Nos hemos acostumbrado tan rápido a que lo que venga después de los dos tonos genuinos de Netflix tenga factura española o venga de las colinas angelinas, que una producción de la plataforma con otra nacionalidad ha terminado siendo la excepción que confirme la regla. A pesar de unas cifras que no indican una tendencia contraria, existen ciertos proyectos que arrojan algo de luz a una plataforma del entretenimiento dominada por una mina de ideas ibéricas y una fábrica de dinero norteamericana con cada vez menos genialidades. En esas que Netflix, expandiendo su feudo para volar todavía más alto, ha tendido puentes con proyectos en toda Europa como la belga 'Tabula rasa', en Asia con la india 'Soni' o en Latinoamérica con la que está llamada a ser, oficialmente, la mejor película del año: 'Roma'. Títulos que, en términos de cantidad, no pueden medirse con las desarrolladas en España y Estados Unidos, pero sí en términos de calidad.
De ello, se deduce que el trabajo de "scouting" de Netflix en otros países es ciertamente más estricto, ya sea por el número de proyectos que se plantean o por la rentabilidad que puedan tener los mismos en la plataforma. España es un filón (de hecho, Netflix ya se ha hecho eco del gigantesco centro de producción que va a inaugurar en Madrid) de best-sellers para televisión y EE.UU. el padre fundador del concepto, así que es comprensible que la relación de la plataforma con estos dos países tenga más potencial que con el resto. Sin embargo, encontramos que cuando hablamos de cine, las grandes apuestas de Netflix llevan otro nombre: la de Alfonso Cuarón, 'Aniquilación' (Alex Garland) o la islandesa 'Y respiren normalmente' (Isold Uggadóttir). Es decir, si hablamos del consumo dentro de la plataforma, no hay duda de que las cifras hablan de un perfil bajo cuando las nacionalidades de las producciones no se corresponden con los dos polos más fuertes; en cambio, si hablamos del consumo fuera de la plataforma, en festivales internacionales y con el objeto de llegar a las ceremonias de premios, el resultado es muy distinto.
En la diversidad está la virtud, así que se entiende que, en el ejercicio de abarcar al mismo ritmo que aprieta, Netflix está llevando a cabo un gran trabajo selectivo. No en vano, los 200 millones de dólares que ha invertido en 'The Irishman', el regreso de Martin Scorsese tras aquella unión con su Dios que supuso 'Silencio', representan la intención de trascender el sistema que ha estado regente durante toda la vida. De acuerdo, este ejemplo no es del todo válido al tratarse de una cinta norteamericana, pero sí nos vale para reflexionar sobre el doble mercado al que aspira el gigante rojo. Sobre ti y tus tardes de domingo, buscando algo entretenido que no sea 'Las chicas del cable', 'Élite' o el sinfín de ficciones norteamericanas que hacen rebosar el catálogo, si hoy te apetece algo más frío, escandinavo; o quizás un poco introspectivo, nipón, pues bien, parece que va a ser tu día de suerte, porque te traemos una lista con las producciones de Netflix que escapan de Hollywood y la meseta castellana, viajando desde distintos puntos del globo hasta el salón de tu casa.
10 películas y 10 series de Netflix que no son ni españolas ni de Hollywood
'Roma', de Alfonso Cuarón (México)
Lo que no se haya dicho ya de esta maravilla, no lo vamos a contar aquí. Merecidamente multipremiada, trascendente, con una factura técnica en blanco y negro que coloca a su director, Alfonso Cuarón, en el templo donde descansan las leyendas y donde los grandes forjan su legado. 'Roma' mezcla vida, muerte y verdad a través del arte para contarnos la historia de Cleo, una mujer que se enfrenta a su destino sumergida en los charcos donde se reflejan los aviones que podrían cambiar su devenir. Netflix apostó por ella, financió a un valor seguro y dio con la tecla en un año donde las historias que acarician el alma han sido las triunfadoras absolutas. Sería de justicia (poética y burocrática) que 'Roma' levante premios en la ceremonia de los Oscar y México, tan castigada por su propia idiosincrasia, celebre que siguen reinando en las colinas de Los Ángeles. Aunque estuvo rodeada de polémicas, puedes disfrutarla sin ningún tipo de problema en tu Smart TV. Ahora sí, prepárate, porque la experiencia va a ser inolvidable.
