Metro-Goldwyn-Meyer ha anunciado este jueves, que espera pérdidas derivadas de 'Los hombres que no amaban a las mujeres', adaptación norteamericana del primero de los best-sellers de la saga 'Millenium', escrita por el sueco Stieg Larsson. La película de David Fincher, con un presupuesto de 100 millones de dólares (a los que hay que sumar importantes gastos promocionales), ha recaudado en el mercado internacional unos aceptables 231 millones, que sin embargo no alcanzan a cubrir los gastos de los inversores en el proyecto.
La película protagonizada por Daniel Craig y Rooney Mara, fue un ambicioso proyecto impulsado por el poderoso productor Scott Rudin, tras observar el éxito internacional de las adaptaciones europeas de las novelas, que realizaron con capital nórdico Daniel Alfredson y Niels Arden Oprev. La primera de ellas, dirigida Arden Oprev, recaudó 105 millones de dólares en todo el mundo, con tan solo 13 millones de presupuesto.
Sin embargo, el remake americano de la primera entrega de 'Millenium', no ha cubierto las expectativas comerciales, quizá por resultar excesivamente violento para el público estadounidense, por haberse quedado fuera de la carrera por los principales Oscar (a pesar de las buenas críticas), o por estar demasiado cercano en el público europeo el recuerdo de la trilogía original nórdica.
La trilogía depende de otros
Así las cosas, Gary Barber, directivo del estudio MGM (que afrontaba con este proyecto su primera inversión fuerte tras ser rescatado de la bancarrota en 2010), afirma que su compañía solo colaborará con Sony Pictures, para financiar las secuelas, si su estudio puede alcanzar durante este ejercicio mejores cifras económicas de las que actualmente mantiene. Por tanto, la decisión de completar o no la trilogía sobre 'Millenium', puede depender por ejemplo de los resultados comerciales de la ya estrenada 'Infiltrados en clase', de la que MGM espera grandes cifras.