Continuamos con nuestro repaso a los Premios Donostia de este año con una entrega del Club de Cine dedicada al actor Ewan McGregor y una de sus películas recientes, 'Perfect Sense'. Un título que por un lado es una buena oportunidad de disfrutar con la capacidad del actor para establecer una excelente química con sus "partenaire" femeninas, así podría establecer un magnífico tríptico romántico junto a 'Beginners (Principiantes)' y 'La pesca del salmón del yemen', como de ofrecer una película de virus e infectados diferente que apuesta por el tono romántico, pero también por interiorizar en la percepción humana ante una situación límite.
El argumento de la misma propone en su inicio la típica infección presente en numerosas películas de los últimos años; o no tan común puesto que la nota diferenciadora aquí es que la población comienza a perder progresivamente sus capacidades sensoriales tras ciertas señales de aviso, y lo más importante, la intención es totalmente novedosa: estamos habituados a que se nos introduzca el virus, con las características y efectos que se quieran (ya sea con zombies, gangrenados, paranoicos...), para luego evolucionar a un desarollo lógico del cine de género, con estructuras del terror y/o la acción actual. Lo primero que hay que advertir de 'Perfect Sense' es que se trata de un drama romántico, con una ambición de transcender hacia aspectos más globales, como el lugar que ocupa la población como sociedad y como individuo ante el mundo.
No hay sentidos perfectos
La película nos presenta en esencia a dos personajes: un chef interpretado por Ewan McGregor y una epidemióloga que encarna Eva Green. Inicialmente se enamoran bajo las convenciones a las que estamos acostumbrados, pero luego tendrán que lidiar con su relación al tiempo que esta epidemia va suponiendo la pérdida de sus sentidos. Un ataque depresivo y la pérdida del olfato, un ataque de pánico y la pérdida del gusto, un ataque de rabia y la pérdida del oído... en realidad, la degeneración progresiva de sus capacidades, y las de los demás, sigue un orden claro y casi anunciado, pero probablemente sea lo único esquemático de una película que a medida que avanza apuesta más al alza en sus pretensiones, alcanzando su contenido una perspectiva cada vez más colectiva.
Las ocupaciones de los dos protagonistas ayudan a que el conjunto adquiera una perspectiva social, en una película llena de sugerentes contradicciones. Así la cocina juega un papel fundamental en este sentido cuando vemos los esfuerzos del equipo del restaurante por seguir adelante, a pesar de que la pérdida de sentidos aparentemente convierta su trabajo en algo inútil: si no olemos cocinaremos platos más condimentados, si no saborean potenciaremos el sonido de los "alimentos" al masticarlos, y si además no oyen basaremos nuestro menú en colores atractivos. Las cenas en el restaurante explotan más que nunca su condición de evento social, y entre plato y plato ahondamos en sus capacidades sensoriales, a pesar de que vayan perdiéndolas, para pasar al terreno más íntimo de la vida cotidiana o amorosa, apoyados en una excelente banda sonora y una arrebatadora conexión entre Ewan McGregor y Eva Green. El personaje de la actriz es la otra cara de la moneda, del lado de los investigadores que deben averigurar las causas y la solución del problema, aspecto en el que la película cojea, puesto que nunca se llega a profundizar demasiado en el aspecto científico del virus. De todos modos, hasta lo negativo sirve para enfatizar que lo sensorial predomina sobre lo racional, a medida que nos dirigimos hacia un desolador final, que sin embargo, en su aspecto sensitivo es capaz de encontrar un equilibrio entre la belleza y la tragedia.
Sorprende que una película como 'Perfect Sense' haya pasado tan desapercibida ante nuestra audiencia, como si la pérdida de sentidos hubiera traspasado la pantalla. Luego servidor comprueba que a pesar de programarse en el pasado Festival de San Sebastián en la sección Culinary Zinema, no se ha estrenado en salas y ni siquiera está disponible en DVD, un caso similar al ocurrido con la magnífica 'Blue Valentine'. Una escasez de distribución que merece una reflexión y plataformas de presión para que películas de calidad como esta, u otras que aún no conocemos, consigan un lanzamiento decente en nuestros cines.
Ewan McGregor presenta 'Lo imposible'
El actor, que será reconocido con el Premio Donostia el próximo 27 de septiembre, presenta en el Festival de San Sebastián, 'Lo imposible', drama basado en hechos reales sucedidos durante el tsunami de 2004. Una película dirigida por Juan Antonio Bayona en la que comparte protagonismo con Naomi Watts y que ha recibido críticas positivas a su paso por el Festival de Toronto.