El tiempo, elemento siempre caprichoso, sigue alimentando las dudas y la polémica. ¿Tony Scott o su hermano Ridley? Calma, no es necesario echarse las manos a la cabeza. Por supuesto que un director que tiene en su trayectoria películas de las dimensiones de 'Alien, el octavo pasajero' y 'Blade Runner', y en menor medida, 'Thelma & Louise' o 'Los duelistas', no debería tener miedo alguno a los pulsos de talento, pero la mirada debe ser global. Y en ese sentido, Tony es capaz de plantar cara. Mucha. Puede que no cuente con ninguna obra maestra puntual pero con un mayor número de cintas notables. Y con la perfección técnica que ha salvado a su hermano de la quema en varias ocasiones. Ok, ya dejamos las (odiosas) comparaciones.
Pero este especial corresponde en exclusiva a la obra del menor de los hermanos Scott, añorado director que a lo largo de sus 68 años de vida consiguió dar forma a una trayectoria repleta de trabajos de un acabado formal de primera categoría, abrazando esencialmente el género de la acción como terreno favorito para plasmar todo su talento. No esquivó las inevitables balas de ese sector de la crítica que convive a diario con los prejuicios ante este tipo de cine, pero nunca pareció importarle. Sabía lo que quería, sabía la forma en la que lo quería y sabía las personas con las que quería hacerlo. Y en este último sentido destacaba, evidentemente, Denzel Washington, actor con el que trabajó en cinco ocasiones.
Cinco películas que aparecen a lo largo de este especial en el que se analiza toda su carrera, ordenando cada una de sus obras de peor a mejor. Se trata, en definitiva, de trazar un recorrido por la trayectoria de un cineasta que lucho contra la sombra y el peso de un apellido a base de carisma, fuerza y gran cine. A continuación, todas las películas de Tony Scott. ¡Acción!
Las películas de Tony Scott, de peor a mejor
'Días de trueno'
Cuatro años después de revolucionar las taquillas de medio mundo y convertirse en todo un fenómeno que iba más allá de lo puramente cinematográfico, 'Top Gun. Ídolos del aire', tuvo su remake. Porque eso es, de manera nada disimulada, 'Días de trueno', la película más decepcionante de la carrera de Tony Scott y uno de los peores trabajos de su protagonista, Tom Cruise.
Tampoco Nicole Kidman, ni siquiera Robert Duvall, consigue imprimir algo de valor a una película aburrida de inicio a fin, incapaz de transmitir ese vértigo pretendido. De emoción en su trama romántica mejor ni hablamos. Una producción pensada exclusivamente para continuar la senda del éxito de Maverick. Más allá de eso, la nada absoluta.
'Revenge (Venganza)'
Después de saborear a lo grande las mieles del éxito con 'Top Gun. Ídolos del aire' y 'Superdetective en Hollywood II', Tony Scott decidió probar suerte con el drama romántico en 'Revenge (Venganza). Tocaba ponerse serio con esta historia de mafiosos, amores imposibles, deudas y traiciones a la que lo único que se le pedía era pasión en su fondo y forma. Lástima que no aparezca en ninguno de los dos ámbitos.
Protagonizada por Kevin Costner, Anthony Quinn y Madeleine Stowe, 'Revenge (Venganza)' está marcada por una falta de vida y emoción realmente notable que anula cualquier tipo de impacto en el espectador. Ni siquiera un desenlace mucho más dramático y desolador de lo esperado consigue ir más allá de ese molesto tono de telefilm que rodea cada uno de los planos de un trabajo tan fallido como intrascendente.
'Top Gun. Ídolos del aire'
El paso del tiempo no le sienta bien a todas las películas. Es más, en casos concretos, lo que un día supuso todo un acontecimiento se convierte, años más tarde, en pura incomprensión. 'Top Gun. Ídolos del aire', cuyo éxito siempre estuvo más relacionado con la taquilla que con la respuesta crítica, es uno de los ejemplos más evidentes.
