Sería imposible entender la saga de Indiana Jones sin tener en cuenta a cada uno de los personajes femeninos que han ido apareciendo a lo largo de cada una de las entregas. Mujeres fuertes, con personalidad y carisma, capaces de engrandecer este conjunto de historias que marcaron el género cinematográfico para siempre y de la mejor forma, desde el entretenimiento más puro.
Y es que, a la hora de la verdad, 'Indiana Jones en Busca del Arca Perdida', 'Indiana Jones y el Templo Maldito', 'Indiana Jones y la Última Cruzada' e incluso 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal', no habrían sido lo mismo sin la presencia de Marion Ravenwood, Willie Scott, la Dra. Elsa Schneider y la Coronel Dra. Irina Spalko. Todas ellas, en mayor o menor medida, aportaban una presencia y una energía especial, mejorando, en definitiva, cada una de las películas de la saga.
A continuación, las recordamos de una manera más profunda y detalla, recorriendo así el recuerdo de cuatro personajes inolvidables que forman parte de la historia del cine más aventurero por derecho propio. Sin ellas, Indy se queda en mucho menos.
Los personajes femeninos de Indiana Jones
Marion Ravenwood
Desde su primera aparición en 'Indiana Jones en Busca del Arca Perdida', Marion Ravenwood demostró que era mucho más que la chica a la que Indy debía salvar al final de la película. Más o menos. Se intuía la fuerza, el desparpajo y el músculo de un personaje que abrasaba con la mirada, desafiaba con el silencio y plantaba cara sin dudar un solo segundo. Todo el mérito para una Karen Allen en permanente estado de gracia.
La química entre ella e Indiana era absolutamente explosiva, lo cual no hacía más que reforzar las ganas de que compartieran todas las escenas de la película. Por si faltaba alguna duda, su posterior boda, celebrada en ese final de 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal' en el que se nos heló la sangre a todos pensando que Shia LaBeouf recogería el sombrero/testigo de Harrison Ford, confirmaba lo que era una evidencia absoluta: Marion e Indy estaban predestinados desde el principio.
Willie Scott
El fotograma que ilustra este texto resume bastante bien lo que Willie Scott aporta a la infravaloradísima 'Indiana Jones y el Templo Maldito': Gritos, gritos y más gritos. No se trata, desde luego, de un problema de la actriz, Kate Capshaw hace todo lo que puede con lo que tiene, pero está claro que los guionistas William Huyck y Gloria Katz no dedicaron demasiado tiempo ni esfuerzo en el desarrollo del personaje. Al menos, queda un prólogo maravilloso en el que Scott deslumbra sin apenas esfuerzo. No es poco, pero tampoco demasiado. Eso sí, trabaja como cantante en un club llamado Obi-Wan, lo cual te convierte en un personaje automáticamente mejor que la mayoría.
Dra. Elsa Schneider
Alison Doody, la actriz encargada de interpretar a la arqueóloga y agente secreta nazi, Elsa Schneider, se presentó a las pruebas de casting de 'Indiana Jones y la Última Cruzada' sin ningún tipo de esperanza. ¿La razón? Spielberg y compañía buscaban a una actriz de veintinueve años austriaca y ella, en aquel momento, tenía veintiún años y era de origen irlandés.
Sin embargo, los responsables de la película no necesitaron demasiado tiempo para decidir que era la intérprete perfecta a la hora de meterse en la piel de un personaje capaz de captar la atención del espectador con su sola presencia, brillando frente a la cámara desde el frío y convirtiendo cada una de sus apariciones en un momento destacado de la cinta. Al igual que ocurre con el restos de factores de 'Indiana Jones y la Última Cruzada', Schneider es otro logro digno de aplauso.
Coronel Dra. Irina Spalko
Si esta agente de la KGB y oficial científica militar que trabaja para la Unión Soviética funciona tan bien en la siempre polémica 'Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal', es porque está en manos de una gigante llamada Cate Blanchett. Y es que, desde su primera aparición hasta su último plano, la actriz australiana consigue elevar a su personaje por encima del tópico más manido.
Es una cuestión de puro talento, de entrega alocada sin perder las composturas, de dinamismo interpretativo sin dejar de controlar en todo momento el tono, ritmo y espíritu de la propuesta en la que habita. Blanchett, un seguro de vida, se lo pasa pipa con su villana y la película sabe aprovecharlo. Ni esta cuarta entrega es el despropósito que muchos se han encargado de proclamar desde su estreno, ni Irina es una villana tan decepcionante. Además, no podría serlo si es Blanchett quien la sostiene en pie.