Antes de convertirse en todo un fenómeno del cine español gracias a encadenar tres películas de las que todo el mundo habló, como lo fueron 'Las edades de Lulú', 'Jamón, jamón' y 'Huevos de oro', a finales de los ochenta Bigas Luna rodó una de las que podríamos considerar entre las mejores películas de género que se han rodado en nuestro país.
'Angustia' puede catalogarse dentro de la primera etapa de Luna como cineasta, marcada por títulos como 'Bilbao' o 'Caniche', debido a los elementos transgresores (incluso underground) que en ella se presentan: una película de terror dentro de otra que utiliza el sonido y sus imágenes para transmitir al espectador una sensación de malestar, no conformándose con el pertinente susto o la recreación de una atmósfera.
Además, el director era consciente en todo momento de que estaba hablando del propio cine y la forma en que el público lo percibe, mucho más allá de infundir miedo, tal y como pretenden la gran mayoría de títulos que se adscriben al género. Rodada en inglés con la intención de poder venderla al extranjero, tras una premiere en Madrid el 23 de marzo de 1987, 'Angustia' tuvo que esperar casi un año para que empezase a circular por los festivales de todo el mundo y tuviese estreno comercial.
El ojo que todo lo ve
En la película, conoceremos a John Pressman (Michael Lerner), un oftalmólogo psicópata y coleccionista de los ojos de sus víctimas, dominado absolutamente en el plano mental por su madre, Alice Pressman (Zelda Rubinstein), pues lejos de ser la causante de un trauma que haya llevado a su hijo a cometer tan atroces crímenes, está unida telepáticamente con su hijo, con quien puede comunicarse en todo momento para que el número de ojos de tan particular coleccionista siga creciendo. La Sra. Pressman pasa a ser el "ojo que todo lo ve", una suerte de mal omnipresente en forma de conciencia diabólica de su propio vástago que acabó convertida en uno de los grandes ejemplos del arquetipo de la madre terrible en el cine.
La primera de las sorpresas de la película será descubrir que los hechos presentados son una película llamada 'The Mommy', a cuyo pase en un cine de Los Angeles han asistido dos amigas. Así es como en todo alarde de ejercicio de metacine, las chicas que están siendo espectadoras de ese cine se convertirán en potenciales víctimas de un asesino real (Àngel Jové) que parece actuar por influencia del personaje de la madre terrible ficticia.
Son varios los motivos que convierten a esta rara avis de la cinematografía de género español en la obra de culto que es hoy en día. En el presente especial (y con la intención de que todo aquel que aún no se haya dignado a verla, lo haga de inmediato), le rendimos el homenaje que se merece. Porque aquí no se ha hecho nada parecido jamás.
Por qué 'Angustia' es maravillosa
Por su ambientación
Con la intención de hacer pasar a la película por una producción americana, además de contar con un reparto anglosajón, Bigas Luna situó la acción de 'Angustia' en Los Angeles.
Tal fue la labor de producción en cuanto a ambientación, que pese a haberse rodado en Barcelona, el público estadounidense no se percató de que la película no se había rodado en su país.
Por traspasar los límites de la sugestión
En plena etapa experimental de su carrera, Bigas Luna decidió hacer toda una declaración de intenciones al comienzo de 'Angustia', dejando claro que no estábamos ante un título de terror al uso.
La película comienza con el siguiente anuncio:
"Durante la película que estás a punto de ver, estarás sujeto a mensajes subliminales e hipnosis leve.
Esto no causará ningún daño físico o efecto duradero, pero si por alguna razón pierde el control o siente que su mente abandona su cuerpo, abandone la sala inmediatamente".
Imaginemos el impacto que podía causar tal afirmación al público de finales de los ochenta al empezar a contemplar en pantalla los horrores de una pareja de chiflados, madre e hijo, quienes sienten fascinación por los ojos humanos, todo ello adornado con una serie de imágenes que mezclaban imágenes oníricas con un sonido perturbador hasta que llegaba la primera sorpresa del film.
Por ser un sublime ejercicio meta
Resultaba que 'Angustia' no era una película sobre un psicópata (Michael Lerner) dominado por su Madre (Zelda Rubinstein), sino que esto no era más que el argumento de una película, 'The Mommy', a cuya proyección asisten dos amigas en un cine de Los Angeles.
Una de ellas, empezará a sentirse embriagada por el malestar que le provoca la película, en la que el asesino llega hasta un cine donde se proyecta 'El mundo perdido'. El espectador descubrirá entonces la relación entre los hechos que en la película se nos presentan como ficticios y los que viven sus protagonistas (los "reales").
Al acabar, Bigas Luna se tiene otro as guardado bajo la manga y al salir los títulos de crédito podemos ver como los espectadores de una sala de cine empiezan a abandonarla, descubriendo así que hemos estado viendo una película dentro de una película que está dentro de otra.
