La magia del cine puede provocar que ciudades majestuosas, paisajes de ensueño o monumentos que acogen historias milenarias acerquen esas maravillas, al menos durante un pequeño instante, a los espectadores, desatando sueños de películas, en los que el público desea emular lo visto en la gran pantalla. Entre esos lugares asombrosos está Roma, la capital de Italia, la Città eterna. Una ciudad única que el cine ha sabido retratar de manera más o menos loable.
La Fontana di Trevi, el antiguo Campidoglio, la Piazza Venezia o la Plaza de España son lugares míticos, todo un símbolo para la ciudad eterna. El cine, desde sus inicios, se ha dejado deslumbrar por la magia y el esplendor de Roma, una villa que guarda una historia milenaria.
¿Quién no ha soñado ser Anita Ekberg y darse un sensual baño en la Fontana di Trevi? ¿Acaso nadie ha querido investigar los secretos que esconde el Vaticano como hace Tom Hanks en 'Ángeles y demonios'? ¿Quién no se queda impresionado ante ese neorrealismo mostrado en la búsqueda de Lamberto Maggiorani por la Piazza Vittorio y el Mercado Porta Portese de esa bicicleta que le han robado ante la atónita mirada de su hijo?
La eternidad italiana hecha cine
Roma es eterna y el cine ha querido hacerla, si aún cabe, más eterna. Grandes cineastas, icónicos actores, artistas de todo el mundo han pasado por ese lugar tan especial. También, no hay que olvidar, que a las afueras de la capital italiana se encuentran los estudios Cinecittà, unos de los más importantes de toda Europa y en los que se han rodado filmes tan míticos como 'Vacaciones en Roma', 'Ben-Hur', 'Quo Vadis' o 'Historia de una monja'.
Esplendorosa, bella y, sobre todo, eterna. Es momento para ver una selección de películas, en estricto sentido cronológico, con las que el público podrá deleitarse con Roma, la grande Città eterna, la auténtica Grande bellezza. Es imposible citar todas las películas que han mostrado a la bella capital pero, sin duda, las elegidas nos transportarán, al menos unos instantes, por las lindezas de Roma.
Películas con las que visitar Roma desde la butaca
'Tosca' (1941)
Realizada en plena Segunda Guerra Mundial. Jean Renoir empezó a rodarla pero, debido a la guerra, tuvo que terminarla el cineasta Carl Koch. Adaptación cinematográfica de la ópera de Giacomo Puccini, que estaba basada en el drama 'La Tosca' de Victorien Sardou, el filme contó con las interpretaciones de Imperio Argentina y Rossano Brazzi. Se trata de un período anterior al archiconocido neorrealismo italiano. Entre los guionistas estaba el gran realizador Luchino Visconti.
El filme, que narra la tragedia de la diva de la ópera Floria Tosca, fue rodado en el icónico Castel Sant'Angelo, monumento situado a orillas del río Tíber y a muy poca distancia del Vaticano. Concebido para ser un mausoleo familiar, lo empezó a construir el emperador Adriano en el año 135, el castillo se convierte en el testigo del relato de una heroína que hará todo lo posible por salvar a su amado, el pintor Mario Cavaradossi. Una tragedia operística en la que también hay espacio para otros monumentos emblemáticos: la iglesia Sant'Andre della Valle y el Palacio Farnesio.
'Roma, ciudad abierta' (1945)
Considerada, junto con 'Ladrón de bicicletas', la gran obra maestra del neorrealismo italiano; 'Roma, ciudad abierta' evidenció que quienes sabrían retratar mejor a la Città eterna serían los propios cineastas italianos. Inspirada en hechos reales, Roberto Rossellini empezó a escribir el guion en agosto de 1944, apenas dos meses antes de que terminase la ocupación alemana. El cineasta, junto con la colaboración de Federico Fellini y Sergio Amidei, sentía que debía narrar los acontecimientos recientes de la Segunda Guerra Mundial en Italia.
Fue la primera que mostró a una Roma devastada y desolada, con las consecuencias de la guerra muy recientes. El filme narra cómo el padre Pietro protege a varios partisanos, incluido un ingeniero comunista, como también muestra a Pina, una mujer de pueblo que está con un hombre que pertenece a la Resistencia. El hijo de Pina será testigo de la muerte de su madre y del párroco, dos personas que lucharon por la libertad de su pueblo. Sólo Aldo Fabrizi y Anna Magnani tenían carrera actoral en ese momento. Nacía así el neorrealismo italiano, con Roma como una de sus principales musas.
