Nacida en 1974 en Springfield, Massachusetts, si hay algo que ha estado presente a lo largo de toda la carrera de Chloe Sevigny, ha sido su implicación directa con el cine independiente y de autor.
Harmony Korine contó con ella para su ópera prima, 'Gummo', en la que tenía un rol secundario en la línea de lo que ya habíamos podido ver en el 'Kids de Larry Clark, cuyo guion también era obra de Korine.
Más indie que mainstream
En todos estos años que Sevigny lleva en activo, ha estado alternando su participación en propuestas de corte independiente ('Flores rotas') con otros más comerciales ('The Last Days of Disco', 'American Psycho'), la actriz ha logrado crear un sello personal que le ha servido para que sean varios los realizadores que apuesten por ella.
De 'Demonlover' a 'Boys Don't Cry', su abanico de interpretaciones (donde también cabe el haber estado en una de las temporadas de 'American Horror Story') es tan amplio que puede sentirse orgullosa de haber trabajado junto a nombres de la talla de Olivier Assayas, Lars von Trier, Werner Herzog o Jim Jarmusch.
En el presente especial, hacemos un repaso a la carrera de Chloe Sevigny, recordando por qué es en realidad una de las grandes musas del cine indie del nuevo siglo.
Por qué Chloë Sevigny es la musa del cine indie
Debut con Larry Clark
Con tan solo 21 años, Chloe Sevigny debutó en el cine de la mano de Larry Clark y Harmony Korine gracias a una de las sensaciones del cine indie de finales del siglo XX: 'Kids'.
Este título realista que reflejaba la vida de una generación perdida, estuvo filmado en la ciudad de Nueva York con actores principiantes y chicos reales de la calle. En él, Sevigny encarnó a Jennie, convirtiéndose en una de las voces de este retrato de una época marcada por la epidemia del VIH de mediados de los noventa y la visión hedonista del mundo por parte de los niños que dan título a la película.
Musa de Harmony Korine
Habiendo sido su debut como guionista el de 'Kids', dos años después de esta Harmony Korine estrenaba su ópera prima, 'Gummo', en la que volvía a reflejar a una juventud perdida, en este caso yendo un paso más allá y retratando en pantalla la desolación que se respira en Xenia, Ohio, una comunidad que vive en la miseria después de que fuese asolada por un tornado.
Viviendo en la marginalidad, Korine plasma en pantalla el día a día de unos jóvenes que se dedican a esnifar pegamento y matar gatos de forma harto cruel. Chloe Sevigny encarnó a Dot, máxima representación estética de la generación Tumblr mucho antes de que existiera Tumblr.
Ochentera
En 1998 Whit Stillman le dirigió en 'The Last Days of Disco'. En ella, Chloe Sevigny compartía protagonismo junto a Kate Beckinsale y demostraba que lo suyo no tenía porqué estar únicamente ligado al cine indie.
La película nos llevaba hasta la escena disco neoyorkina de principios de los ochenta, donde las dos protagonistas vivirán una etapa de sus vidas que jamás olvidarán.
El reconocimiento de la Academia
Con su sexto largometraje como actriz, a Chloe Sevigny le llegó en el año 2000 su primera (y hasta ahora, única) nominación al Oscar.
Fue gracias a 'Boys Don't Cry' de Kimberly Peirce donde se enamoró de Hilary Swank (que encarnó a uno de los personajes más recordados de su carrera y por el que sí ganó su primer Oscar), personaje transgénero del cine contemporáneo a tener muy en cuenta.
A solas con Patrick Bateman
Continuando apostando por el cine dirigido por mujeres, en el año 2000 se convirtió en Jean, una de las víctimas potenciales de Patrick Bateman, el yuppie psicópata nacido de la mente de Bret Easton Ellis en 'American Psycho'.
Mary Harron fue la encargada de dirigir esta obra de culto en la que Christian Bale representaba a la perfección todos los vicios y virtudes de un hombre de negocios de Wall Street, quien se dejaba llevar por los más enfermizos pensamientos de una sociedad corrompida por el dinero, la avaricia y las falsas apariencias.