Por Zelda Rubinstein
Zelda Rubinstein, cuyo rostro el público ya tenía asociado al de la adorable vidente Tangina Barrows de 'Poltergeist', pasó a convertirse en un icono del terror gracias a 'Angustia'.
En ella Bigas Luna la convierte en una clara representación de la Madre Terrible, el arquetipo con raíces en el melodrama y que pasa a jugar en la liga de las grandes representaciones del mismo en el género junto a la Sra. Bates de 'Psicosis' o la Sra. Voorhees de 'Viernes 13'.
Por su trasfondo psicoanalítico
La línea en la que juega 'Angustia' como ejemplo de cine de terror, va en la misma de otros títulos en las que se había representado el arquetipo de la Madre Terrible (desde 'Psicosis' a 'Carrie'), el cual tiene siempre un trasfondo que, visto desde el psicoanálisis, no es otra cosa que la eterna representación del mito de Edipo.
Según los mitos griegos, al enterarse Yocasta de que se había casado con su hijo, ésta se ahorcó en el palacio. A continuación, Edipo se arrancó los ojos con los broches del vestido de su madre y esposa. El psicoanalista Sándor Ferenczi realiza una lectura a través de Freud e interpreta el gesto de cegarse por parte de Edipo como una autocastración, ya que considera que los ojos ocupan simbólicamente a menudo el lugar de los órganos genitales.
En 'Angustia', Bigas Luna utiliza los ojos como esa suerte de fetiche sexual por parte de un perturbado (Michael Lerner) que vive bajo en influjo de su dominante madre.
Por su componente sexual oculto
Más allá del complejo de Edipo, y teniendo en cuenta que 'Angustia' es un título del que pueden extraerse varias capas de estudio, si continuamos en la línea del psicoanálisis hay que tener en cuenta lo que se puede extraer leyendo a Carl G. Jung.
Refiriéndose a la descripción leída en la Biblia (en concreto, el Apocalipsis) sobre la ciudad de Babilonia como "madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra", el psicoanalista asociaba en una de sus obras a la ciudad con el símbolo de la madre, diciendo que "Babilonia es la madre terrible, que con diabólica tentación impulsa a todos los pueblos a la prostitución y los embriaga con su vino".
Podemos entender entonces que la libido y la maternidad se dan la mano del mismo modo en que Bigas Luna plasma en pantalla esa tortuosa relación entre una madre que ha creado una abominación a la que le une un deseo sexual reprimido que solo puede satisfacer coleccionando los ojos que él extrae a sus víctimas. Digno de estudio.
Por su aportación al slasher
Tal y como había hecho ya Juan Piquer Simón en 1982 con 'Mil gritos tiene la noche', gracias a 'Angustia' conoceremos a una de las grandes aportaciones españolas al slasher de los ochenta.
Bigas Luna construye al personaje de John Pressman (Michael Lerner) sobre todos los tópicos del psychokiller, el cual tendrá además una dualidad a través de la pantalla con la figura del misterioso asesino (Àngel Jové) que sembrará el terror en la sala de cine.
Por su estatus de culto
Pese a su rodaje bilingüe y haberse pensado como producción destinada a triunfar en el mercado americano, 'Angustia' no puede compararse con el resto de títulos de terror de su época, y el principal aspecto de dicha afirmación es el hecho de que se trata de un producto puramente español.
Debido a la rareza de su argumento y a lo que Bigas Luna consiguió plasmar, el film pronto empezó a ser considerado de culto entre varios sectores estadounidenses hasta que llegó el reconocimiento en nuestro país, donde todavía sigue siendo una gran desconocida pese a ser una de las obras más redondas dentro de la filmografía del realizador.
Porque podría haber sido aún mejor
Como mera curiosidad, cabe decir que Bigas Luna escribió el papel de Madre pensando nada más y nada menos que en Bette Davis.
Desgraciadamente, fue imposible contactar con la actriz, a quien por aquel entonces el cáncer que padecía ya le había empezado a hacer mella, teniendo que abandonar el rodaje de 'La bruja de mi madre' antes de terminarlo.
Imaginar qué habría sido de 'Angustia' con Davis como representación de la madre terrible, sigue siendo algo con lo que muchos sueñan hoy en día.
Porque (al menos) tuvo algunos reconocimientos
Como todo buen título que se precie, y sin que llegase a pasar desapercibida en el momento de su estreno, 'Angustia' obtuvo algunos reconocimientos que hoy vale la pena recordar.
Tras su estreno en España en 1987, tuvo que pasar casi un año para que llegase a Estados Unidos e iniciase un breve recorrido a través de festivales, siendo coronada como Mejor Película en el Brussels International Festival of Fantasy Film.
Por si fuera poco, y para callar a aquellos que no apostaban por ella en nuestro país, no solo se llevó el premio a Mejores Efectos en los Goya, sino que también fue la triunfadora como mejor largometraje en los Premis Sant Jordi de Cinematografía y en los de Cinematografía de la Generalitat Catalana.
