El final de 'Nosferatu' es fuerte y sangriento, con el Conde Orlok alimentándose de Ellen Hutter hasta el amanecer para encontrar juntos la muerte. Una imagen inquietante para cerrar la película que, según Robert Eggers, estaba pensada para ser aún más gore.
Según ha explicado el director, en la película puedes ver a Orlok sangrar por los ojos, las orejas y la nariz, pero había más orificios implicados:
"Tiene algunos agujeros de gusanos en la espalda. También hicimos que sangrara por el ano, pero quedó muy cómico. Cuando empezamos a rodar, tuvimos que ponerle literalmente un corcho".
Según Lily-Rose Depp, aunque sea una escena de terror, ella la describe también como "desgarradora" y "un tanto agridulce": "Ella está haciendo una buena acción y está rompiendo la maldición, pero también está complaciendo un oscuro deseo. Queríamos que todas esas cosas fueran palpables, que se sintieran reales".
Y aún más desagradable de rodar
Para quien fue más real de la cuenta fue para Bill Skarsgård, el actor que, bajo mucha prótesis, da vida a Orlok. Skarsgård explicó a CinemaBlend que lo más desagradable de esa escena no es lo que el público ha visto, si no lo que se vivió, lo que concretamente él vivió, en plató:
"Todo mi cuerpo estaba cubierto de látex, todo. La única superficie libre de mi cuerpo son mis globos oculares y las plantas de mis pies. Eso era lo único. Todo estaba cubierto y cuando estábamos rodando el final, el momento final de la película, hicimos 30 tomas. Sin revelar nada, tiene mucho trabajo físico. Entonces, estás completamente exhausto y estás sudando. Lo que empezó a pasar, como no había ningún lugar por donde escapara el sudor, es que simplemente se creó una burbuja gigante en mi estómago. Comenzó a crecer como un tumor. Y luego, entre tomas, tenían que pincharlo. Y luego, encima de eso, sangre falsa, sudor y saliva. Fue un desastre sangriento".
'Nosferatu está actualmente en cines.
