'Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra' ahora es uno de los triunfos indiscutibles de Disney, un éxito que según revela Gore Verbinski, nadie se vio venir. Y es que la saga que arrancase a principios de los 2000 se hizo un hueco del tamaño de cinco entregas en el corazón de unos espectadores que se enamoraron de Jack, algo absolutamente inesperado para la casa del ratón.
Este pirata encarnado por Johnny Depp se ha convertido en uno de los personajes más icónicos de la factoría, acumulando tanto entusiasmo como las películas que encabeza, todo lo contrario a lo que se pensaba que iba a suceder con aquella primera cinta dirigida por Verbinski que se centraba en un género muy poco acogido en la gran pantalla. Este cineasta lo explica ahora reflejando también lo que supuso esa acogida tan cálida, un recorrido cinematográfico para el que Verbinski vio un final que no fue.
"Recuerdo cuando le conté el concepto a [el compositor Hans] Zimmer y él me dijo: '¡Estás loco! ¿Estás haciendo una película de piratas? Nadie va a ver una película de piratas'", arranca Verbinski en una reciente entrevista. "Fue un rotundo 'esa es la peor idea de la historia'. Y había algo emocionante en eso. Estaba tan condenado al fracaso... Te estás proponiendo desarrollar una película dentro de un género que literalmente no funciona, o que hay numerosas pruebas históricas de que no funcionará. Entonces, estás poniendo a todo el mundo nervioso. El estudio está nervioso. Todo el mundo está nervioso por la interpretación de Johnny Depp. Todo el mundo está nervioso por la historia... Es complicado: están devolviendo el tesoro, espera, se han llevado el tesoro, ¿están malditos? Todo eso tenía un espíritu de locura".
Locura que cuajó tremendamente hasta el punto de convertirse en una de las sagas más sólidas de la factoría, algo que al final provocó la marcha de Verbinski porque, como sucede en muchos casos, Disney no quería sacrificar a su gallina de los huevos de oro por mucho que la historia mostrase agotamiento. Total que cuando Verbinski cerró su tercera entrega al timón del barco, lo hizo pensando en no continuar con la aventura marina, a pesar de lo cual Sparrow siguió surcando los mares, pero ya lo hizo de la mano de Rob Marshall en 'En mareas misteriosas' y Joachim Rønning y Espen Sandberg en 'La venganza de Salazar', entregas peor consideradas que sus predecesoras.
El momento del adiós
"Creo que simplemente sacar [la trilogía], mientras trataba de mantener esa locura original, fue suficiente", subraya Verbinski. "Definitivamente estoy orgulloso de la segunda. Siento que tiene un espíritu similar y está al borde de ser demasiado. Ya tal vez la tercera fue como un poco wow. Y de ahí, ¿a dónde vas? Tienes que proponer algo aún más grande. Creo que, tratando de dar a todo el mundo una conclusión, la cosa simplemente crece. Eso es lo que hacen. Simplemente piensan: 'Bueno, el público ama a este tipo, así que tenemos que darle cancha, y estos muchachos también tienen que regresar, y aquellos también...'. Entonces simplemente piensas, 'Dios mío, no puedo seguir sosteniendo esto, necesito llevarlo a una conclusión explosiva. Necesito volarlo todo para dejarlo realmente terminado'. Por eso traté de hacer la tercera afirmando que no debía haber más... Yo estaba como, está bien, no más, terminado. Tres y fuera", pero claro, ¿cómo finiquitas una de las sagas que más alegrías te está dando? Disney lo tuvo claro: simplemente no lo haces.