrega arácnida que asentaba los pilares sobre los que se construiría su imponente continuación con suma inteligencia, espectacularidad visual, dosis exactas de comedia y sorprendente capacidad para generar imágenes icónicas. Un punto de partida tan ejemplar como imprescindible para los amantes del género.
'Spider-Man: Homecoming'
El aplaudido estreno de Tom Holland como hombre araña en solitario tras su celebradísima aparición en la excelsa 'Capitán América: Civil War' sigue brillando como uno de los mejores capítulos del catálogo cinematográfico de Marvel hasta la fecha. Y es que, de principio a fin, 'Spider-Man: Homecoming' conseguía atrapar al espectador, iniciado o no en la materia, gracias a un sentido del humor especialmente efectivo, unos entrañables personajes secundarios, un ritmo casi perfecto, algunas escenas de acción realmente espectaculares y, sobre todo, su villano, un Buitre interpretado por un espléndido Michael Keaton que suponía una amenaza perfecta para el entusiasta y carismático Peter Parker de Holland. En definitiva, un blockbuster modélico. Ya contamos los días para 'Spider-Man: Lejos de casa'.
'Spider-Man 2'
Vamos directos al grano: 'Spider-Man 2' es una de las películas de superhéroes más importantes, inspiradas y redondas de la historia del género. Tal cual. Alejada, por los pelos, de las imponentes 'El caballero oscuro' o 'Vengadores: Infinity War', por citar dos ejemplos ilustres, esta secuela volvía a destrozar el absurdo tópico de que segundas partes nunca fueron buenas doblando los esfuerzos, objetivos y, aquí viene lo importante, logros obtenidos con 'Spider-Man'.
Desde la mejor versión posible de Sam Raimi tras la cámara hasta su épico climax final, pasando, por supuesto, por ese memorable Doctor Octopus de Alfred Molina, todo en 'Spider-Man 2' explota en cine enérgico, vibrante y emocionante de puro vértigo palomitero. Un espectáculo desde todos los puntos de vista posible que da como resultado la que es, de largo, la mejor de las entregas cinematográficas del héroe arácnido...hasta que apareció la animación.
'Spider-Man: Un nuevo universo'
No entraba en los planes de casi nadie que una de las mejores películas de superhéroes de la década estuviera protagonizada por Spider-Man y fuera de animación. Pero es que, maldita sea, 'Spider-Man: Un nuevo universo' apareció para dinamitar todas las expectativas y prejuicios del mundo. Y lo consiguió a lo grande. Una auténtica montaña rusa de acción, carcajadas y emotividad perfectamente dosificada que convertía el espectáculo visual, apabullante, en extraordinaria maniobra narrativa sin perder de vista en ningún momento a un conjunto de personajes realmente memorables y a una historia tan clásica como infalible. Una fiesta cinematográfica de inicio a fin.