'Ladrón de bicicletas' (1948)
Siguiendo la estela de 'Roma, ciudad abierta' llegó tres años más tarde 'Ladrón de bicicletas', de Vittorio de Sica, otra de las obras cumbre del neorrealismo italiano. Considerada por la revista Sight & Sound como "una de las diez mejores películas jamás hecha" y basada en la novela homónima de Luigi Bartolini. Ambientada en la Roma de la posguerra, Lamberto Maggiorani da vida a Antonio Ricci, un hombre desocupado que logra encontrar trabajo, algo muy complicado en el tiempo que vive, pegando carteles. Sin embargo, el primer día de trabajo le roban su bicicleta, indispensable para poder ejercer su labor. Angustiado, recorrerá toda Roma para intentar encontrar su bicicleta o al ladrón que se la llevó.
Uno de los títulos más emblemáticos del neorrealismo, rodada con actores no profesionales, el filme continúa mostrando una Roma triste, con hambruna y mucha necesidad. Durante el metraje del filme, el público podrá ver lugares tan emblemáticos como la Piazza Vittorio o el mercado de Porta Portese, actualmente uno de los más grandes de Europa.
'Vacaciones en Roma' (1953)
Gracias al deseo de William Wyler de tener mayor libertad creativa, 'Vacaciones en Roma' fue una de las primeras producciones de Hollywood en rodarse en la icónica Ciudad eterna. Es más, también se optó por utilizar los estudios Cinecittà para las escenas de interiores. El filme narra cómo la princesa Ana (Audrey Hepburn) escapa unas horas de sus quehaceres reales y se encuentra con Joe (Gregory Peck), un periodista estadounidense, que le hará de guía por toda la capital italiana.
Una de las grandes comedias románticas del séptimo arte, en este filme se pueden apreciar varios puntos de la belleza de Roma que rompían con la imagen decadente del neorrealismo italiano del momento. Uno de ellos es el antiguo Campidoglio, una de las colinas sagradas de Roma desde la que se puede ver todo el foro romano. Es justamente en ese lugar en el que la princesa y el reportero se conocen. La película muestra otros lugares icónicos de la ciudad como la iglesia de Santa María de Cosmedi o la Piazza Venezia. Actualmente se puede hacer la ruta de la película y, por supuesto, se puede hacer montado en una Vespa.
'Ben-Hur' (1959)
Cierto es que las cintas de la Antigua Roma no muestran las bellezas que aguarda actualmente la ciudad. Bueno, como mucho el Coliseo. Sin embargo, 'Ben-Hur' sí supo mostrar los encantos naturales ocultos de Roma, concretamente la comuna Canale Monterano, ubicada en la provincia de Roma, no en la ciudad. Su territorio forma parte de la Reserva Natural Monterano, con bosques de robles y vías navegables que aún se conservan intactas.
Dicha escena pertenece al momento en que Judá Ben-Hur (Charlton Heston) y Ester (Haya Harareet) se encuentran con Baltasar (Finlay Currie), uno de los tres reyes magos, a orillas del río. Escena en la que el público puede deleitarse con el paisaje natural que tiene Roma fuera de la ciudad. Aunque no se aprecie la Roma actual en el resto de la cinta, no hay que olvidar que 'Ben-Hur' fue una de las grandes producciones hollywoodienses que se rodaron en los estudios Cinecittà.
'La dolce vita' (1960)
Si hay una película para mostrar los encantos de Roma, esa es 'La dolce vita'. Estrenada en 1960, con esta película Federico Fellini rompía con el neorrealismo y se adentraba en los inicios del simbolismo, que harán de él su marca de autor. Divida de una forma poco convencional, el filme carece de una estructura narrativa lógica, mostrando varios episodios de la vida de Marcello Rubini, un periodista desencantado que vive en Roma.
Entre esos episodios, se destaca especialmente el bullicioso ambiente nocturno de Via Veneto, una calle repleta de cafés, restaurantes, bares y salones de baile en la que actores, artistas, gente de la farándula y de la alta sociedad, se reunían para cenas y fiestas. Aunque Fellini pretendía mostrar el aspecto decadente de los excesos de las clases privilegiadas, finalmente se convirtió en un filme que ensalzaba ese estilo de vida desfasado.