A las órdenes de Assayas
En el 2002 consiguió ser uno de los rostros de 'Demonlover', neo noir en clave de tecno-thriller de Olivier Assayas, en el que compartía protagonismo junto a Connie Nielsen, Gina Gershon y Charles Berling.
Premio de la Crítica en el Festival de Sitges de ese mismo año, la trama de espionaje industrial, chantajes y conflictos de intereses dentro de una compañía de videojuegos era el claro reflejo de una película adelantada a su tiempo al que la historia acabará poniendo en su lugar como el film a destacar que es.
Culto del nuevo siglo
Es a Fenton Bailey y Randy Barbato a quienes debemos la existencia de 'Party Monster', título indie que bien podría entenderse como representación primeriza de la generación millennial.
En ella, Chloe Sevigny encarnaba a Gitsie, compañera de andanzas del protagonista Michael Alig, un Macaulay Culkin despojándose de su imagen de niño bueno de Hollywood y corroborando lo de juguete roto de la industria.
Actriz de Lars Von Trier
En el 2003 Chloe Sevigny colaboraba por primera vez en una obra de uno de los realizadores que bien han sabido ondear la bandera del cine independiente a lo largo de su trayectoria: Lars von Trier.
En 'Dogville' interpretó a Liz Henson. Dos años más tarde, fue Philomena en 'Manderlay', segunda película de la trilogía 'América: Tierra de Oportunidades'.
La mamada del escándalo
Tras haber debutado en la dirección con 'Buffalo '66', en 2003 Vincent Gallo dirigió 'The Brown Bunny', título que protagonizó junto a Chloe Sevigny, en una de las interpretaciones que más ampollas han levantado en toda la carrera de la actriz.
Vendida como una película de arte y ensayo, incluía una escena en la que Sevigny realizaba una felación real a Gallo. La obra fue tachada como "la peor película proyectada en la historia de Cannes" por Roger Ebert, y tras las acusaciones de que dicha escena tan solo había sido un mero reclamo para que así el film tuviese alguna trascendencia, la propia actriz declaró que se trataba de "un art film que debería ser expuesto en los museos, como una película de Andy Warhol".
En el Don Juan de Jarsmuch
Habiendo formado parte de la filmografía de algunos de los realizadores indie más reconocidos a nivel internacional, en el 2005 le tocó ponerse a las órdenes de uno de los directores estrella de USA: Jim Jarmusch.
En 'Flores rotas', la ácida revisión del mito de Don Juan protagonizada por Bill Murray, Chloe Sevigny tuvo un pequeño papel como la asistente de Carmen, personaje que interpretaba Jessica Lange.
Trabajando para Herzog
Si hablamos de directores de culto contemporáneos, tiene que haber un hueco para Werner Herzog, realizador para el que Chloe Sevigny también ha tenido la suerte de trabajar.
Junto a Michael Shannon, Willem Dafoe y Udo Kier, protagonizó 'My Son, My Son, What Have Ye Done?', en la que fue Ingrid Gudmundson, la prometida de Brad, el personaje al que encarnó Shannon y que ponía en jaque a todo un vecindario a causa de su comportamiento psicopático.
Abrazando el terror de serie B
En el 2016 volvió a coincidir con Natasha Lyonne, con quien ya compartió protagonismo en 'Lovelace' y '#Horror', formando una dupla tragicómica perfecta en 'Antibirth'.
Dirigida por Danny Perez y como si de una película surgida de la hibridación de las mentes de Frank Henenlotter y David Cronenberg se tratase, nos presentaba a Lou (Lyonne) y Sadie (Sevingy), dos amigas adictas a las drogas y al alcohol que verán como sus vidas cambian completamente después de que la primera de ellas se despierte embarazada después de una noche de colocón.
Joyaza que hará las delicias de todos los amantes del terror de serie B pasado por un filtro de LSD.
