'Pokémon' es la franquicia más exitosa de la historia

Tuvimos que esperar tres años para que llegara a los cines de nuestro país la última gran obra maestra del Studio Ghibli, pero mereció (con creces) la pena. Y es que más vale tarde que nunca cuando hablamos de una pieza de orfebrería tan valiosa como 'El cuento de la princesa Kaguya', una nueva y apabullante demostración del talento de Isao Takahata, el genio detrás de películas tan inmensas como 'La tumba de las luciérnagas'.

En esta ocasión, el cineasta adaptaba un cuento popular japonés escrito en el siglo IX bajo el título de 'El cortador de bambú', apostando por un arriesgado diseño animado que termina convirtiéndose en un triunfo visual en toda regla. Una maravillosa historia contada con la sabiduría, la delicadeza y la belleza de un maestro del género. Una película imprescindible que encajaría a la perfección en una nueva revisión que respetara la historia original y la magia que recorre su maravilloso tratamiento clásico y tradicional.

Protagonista involuntario, pero agradecido, del tremendo fenómeno social y cinematográfico que ha supuesto su última película, 'Your Name', el director Makoto Shinkai, una de las apuestas seguras de cara al futuro del anime más memorable, contaba ya con un buen número de propuestas interesantes a sus espaldas. La mejor de todas ellas, 'Cinco centímetros por segundo', resumía mejor que ninguna otra todas las virtudes de un tipo que, más allá de su intención de deslumbrar al espectador con escenas de un poder visual incontestable, demuestra siempre un interés ejemplar sobre la narración, entendiéndola como un campo de juego en el que edificar y construir a cada segundo, pero siempre desde la pausa y la emoción.

En 'Cinco centímetros por segundo', breve pero intensa historia de amor a lo largo del tiempo, bordó un relato repleto de sensibilidad y delicadeza. Su remake en acción real supondría una venta extra de clínex a la entrada del cine, y eso siempre suma puntos.

La temprana muerte de Satoshi Kon nos dejó el corazón en un puño y la escapada furtiva de unas lágrimas justificadas a base de grandes, inmensas películas que quedan, y no es poco, como uno de los legados cinematográficos más interesantes y deslumbrantes de la historia del cine de animación. Una carrera breve pero intensa en la que encontramos obras maestras del tamaño de 'Perfect Blue', un thriller oscuro y perturbador, complejo y asfixiante, una maravilla para los ojos acompañado de un inevitable nudo en la boca del estómago.

Imaginar una versión en acción real no es demasiado complicado puesto que, bueno, realmente ya lo tenemos. Y se llama 'Cisne negro'. La, por otra parte excelente, película de Darren Aronofsky, se puede entender como un remake en toda regla o como un rendido homenaje a la joya firmada por Kon en 1997. Cuestión de perspectiva. Y de benevolencia.

La películas más alabada de la carrera de Makoto Shinkai, 'Viaje a Agartha', adaptación libre del mito de Orfeo y Eurídice, esconde en un interior bastante visible, todo un conjunto de influencias y homenajes directos al cine Ghibli.

Más allá de constituir una referencia evidente para la inmensa mayoría de artistas del género, la esencia del estudio recorre con especial intensidad esta historia de pérdidas, segundas oportunidades, lugares extraños y cautivadores y personajes frágiles que deben aprender a sobrevivir a base de giros de guion. Un remake en acción real lo tendría todo para fascinar a unos espectadores con ganas de mezclar la fantasía y la emoción sin que la combinación resulte imposible. El equilibrio, dibujado o en carne y hueso.

Este especial no tendría sentido alguno sin que aparezca el nombre de Hayao Miyazaki. En general, cualquier texto cinematográfico podría incluir el nombre de uno de los mayores genios de la historia del séptimo arte. Y no pasaría nada. Ahora sí, una vez citado, toca lo complicado, escoger una de sus múltiples obras maestras e imaginarla en una versión de acción real.

Las opciones son tan variadas como ilustres, pero quizá sea 'La princesa Mononoke' la que aporte más posibilidades. La épica poética que recorre toda su historia, la belleza de sus paisajes y criaturas, su sentido de la aventura y el espectáculo de acción combinado a las mil maravillas con la preciosa intimidad de sus personajes. Con alcanzar los talones de su referente animado, ya tendríamos una auténtica joya.

Una actriz que echa la vista atrás. Un documental para revisar su obra y legado artístico. El paso del tiempo, implacable. El poder de los recuerdos, incalculable. Y el peso de una obra maestra, indescriptible. 'Millennium Actress', otra de las cimas que alcanzó con envidiable destreza el desaparecido Satoshi Kon, necesitaba poco más de 80 minutos para redondear el milagro, convertir en oro cada una de sus escenas, emocionar hasta la lágrima e hipnotizar con la belleza que se esconde en todos los calendarios vitales. Si el cine se atreve a volver a intentar semejante logro en acción real, iremos a ella con las expectativas a la misma altura de los miedos. La grandeza de lo inolvidable es lo que tiene.

Todos aquellos que tengan prejuicios hacia el género anime, pensando que es infantil y violento, intrascendente y excesivo, deberían darle una oportunidad a 'Recuerdos del ayer', la obra maestra (una más) de Isao Takahata. Resumiendo, el mismísimo Ingmar Bergman habría firmado esta historia que, a base de silencios, miradas y reflexiones interiores, nunca explicadas con el grito en el cielo, consigue tocar la fibra de una manera tan sutil como delicada. Cada uno de sus planos desprende una verdad, una honestidad y una sensibilidad inolvidable. Un remake en acción real, en este caso, solamente tendría que respetar el material de partida al 200 por 200. Y cruzar los dedos.

Series de televisión, secuelas cinematográficas, remake en acción real...Está claro que la memorable 'Ghost in the shell' ha estado expandiendo su universo a lo grande desde que explotara millones de cabezas tras su estreno en 1995. Mientras confirmamos en las buenas sensaciones que parece estar dejando la nueva versión dirigida por Rupert Sanders, podemos empezar a imaginar la construcción de una saga cinematográfica con Scarlett Johansson a la cabeza. De ser así, el cine podría contar con una nueva heroína dispuesta a alcanzar el estatus de icono. Y le sobran argumentos.

Podría haber sido la notable 'Summer Wars', la encantadora 'La chica que saltaba a través del tiempo' o la tierna 'Los niños lobo', pero la entrañable y emocionante historia de 'El niño y la bestia', ha terminado representando a Mamoru Hosoda en este especial. Hablamos de un director con especial capacidad para combinar el despliegue visual de primer nivel, marcado por importantes dosis de acción espectacular, con historias repletas de ternura.

En el caso de su última película, nos encontramos con una oportunidad de oro para convertir en carne, hueso y, bueno, importantes dosis de pelo, una de esas amistades que el cine nos regala y ubica directamente en la memoria. Está muy reciente su estreno, sí, pero ya queremos volver a verla.