Aunque la escena icónica es la que protagonizaron Marcello Mastroianni y Anita Ekberg en la Fontana di Trevi. Tras irse de fiesta por la Via Veneto y una discusión entre Sylvia, una diva del cine que pasa unos días en Roma, y su novio Robert; la actriz y Marcello, el periodista, pasarán una velada a solas recorriendo las calles de Roma. Los dos llegarán a la Fontana di Trevi, en la que la sensual diva entrará para darse un atrayente baño. En medio de los chorros de la fuente, la mujer invita al reportero a unirse a ella, dejando una de las frases más conocidas del cine: "Marcello, come here!".
'Accattone' (1961)
La ópera prima de Pier Paolo Pasolini mostraba su personal visión de la Roma de los marginados, un concepto que volvería a aparecer en sus primeras películas y que irá evolucionando conforme en sus últimos trabajos. El filme muestra cómo Accattone, un proxeneta que nunca ha querido trabajar y se dedica a robar y extorsionar, deberá hacer algo después de que detengan a Maddalena, la prostituta que lo mantenía.
Pasolini se adentraba en los estratos sociales más olvidados de Italia, aquella que quería mirar hacia otro lado al haber logrado su recuperación económica. El filme muestra, sobre todo, el marginal barrio de Pigneto, actualmente convertido en uno de los barrios más artísticos y bohemios de Roma.
'Mamma Roma' (1961)
Con su segundo largometraje, Pier Paolo Pasolini seguía hondando en las miserias humanas de la Roma de la época. En esta ocasión, convierte a Anna Magnani en Mamma Roma, una meretriz que desea vivir en un barrio pequeño-burgués. Después de que su proxeneta se casase, Mamma Roma consigue salir del edificio donde se prostituía e instalarse en un barrio "con mucha más decencia". Con la profesión dejada, ahora se dedica a vender frutas en un puesto. Sin embargo, el pasado siempre vuelve y Carmine volverá a obligar a Mamma ejercer de prostituta. A ello hay que sumarle el carácter débil e influenciable de Héctor, su hijo, lo que provocará que todo desemboque en un fatal destino.
Rodada en Roma, Pasolini volvió a mostrar la cara menos amable de la Città Eterna, volviéndola inhóspita y semejante a la jungla. El polémico cineasta, sin duda, supo transmitir la grave desafección que padecieron las clases menos favorables de la sociedad italiana.
'Trastévere' (1971)
En 1971, Fausto Tozzi dirigió una comedia titulada 'Trastévere', nombre de uno de los barrios más antiguos de la capital italiana. El perro de un importante cantante lírico se escapa y acaba perdido por las calles del barrio de Trastévere, el decimotercer distrito histórico de Roma. Situada muy cerca del río Tíber, la película enseña al público los sitios más emblemáticos de esta zona de Roma, creada por los etruscos, como la basílica de Santa María en Trastévere o el Palazzo Corsini.
'Una mujer y tres hombres' (1974)
Una de las películas más aplaudidas de Ettore Scola, en la que Nino Manfredi, Vittorio Gassman y Stefano Satta Flores recuerdan sus vivencias desde la posguerra, cuando aún luchaban contra los nazis, hasta los años 70, el momento actual de la película. Scole mostrará cómo estos hombres, idealistas y de izquierdas, irán perdiendo las ilusiones en los cambios e irán, poco a poco, aburguesándose.
Esos cambios, que pueden trasladarse a los sufridos en la propia Italia, tienen también a Roma como cómplice culpable. La ciudad ha cambiado y en la película se convierte en un personaje más.
'Una jornada particular' (1977)
Esta vez, Roma se luce de otra manera. Son Sophia Loren y Marcello Mastroianni los protagonistas de este atrevido y valiente drama. 6 de mayo de 1938, Hitler va a hacer una visita oficial a la Italia fascista de Mussolini. Todo el país se encuentra de celebración. Sin embargo, en una casa de vecinos de la Via Scipione, se quedan en el edificio Antonietta, un ama de casa, madre de seis hijos y esposa de un hombre fascista; y Gabriele, un locutor de radio homosexual que ha tenido que dejar de trabajar debido a que el gobierno lo considera "un problema". Aunque son muy opuestos en sus pensamientos, eso no impedirá que ambos congenien y que, en esa soledad, reflexionen sobre el devenir del presente
La Via Scipione se convierte en testigo de esta interesante reflexión sobre el amor, el deber o el sentimiento. Una vez, Ettore Scola dirige otra crónica sobre la historia contemporánea de Italia.
