La trayectoria cinematográfica del británico Stephen Daldry es tan breve como intensa. Sus películas se cuentan entre éxitos críticos y comerciales con nominaciones masivas a todo tipo de premios, Oscar incluidos, y fracasos capaces de generar opiniones realmente negativas por su querencia desmedida al subrayado más intenso. Eso sí, todas y cada una de sus propuestas abren las puertas de par en par a todo tipo de espectadores, buscando siempre la emoción colectiva más tangible y contagiosa. Daldry te quiere dentro. En tu mano queda.
Cineastas de maneras, formas, esencia y espíritu clásico, Daldry representa un tipo de director cada vez menos presente en el panorama cinematográfico actual. No es un artesano con oficio que solventa sus proyectos con solidez, pero sin aportar nada, se trata más de un autor enamorado de la tradición, un tipo obsesionado con trazar cada línea de la historia que está contando con la intensidad que equilibra la sutileza. Un movimiento artístico que no siempre da los mejores resultados, pero que, cuando lo hace, desprende el aroma del auténtico cine.
A continuación, repasamos todas sus películas y las ordenamos de peor a mejor, comprobando de esta manera que sus triunfos siguen pesando más que sus errores. Y con diferencia. Un recorrido intenso por la obra de un cineasta que se ha ganado a pulso la admiración y el respeto general.
Las películas de Stephen Daldry, de peor a mejor
'Tan fuerte, tan cerca'
Los tímidos abucheos que se escucharon en la sala de prensa donde se anunciaban las nominaciones a los premios Oscar de 2011 en el momento en el que 'Tan fuerte, tan cerca' se confirmó como una de las candidatas a la estatuilla a la Mejor Película siguen siendo un signo más que contundente del naufragio artístico que supuso el cuarto largometraje de Stephen Daldry.
Pornografía emocional que golpea al espectador con las estrategias más sucias y evidentes, recital de subrayado y dramatismo cargante e insultante progresión narrativa a costa de los atentados del 11 de septiembre, 'Tan fuerte, tan cerca' resume y acoge la práctica totalidad de errores y tics más característicos de ese cine vulgar y pretencioso que aspira exclusivamente a provocar el llanto y acumular galardones. Por suerte y justicia, no logró ninguno de esos objetivos, quedándose exclusivamente con un 'honor': ser la peor película de Daldry hasta la fecha.
'The Reader (El lector)'
Kate Winslet terminó con la estatuilla bajo el brazo gracias a 'The Reader (El lector)', un dramón de manual diseñado para arrasar con todas las estatuillas, algo que (afortunadamente) no consiguió, con el que Stephen Daldry empezó a flojear tras dos obras maestras consecutivas de la talla de 'Billy Elliot (Quiero bailar)' y 'Las horas'.
Una cinta lastrada por un ritmo más que fallido, demasiado cercano al bostezo, que, sin embargo, se salva del naufragio gracias a la labor de la actriz británica. Una interpretación que podría haber caído en la parodia y el exceso lacrimógeno, pero que, en manos de Winslet, resulta realmente convincente y conmovedora. Ella es, con infinita diferencia, lo mejor de una película tan pretenciosa como olvidable.
'Trash: Ladrones de esperanza'
Con la sobrevaloradísima 'Slumdog Millionaire' y la excelente 'Ciudad de Dios' como algo más que referentes e influencia directa, 'Trash: ladrones de esperanza' nos devolvió una pizca de la mejor versión de Stephen Daldry tras el merecido fracaso de la horrible 'Tan fuerte, tan cerca'.
Tampoco conviene volverse loco, sencillamente estamos ante una película que se deja ver con agrado, que decide no meter demasiado el dedo en la herida social de sus protagonistas y que mantiene, con alegre destreza, un ritmo lo suficientemente interesante como para que no perdamos la atención y el interés en su historia. Una serie de logros que se deben en gran parte al guion del infalible Richard Curtis, auténtico motor vital y emocional de una propuesta que funciona sin dejar huella.
'Las horas'
Partiendo de la más que recomendable novela firmada por Michael Cunningham, Stephen Daldry mantuvo el tremendo listón dejado por su debut cinematográfico, 'Billy Elliot (Quiero bailar)', con la extraordinaria 'Las horas'. Apoyado en un reparto de auténtica altura formado por una oscarizada Nicole Kidman, las maravillosas Julianne Moore y Meryl Streep y un inolvidable Ed Harris, el cineasta británico encontró aquí un equilibrio casi perfecto entre clasicismo y solemnidad, dramatismo y sensibilidad, exquisitez y épica emocional. En definitiva, una película muy parecida a una obra maestra.
'Billy Elliot (Quiero bailar)'
Desde su primera y fantástica primera escena, 'Billy Elliot (Quiero bailar)' desprende un encanto magnético que te atrapa y te mantiene enamorado de su historia y personajes a lo largo de 111 minutos que pasan como un auténtico suspiro. La mejor película de Stephen Daldry hasta la fecha, protagonizada por un impresionante Jamie Bell y con una de esas interpretaciones secundarias que dejan huella, la ofrecida por Julie Walters, sigue siendo un valor excepcional a la hora de transmitir una vibrante felicidad al espectador.
Repleta de momentos brillantes, 'Billy Elliot' conquistó a crítica y público desde su sencillez, arropada por una banda sonora estupenda que servía de perfecto acompañamiento a una trama que conseguía que el manido mensaje de cumplir un sueño superando las dificultades que te rodean, sonara con la misma fuerza e inspiración que el primer día. Ese chaval que comienza saltando en su cama mientras escucha a T. Rex, es uno de esos personajes que llegan para quedarse. Y nosotros encantados.