'The Night Comes For Us', Timo Tjahjanto (Indonesia)
Estás tumbado en el sofá con la única intención de que te pongan una sonda para no tener que levantarte hasta la hora de cenar. No hay nada en los canales generalistas. Abres el catálogo de Netflix y te abruma la cantidad de títulos (y estímulos) que te saltan a la cara como niños pidiendo piruletas en la Cabalgata de Reyes. Y ahí aparece 'The Night Comes For Us', una película indonesia de Timo Tjahjanto con guantazos en 4K y un ritmo acojonante. Se trata de una de las mejores películas del año por su capacidad para no perder el compás ni en los tiempos muertos donde se cocina el estallido de acción final. Una bestialidad que nunca se apaga y que siempre busca el chasquido de hueso que te pone a funcionar.
'Soni', Ivan Ayr (India)
Netflix apostó por la película de Iván Ayr porque profundiza (y de qué manera) en los conflictos indios de género a través de dos grandes personajes: Soni y Kalpana. 'Soni' es cine independiente que apuesta por el minimalismo formal para agarrarte de la pechera y presentarte un fondo realmente importante, para desnudar a una sociedad donde impera el machismo, para hacer del cine una herramienta de reclamo y concienciación.
'Y respiren normalmente', Isold Uggadóttir (Islandia)
Isold Uggadóttir se pliega a la fórmula clásica de la relación entre una ciudadana local y un inmigrante en busca de asilo. 'Y respiren normalmente' no tiene puntos débiles, si acaso son fortalezas casi todas las cosas que la componen. De sus magníficas interpretaciones (Kristín Þóra Haraldsdóttir y Babetida Sadjo) respira para hablarnos sobre algunos aspectos desconocidos, sociopolíticos algunos; emocionales otros, de la idiosincrasia islandesa.
'Al otro lado del viento', Orson Welles (Francia)
La película póstuma de Orson Welles le debe su reconocimiento mundial a la única plataforma que apostó por su estreno en streaming. Fue terminada en 2018 siguiendo las anotaciones del director, lo que la sitúa en el plano perfecto para hablar sobre un tipo que casi siempre rodó desde una realidad paralela. Welles trascendió las formas del cine en los 50 y Netflix lo ha hecho en lo que a la forma de consumirlo se refiere. Su unión, de pura pasión por el séptimo arte, demuestra que pueden convivir sin tiranteces. Es más, 'Al otro lado del viento' es un triunfo para el arte. No sólo porque hable sobre la intención de un director de regresar a su tierra para terminar la que sería su última aportación al mundo, sino por el hecho de introducir la magia de un director gigante en algo tan pequeño como un Smartphone sin perderle por ello el respeto que merece.
'El apóstol', Gareth Evans (Nueva Zelanda)
Llegamos a una de las películas más injustamente tratadas por la crítica durante 2018. 'El apóstol', escrita y digirida por Gareth Evans, es un thriller sobre sectas de principios del siglo XX que se apoya en la creación de un atmósfera hipnótica para desarrollar todo un prodigio de la sangre, los rituales y la locura que va directa al grano. Su capacidad para cocinar el misterio debería estudiarse en las escuelas como ejemplo perfecto de lo que se tiene que producir a partir de ahora para cubrir el amplio espectro de distribución que puede llegar a tener un proyecto. La de Evans compitió en la sección oficial del Festival de Sitges, además de situarse como una de las producciones de Netflix más vistas del año.
'Cargo', Ben Howling y Yolanda Ramke (Australia)
Cuando los ejecutivos de Netflix vieron el cortometraje que dio pie a 'Cargo', no dudaron ni un segundo en invertir en la película, cuya rentabilidad estaba marcada a fuego en los Excel de contabilidad de la plataforma. Un padre que, sólo en un mundo postapocalíptico repleto de zombies, debe proteger a su bebé para garantizarle una seguridad que le permita sobrevivir hasta tener la autosuficiencia como para moverse por su cuenta. El corto se mete en la córnea, taladra la amígdala y se queda a vivir para siempre con un final tan emotivo como destructor. Sin embargo, la película, a lomos del siempre genial Martin Freeman, demuestra que todo debería haberse quedado en aquella secuencia. No terminó de funcionar el tufillo a 'Soy leyenda', no nos preguntes por qué.