'La familia' (1987)
Ettore Scola volvió a utilizar a Roma como testigo de una historia íntima y familiar. En este caso, la capital italiana se convierte en el punto en común el devenir de una clásica familia romana burguesa desde 1906 hasta 1986. En 80 años, varias generaciones de ese mismo clan se convierten en metáfora de la evolución de la propia ciudad. Sus historias personales, familiares, sentimentales, todo ello con Roma como telón de fondo.
'El vientre del arquitecto' (1987)
No sólo los cineastas italianos y los filmes del Hollywood clásico han sabido retratar, en la gran pantalla, la belleza de Roma. El polémico cineasta británico Peter Greenaway hizo su retrato personal de la capital italiana. Un arquitecto estadounidense (Brian Dennehy) llega a Roma junto con su esposa Louisa (Chloe Webb) debido a una exposición dedica a Étienne-Louise Boullée, artista francés del siglo XVIII. Allí se obsesiona con la vida del emperador César Augusto y empieza a sentir fuertes dolores de estómago. Es en esa obsesión cuando empiezan a salir a la luz sus problemas conyugales y mentales.
Roma se convierte en una belleza fatal, con escenas rodadas en lugares tan icónicos como el Foro Italico, la Piazza Venezia o los muros aurelianos, Greenaway convierte a la Città eterna en una espiral de atracción y belleza mortal.
'Noche en la Tierra' (1991)
Entre los cineastas internacionales que dieron su visión particular de la capital italiana está el estadounidense Jim Jarmusch. Con 'Noche en la Tierra', el realizador se adentra en la vida nocturna de cinco ciudades del mundo. Dividida por episodios, Los Ángeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki son las elegidas. Todas tienen un punto en común: La jornada nocturna de un taxista y los clientes que llevará durante sus horas de trabajo.
Con un reparto internacional, en el caso de Roma, el protagonista es Roberto Benigni. Dotado con un don innato para la comedia, Jarmusch muestra su lado más ácido con un taxista que narra toda su vida sexual a un sacerdote (Paolo Bonacelli). Con un final espeluznante, la Roma nocturna de Jarmusch pasa por lugares icónicos como el Coliseo.
'Querido diario (Caro diario)' (1993)
En esta ganadora del premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes, Nanni Moretti decide mostrar la Italia más costumbrista y personal. Dividida en tres episodios, el realizador muestra la vida no sólo en Roma, sino también en las islas de Messina, en Sicilia, como también un episodio en el que narra su propia lucha contra el cáncer que sufría en ese momento el propio director en la vida real.
En el episodio de Roma, Moretti y su Vespa recorren todos los rincones de la Città eterna, lejos de estampas turísticas, mostrando el día a día de los romanos.
'El talento de Mr. Ripley' (1999)
Basada en el clásico de Patricia Highsmith, Anthony Minghella dirige y escribe un elegante thriller de época en el que Italia es una protagonista más. Tom Ripley (Matt Damon) es contratado por un rico empresario para traer de vuelta a su hijo Dickie (Jude Law), creyendo que es amigo suyo de la universidad. Cuando Ripley conozca a Dickie, éste se quedará fascinado por su bohemio estilo de vida.
La Piazza Navona se convierte en el primer lugar que se muestra de Roma en la película. Entre las escenas icónicas está aquella en la que, desde el Grand Hotel de Roma, Ripley ve el Café Dinelli, lugar que en realidad no existe sino que hay una tienda de ropa en dicho sitio. La Plaza España es el escenario perfecto para un hombre misterioso como Ripley.
'La mejor juventud' (2003)
Concebida como miniserie de televisión, 'La mejor juventud' se convirtió en un extenso largometraje partido en dos. Dirigido por Marco Tullio Giordana, sigue la evolución de una familia italiana desde los años 60 hasta la actualidad. Siguiendo la estela del cine de Ettore Scola, Giordana muestra cómo dos hermanos, Nicola (Luigi Lo Cascio) y Matteo (Alessio Boni), que comparten sueños y aspiraciones hasta que conocen a Giorgia (Jasmine Trinca), una joven con ciertos desequilibrios. Ese será el punto en el que el destino de los hermanos se separará.