Con una secuela anunciada que ya ha provocado más de un desmayo, para bien y para mal, la película más famosa de la carrera de Tony Scott ha llegado a la actualidad convertida en una especie de parodia constante, una comedia involuntaria de trama inexistente, tan previsible como ridícula. Un videoclip eterno que conquistó a millones de espectadores tras su estreno, alguno de los cuales todavía mantiene su devoción intacta, que ha envejecido de la manera más decepcionante posible. Con perdón.
'Superdetective en Hollywood II'
A la hora de enfrentarse al rodaje de 'Superdetective en Hollywood II', no parece muy descabellado imaginar la filosofía de Tony Scott. El humor está bien, pero dame más acción. Toda la posible. Dicho y hecho. Esta estupenda secuela, que solamente perdía en comparación con su exitosa predecesora por el contundente factor sorpresa, dejaba ligeramente de lado los gags marca Eddie Murphy para ceder un espacio más que considerable a la vertiente más trepidante de la historia. Un camino que seguiría una tercera entrega que no terminó de cumplir con las expectativas y que otorga un valor extra al trabajo de un Scott que supo dejar su sello en el universo del detective Axel Foley.
'Fanático'
Si este especial estuviera basado en las películas con mejor inicio de la carrera de Tony Scott, 'Fanático' no estaría, ni muchísimo menos, en una posición tan baja. Es más, esta adaptación de la novela de Peter Abrahams cuenta con un primer tramo realmente notable, capaz de atrapar al espectador con una presentación de personajes tan trepidante como elegante. La forma en la que el director coloca las piezas en el tablero es toda una demostración de narrativa contundente pero, a la hora de la verdad, casi todo se viene abajo.
Robert De Niro, desatado hasta unos límites que sobrepasan el exceso, carga con el peso de una historia que camina por rutas demasiado previsibles. Y ahí está el problema, en la ausencia de sorpresas y en la rutina en la que va cayendo el relato. El desenlace recupera la fuerza inicial, pero ya es demasiado tarde. A esas alturas, 'Fanático' ya es un trabajo menor.
'Juego de espías'
Protagonizada por Brad Pitt y Robert Redford. Con semejante reclamo en su cartel, 'Juego de espías' ya partía con un as en la manga de los que quitan el hipo. La leyenda y su sucesor más evidente, dos actores con capacidad innata para cautivar a la cámara desprendiendo carisma, atractivo y personalidad. La historia, además, también parecía un buen punto de partida. Una trama de espionaje con Redford y Pitt interpretando al maestro y el alumno, un eco dramático que era algo más que un guiño a la realidad más evidente.
Sin embargo, Scott nunca parece sentirse cómodo en una película que, a base de aburridos saltos temporales, incluyendo flashbacks de un absurdo terrible, y escenas de acción sosas y rutinarias, termina siendo poco más que un pasatiempo sin capacidad para dejar peso alguno en la memoria. Sus protagonistas merecían algo mejor, desde luego.
'Déjà Vu'
¿Un thriller de acción con viajes en el tiempo y Denzel Washington al frente? Maldita sea, toma mi dinero. Después de abandonar a su actor estrella durante una película ('Domino'), Tony Scott volvió a llamar a su estrella favorita para que protagonizara 'Déjà Vu', una de las propuestas más alocadas de su carrera. Y no es cuestión de forma, aquí tenemos a un director en pleno control de facultades, hablamos de fondo. Y ahí es el punto en el que todo termina en decepción.
Aburrirse con 'Déjà Vu' es muy complicado, prácticamente imposible, pero la sensación final, tras un desenlace previsible y edulcorado, no puede ser otra que agridulce. Un argumento con infinitas posibilidades que, lástima, se queda en trabajo menor.
