Penélope Cruz ya tiene un premio más en su más que destacada colección. La actriz ha recibido en esta 67 edición del Festival de San Sebastián el Premio Donostia por una carrera de éxito en la interpretación, a la que aún le queda mucho por delante.
Cruz ha recibido el premio claramente emocionada y, por sorpresa, de la mano de su amigo y cantante de U2 Bono. La actriz ha querido aprovechar su discurso de agradecimiento para recordar a las víctimas de violencia de género en nuestro país y en el mundo, y a las 44 fallecidas en lo que va de año en España, en un alegato que pedía el apoyo de la sociedad a las mujeres que dan el paso de denunciar: "Espero que cuando una mujer encuentre la fuerza gigantesca que se necesita para contar lo que se vive en una situación así, la escuchen, pero que la escuchen a la primera".
La actriz de 'Vicky Cristina Barcelona' ha tenido tiempo también al recoger su premio para recordar los sueños de esa niña de Alcobendas que ha acabado por convertirse en una de las actrices más importantes y reconocidas de nuestro país, asegurando que ha cumplido las dos aspiraciones que tenía desde pequeña: ser madre y dedicarse a la interpretación. Cruz ha querido agradecer también a todos aquellos directores que le han dado una oportunidad a lo largo de su carrera, y en especial a "Pedro Almodóvar, mi querido Pedro, mi querido Bigas Luna y mi querido Fernando Trueba", en el recibimiento de un premio que ha dedicado a sus dos hijos y a su marido, Javier Bardem.
Su discurso ha alabado también a su profesión, de la que ha asegurado: "Después de todos estos años dedicándome a ello, mi respeto y amor por esta profesión no hace más que crecer". Y ha recalcado: "Este oficio te regala momentos en los que el alma vuela, momentos en los que necesitas desprenderte de tu ego para intentar comprender todas esas diferentes y fascinantes vidas y entregarles a cada una de ellas toda la dignidad y el respeto que se merecen, sin juzgarles en ningún momento".