Roma es uno de los grandes escenarios vistos en esta película-serie, una producción que fue considerada, en su momento, como "el 'Novecento' de la segunda mitad del siglo XX", según describió Javier Ocaña para Cinemanía.
'Manuale d'amore' (2005)
Giovanni Veronesi utiliza Roma como escenario para las cuatro fases del amor que muestra en 'Manuale d'amore'. Cuatro parejas, cuatros estados, cuatro sensaciones. Del flechazo a la primera crisis, de la traición al completo abandono. Interesante comedia romántica cuya reflexión sobre las relaciones sentimentales fue de gran éxito y desembocó en dos secuelas más.
'Ángeles y demonios' (2009)
En Roma también se puede visitar el Vaticano, el estado más pequeño del mundo. La Ciudad del Vaticano es, precisamente, el escenario de 'Ángeles y demonios', la secuela del éxito en taquilla 'El código Da Vinci'. Dirigida de nuevo por Ron Howard y protagonizada, también, por Tom Hanks. El actor vuelve a dar vida al profesor Robert Langdon. Sin embargo, esta vez sus servicios los requerirá el Vaticano, puesto que una antigua secta satánica, los Illuminati, ha secuestrado a cuatro cardenales y tiene en su posesión una bomba de antimateria. Langdon y la científica Vittoria Vetra (Ayelet Zurer) tendrán que luchar contrarreloj para evitar una catástrofe histórica.
Pese a que la película no es precisamente para recordar, lo que sí vale la pena destacar son los lugares que recorre Tom Hanks por la Santa Sede y la capital italiana. Entre los lugares que se pueden ver está la Biblioteca del Vaticano que, al contrario de lo que se comenta en la cinta, su acceso no es secreto y pueden consultarla investigadores acreditados. De hecho, como curiosidad, se utiliza la palabra Secreto en referencia a "secretaría". Además, también se pueden apreciar la Iglesia del Panteón, con más de 2000 años de antigüedad, la de Santa Maria del Poppolo, la de Santa Maria de la Vittoria, la Piazza Navona y el Castel Sant'Angelo.
'A Roma con amor' (2012)
No podía faltar la postal personal de Roma que rueda Woody Allen en 'A Roma con amor'. Quizás no sea su película más redonda, 'Medianoche en París' la supera con creces, pero es una estupenda ocasión para ver la Piazza Venezia y, sobre todo, el barrio de Trastévere. De hecho, en el número 6 de la Piazza San Giovanni della Malva está esa frutería en la que Jesse Eisenberg y Greta Gerwig compran vegetales.
Hay más lugares románticos que retrata Allen, como la Vila Borghese, en la que Eisenberg y Ellen Page se besan con una réplica del templo de Esculapio detrás. Además, el cineasta muestra el elegante restaurante Sabatini, como la Basílica de Santa María en Trastévere.
'La gran belleza' (2013)
La última película que ha sabido retratar la belleza de Roma es, valga redundancia, 'La gran belleza', la obra cumbre de Paolo Sorrentino. Ganadora del Oscar a la mejor película de habla no inglesa, el filme muestra el lado desfasado y decadente de la capital italiana con Jep Gambardella (Toni Servillo), un escritor de 65 años que sólo escribió un libro y que se gana la vida como periodista. El autor asiste a muchas fiestas llenas de actores, intelectuales, figuras de la farándula, políticos, todo aquel que es importante. Con una mirada cansada y arrogante, se cruzarán en la vida de Gambardella personajes variopintos que mostrarán la decadencia de una sociedad de otra época, mostrando los últimos retazos de la icónica Dolce Vita.
Sorrentino muestra una auténtica panorámica de Roma, en su vertiente más ácida y extrema. Una vez más, el barrio de Trastévere se convierte en uno de los lugares ideales para mostrar una estampa de la capital romana. Entre los lugares que se pueden ver está el mirador de Gianicolo, la Villa Pamphili o el jardín de los caballeros de Malta. Sin duda, el mejor exponente del cine contemporáneo para mostrar las bellezas y las decadencias de una gran ciudad como Roma.