'Imparable'
El último largometraje dirigido por Tony Scott, 'Imparable', volvía a reunirle una vez más con su actor favorito: Denzel Washington. No tenía mal gusto, desde luego. Una colaboración final que partía de un argumento sencillo y excesivamente similar a 'Speed', cambiando un autobús por un tren, para dar forma a un trabajo orientado exclusivamente a zarandear al espectador en un vertiginoso trayecto de nervio y velocidad.
'Imparable', lejos de aportar algo excelso a la dupla Scott/Washington, no iba más allá de un entretenimiento perfectamente apto para disfrutar sin pensar. Una despedida distanciada de los mejores trabajos del director pero que, entendida como testamento cinematográfico, muestra a un tipo que aún sabía hacer su trabajo por encima de la media.
'Asalto al tren Pelham 123'
Cambiamos a Walter Matthau por Denzel Washington y a Robert Shaw por John Travolta. Sustituimos la tensión y el nervio del director Joseph Sargent por el músculo y la explosión visual constante de Tony Scott. Realizamos ligeros toques de guion y alguna variación mínima, y ya tenemos un remake tan respetuoso como efectivo. Muy efectivo. En 2009, la estupenda 'Pelham 1, 2, 3' de 1974 se convertía en la estupenda 'Asalto al tren Pelham 123', el último gran trabajo de la carrera de Scott.
La manera de rendir homenaje a su referente, evidente en cada plano, no supone un impedimento para que el director despliegue toda su personalidad y talento a la hora de contar con un ritmo endiablado una de esas historias que te mantienen pegado a la butaca. Las interpretaciones de Washington y un más que sorprendente Travolta hacen el resto. Un remake ejemplar.
'Amor a quemarropa'
Todos los elementos necesarios estaban sobre la mesa. Empezando por un magnífico guion firmado por un inspirado Quentin Tarantino, pasando por Tony Scott detrás de la cámara y terminando en un reparto en el que se encontraban, entre otros, Patricia Arquette, Dennis Hopper, Christopher Walken, Gary Oldman, James Gandolfini o Brad Pitt. ¿Qué faltó entonces para convertir 'Amor a quemarropa' en una gran película? El cine también está formado por preguntas que jamás encontrarán respuesta. Todo lo que podía, casi debía, ser sobresaliente terminó siendo solvente. A secas.
Los personajes, puro Tarantino, la violencia, puro Tarantino, y los diálogos explosivos, puro Tarantino, son unos elementos tan ligados a su creador que la película, de una manera casi inevitable, terminaba convertida en una especie de Quentin descafeinado. El tiempo, por otra parte, tampoco ha jugado demasiado a su favor. Con todo, sigue siendo una propuesta más que interesante en la carrera de Scott, que empieza a mostrar su personalidad en destellos puntuales de gran cine.
'Enemigo público'
Ejemplo del cine comercial más característico y solvente de la década de los 90, 'Enemigo público' convence a base de entretenimiento puro y duro. Un espectáculo palomitero repleto de persecuciones, acción, disparos y giros de guion imposibles con los que Tony Scott se lo pasa pipa en todo momento. Manteniendo el control siempre sobre una historia que, por fortuna, nunca termina de tomarse en serio a sí misma, el director entrega un artefacto perfecto para devorar palomitas y disfrutar de un Will Smith pletórico. Por supuesto que no es ninguna obra maestra, no lo pretende, pero 'Enemigo público' sigue siendo una montaña rusa más que efectiva.
'El ansia'
'El ansia', además de ser la película más atípica, extraña e irreconocible de Tony Scott, es una de las propuestas más interesantes, complejas y atrevidas de su carrera. Esta historia de vampiros con miedo a envejecer, mujeres perdidas en medio del caos vital que genera la incomprensión y la soledad, de sexo entre sangre y vísceras, supuso el debut de un director que optó por el camino más difícil para estrenarse en la gran pantalla.
Afortunadamente, Scott se muestra acertado en la inmensa mayoría de momentos de una película hipnótica, desafiante y profundamente valiente a la que solamente se le pueden echar en cara ciertos excesos que se encuentran fuera de lugar del tono y la forma. Pequeños errores dentro de un trabajo único en la trayectoria del director, valioso y siempre dispuesto a ser descubierto. Ah, y tiene a David Bowie. No necesitas más.