'Aniquilación', Alex Garland (Reino Unido)
Con 'Ex-Machina', Alex Garland demostró ser un prestidigitador alucinante en una época donde todo el mundo entiende 'Black Mirror', pero ni un alma quiere evitarla. Con 'Aniquilación', obra tan sutil como innecesariamente psicotrópica, el británico le dijo a Netflix que la depresión merecía una película que hablase en otros términos del mismo problema. Así, Garland llevó a cabo una producción donde lo más importante es absolutamente todo, de la que no conviene perderse nada porque, en ese caso, se perdería su razón de ser: analizar el proceso depresivo y, sobre todo, la relación que existe entre la persona que se va y la que regresa, a menudo tan diferentes que el pasado se marchita hasta perderse en la memoria. También injustamente tratada por el público, su único problema es la grandilocuencia con la que brotan las flores de los cuerpos desnudos que ya no volverán a ser almas.
'Revenger', Lee Seung-won (Corea del Sur)
El cine surcoreano de perfil bajo se reúne con Netflix en esta película de Lee Seung-won para romper huesos y ofrecerte un rato de evasión sin absolutamente nada que merezca la pena salvo Bruce Khan en modo bestia. Ha llegado hace relativamente poco a la plataforma, por lo que está por ver si este contenido (importado de otros países) funciona lo suficiente como para plantearse producir algo ligeramente más sofisticado. Por lo demás, una elección perfecta para la siesta de 16:00 a 18:00.
'Battle', Katarina Launing (Noruega)
Las noruegas Katarina Launing y Maja Lunde plantean el mismo escenario de siempre para hablar sobre la chica que, lanzada del lujo hacia el barrio humilde, se apoya en la espontaneidad de un bailarín que le saca sonrisas cuando todo es de pena. Ambos bailan, así que todo es perfecto emocionalmente en este relato adolescente. Netflix también se apunta a este tipo de dramedias que, no aportando absolutamente nada, te hacen disfrutar con coreografías profesionales y miradas al ocaso.
'Cuando los héroes vuelan', Omri Givon (Israel)
Empezamos con las series. Omri Givon dirige 'Cuando los héroes vuelan', ficción israelí que se centra en un grupo de compañeros, quienes, tras varios años en el ostracismo después de la Guerra del Líbano, se reúnen para una última misión: salvar a la amada de uno de ellos, que además es hermana de otro, del cartel que la retiene. Tipos que dejan atrás su oscuridad para luchar por un bien común. Básicamente, lo que plantea Netflix con la distribución de esta serie es ampliar el catálogo con una producción de un país con enlaces norteamericanos y con la que, de alguna manera, se apunta un tanto en Oriente Medio.
'La colina de Watership', Peter Dodd y Noam Murro (Reino Unido)
Richard Adams escribió en 1972 una metáfora maravillosa sobre la vida nómada y las relaciones entre unos conejos tan humanos como cualquiera de nosotros. En cierto modo, su principal referente es la 'Rebelión en la granja' de George Orwell. En ese sentido, la serie de animación creada por Peter Dodd y Noam Murro, explora los distintos estatus que existen y evolucionan en un grupo. Más si cabe cuando los integrantes, en su particular búsqueda del bien común (en este caso, una vida más cómoda), tienen conflictos de intereses en la democracia del conjunto. La unión de Netflix y la BBC da a luz un producto emocionante que se acaba convirtiendo en la aventura de unos pocos que representan los valores que deberían encajar con cada uno de nosotros: amistad, valentía, sacrificio, entrega, vida y muerte.
'El perfume', Philipp Kadelbach (Alemania)
La adaptación alemana del clásico de Patrick Süskind, a cargo de Netflix y bajo la directriz de Philipp Kadelbach, es una reformulación del concepto original. Bastante más compleja a nivel narrativo que la adaptación cinematográfica, esta 'El perfume' recuerda a 'Dark' en la forma de presentar los flash-backs, si bien su capacidad para el thriller macerado sin prisa la convierten en una de las joyas ocultas de la plataforma. 'El perfume', confeccionada con secretos, misterios y asesinatos brutales, es la obra de un orfebre que, además de mostrar respeto y admiración por la novela homónima, le aporta una pátina de oscuridad aún más perturbadora que el aroma del crimen.
'Dogs of Berlín', Christian Alvart (Alemania)
Serie policíaca que no abandona el canon del género ni amenazándola con retirarla del catálogo. Netflix Alemania se apunta a estudiar los bajos fondos de Berlín con una mezcla rítmica de apuestas deportivas, racismo, corrupción política y bandas mafiosas. De esos sábados que te levantas tarde y acabas desayunando las tostadas de postre.