'El último Boy Scout'
Antes de que un tipo con muy buen olfato para los negocios se gastara una auténtica millonada en el guion de 'Instinto Básico', la cual recuperaría dólar por dólar después de su estreno, el libreto de 'El último Boy Scout', firmado por un Shane Black reconocible en todos y cada uno de los diálogos y personajes, fue el mejor pagado de la historia del cine. Un honor que, de primeras, generas unas expectativas por encima de la media. La pregunta, tan evidente como inevitable, está clara: ¿lo merecía? La respuesta, sin ser un no rotundo, no termina de ser del todo positiva.
No es que esta notable cinta de acción y comedia no cumpla con lo prometido, aquí tenemos golpes y carcajadas en las mismas y satisfactorias dosis, pero el conjunto nunca termina de explotar al máximo su potencial, asentándose cómodamente en un escenario sin riesgo alguno. Tony Scott lo tiene claro, el show aquí es cosa de las hilarantes frases de Black pronunciadas con la ironía y chulería de Bruce Willis. Y ahí, 'El último Boy Scout' es imbatible.
'Domino'
Y con 'Domino' llegó la polémica. Era inevitable, cuando una película así aparece en la cartelera no queda más remedio que posicionarse de manera contundente. La amas o la odias. La defiendes a capa y espada o la detestas sin término medio ni piedad. Porque hablamos de una propuesta absolutamente radical, delirante, en un movimiento constante de ruido y furia, humor y alucinaciones, sexo y explosiones. No hay tregua, no existe un segundo para respirar. Estás (muy) dentro o completamente fuera. Si ocurre esta segunda situación, Tony Scott no se va a preocupar por ti.
El director se lanza al vacío del exceso y la locura, rodando de una manera absolutamente salvaje, casi desafiante. Un trabajo que se combina a la perfección con el guión de Richard Kelly, responsable de la inolvidable 'Donnie Darko', que aquí sirve una trama en la que todo, absolutamente todo, puede ocurrir. Y ocurre. Por su valentía, su golpe en el estómago, su impulso casi suicida y su convicción a la hora de romper toda regla establecida con anterioridad, 'Domino' merece un lugar destacado en este especial.
'Marea roja'
Denzel Washington y Gene Hackman. Por más que 'Marea roja' sea una de las mejores películas de la carrera de Tony Scott, que lo es y con mucha diferencia, no podemos negar que aquí hemos venido a recordar el tremendo recital interpretativo de sus dos protagonistas.
Porque, por más que la dirección sea trepidante y capte a la perfección la tensión y claustrofobia de cada uno de los rincones que dan forma a ese submarino reconvertido en cárcel, son Washington y Hackman los que elevan a 'Marea roja' a otro nivel, convirtiéndola en una de las películas de acción más notables de la década de los noventa. A día de hoy, sigue siendo un absoluto espectáculo presenciar semejante batalla entre estos dos titanes, un empate técnico de talento brutal. Y Scott, a nuestro lado, disfrutando de sus bestias.
'El fuego de la venganza'
La depuración de un estilo. La cima de una trayectoria. La combinación perfecta entre un actor y un director que, en su enésima colaboración, consiguen al fin la comunión perfecta. 'El fuego de la venganza' es un thriller de cinco estrellas por la sencilla razón de que parte del impulso, de la explosión, del nervio mayúsculo para trazar una historia emocionante hasta la lágrima.
Su protagonista, un Denzel Washington pletórico, nos lleva de la mano a lo largo de una película repleta de escenas de acción de primer nivel que se combinan a lo grande con momentos de una intensidad dramática tan inesperada como contundente. Scott había encontrado, al fin, una película a la que añadir un corazón más allá del músculo deslumbrante. Y la fórmula entregó unos resultados impecables.