'Tabula rasa', Veerle Baetens (Bélgica)
Una de las apuestas más arriesgadas de Netflix a nivel formal. 'Tabula rasa', serie belga creada, dirigida y protagonizada por la multidisciplinar Veerle Baetens, es un thriller psicológico de los que te atrapan, pero poco a poco. No tiene prisa, pero sí mucho que ofrecer. La historia de Annemie D'Haeze, una joven con amnesia envuelta en una desaparición, es de esas que te importan desde el principio aunque no lo sepas, de esas que, de tal desconcierto que provocan, se convierten en contracultura, icono y modelo a seguir para romper los moldes de la televisión.
'Kingdom', Kim Seong-hoon (Corea del Sur)
Netflix da un paso más con 'Kingdom', una serie ubicada en un apocalipsis zombie durante la era de la dinastía medieval Joseon. Ha funcionado tan bien, que la plataforma ya ha confirmado una segunda temporada para 2020. Basada en el cómic de Kim Eun-hee y Yang Kyung-Il, la serie creada por Kim Seong-hoon. Salvaje, fresca y cruenta como una guerra civil, se apreciará cuando redimensionen los riesgos que ha tomado la plataforma para producir y distribuir un proyecto que se apoya en la violencia explícita y la crueldad de alguna de sus imágenes. De importancia capital para los amantes del cine fantástico.
'Black Mirror: Bandersnatch', Charlie Brooker (Reino Unido)
Podríamos decir que 'Bandersnatch' es la actual joya de la corona de Netflix. La película interactiva, con idéntico leitmotiv que su hermana mayor televisiva, ha cautivado a casi todo aquel que no tenga una imperiosa necesidad de ponerle peros a la vida. Estamos de acuerdo en que la historia es más bien floja, pero lo que es indudable es que este "Elige tu propia aventura" -con los que están en litigios por presunto plagio no autorizado- ha revolucionado la forma de entender y consumir el cine en streaming. Marcará un antes y un después. Además, es curiosa la forma en la que su diagrama manipula al cerebro humano para llevarle hasta el delirio en las decisiones más simples, y activarle como un resorte automático cuando la situación es compleja y requiere de cierta calma. Charlie Brooker es un ideólogo bastante refinado, no vamos a descubrir nada nuevo a estas alturas, pero lo cierto es que a partir de ahora, el usuario no mirará de soslayo a propuestas innovadoras que busquen otra perspectiva.
'Selection Day', Udayan Prasad y Karan Boolani (India)
La novela de Aravind Adiga, llevada a la pequeña pantalla por Netflix y los cineastas Udayan Prasad y Karan Boolani, apuntala la intención de la plataforma por apoyar proyectos donde se reflejen los estratos sociales de países tan opacos como India. Antes hablamos de 'Soni', como producción que desnuda a la sociedad machista; y ahora hablamos de 'Selection Day', una ficción que retrata el mundo del cricket. La historia se centra en un adolescente de 14 años que, a punto de probar con la selección sub-19 de cricket, descubre que el deporte rey de su país no tiene nada que ver con lo que parecía.
'Viajeros', Brad Wright (Canadá)
Brad Wright, canadiense y gran creador de contenido para el consumo fácil, lanzó la primera temporada en 2016 y aún sigue regalándonos tramas fantásticas que tienen como epicentro el entretenimiento químicamente puro. Es televisión de evasión, a veces contradictoria, a veces precisa, pero realmente divertida. Cambio de personalidad, viajes temporales y munición ilimitada convierten a 'Viajeros' en un guilty pleasure de categoría.
'Suburra, la serie' Michele Placido, Andrea Molaioli y Giuseppe Capotondi (Italia)
Basada en la obra homónima dirigida por Giancarlo De Cataldo y Carlo Bonini, 'Suburra, la serie' coge el crimen organizado, los políticos corruptos y El Vaticano, los mete en una coctelera con un poquito de violencia, mala baba y recursos formales al estilo Garrone, y presenta una de las mejores series que tiene Netflix actualemente en su catálogo. En una serie donde no parece haber hueco para los héroes, se agradecen los matices y la energía puesta en el thriller. Se estrena el 22 de febrero, así que vete preparando con la adaptación cinematográfica que dirigió Stefano Sollima en 2015.