Existen películas que quedan definidas para siempre por una escena. No necesitan nada más, condensan toda su esencia en un momento, un instante de duración variable que, por alguna razón que afortunadamente no podemos describir con palabras, termina perdurando para siempre, elevando al conjunto, lanzando su eco más allá de los años. 'Flashdance' es uno de esos ejemplos. Todo, absolutamente todo, está condensado en sus últimos seis minutos.
La fuerza, la energía, el subidón (perdón) y la épica se combinan en ese tramo final que convirtió a la película dirigida por Adrian Lyne en un clásico (otro) de la aparentemente inagotable década de los ochenta. Hizo mucho, muchísimo, ese temazo indiscutible titulado 'What a Feeling', canción ganadora del Oscar, y la entrega absoluta de su protagonista, Jennifer Beals, pero las sensaciones que sigue desprendiendo esa escena continúan muy por encima del resto de elementos de una película que, no nos engañemos, tiene poca tela que cortar.
En cualquier caso, aquí profundizamos un poco más en 'Flashdance', tratando de conocer un poco mejor las claves de uno de esos éxitos inesperados capaces de enamorar a toda una generación de espectadores. No es nada complicado imaginar la subida de inscripciones en escuelas de baile tras su estreno. La magia del cine. Y de una escena.
Curiosidades de 'Flashdance'
Protegiendo la ilusión
Si mientras revisáis 'Flashdance' tenéis la molesta sensación de que la película no tiene demasiada luz, tranquilos, estáis en lo cierto. Y es que, la iluminación general que se utilizó durante el rodaje de la película era especialmente oscura para que no se descubriera fácilmente que Jennifer Beals usaba dobles de cuerpo para las escenas de baile.
Rumor sexual
Más que una curiosidad o una anécdota, estamos ante uno de esos rumores que han adquirido mayor credibilidad tras los sucesos ocurridos durante los últimos meses en Hollywood. Al parecer, los directivos de Paramount no tenían nada claro que actriz debía ser la protagonista de 'Flashdance', una indecisión que, supuestamente, solucionaron de la manera más desagradable posible.
Al parecer Michael Easner, director por entonces del estudio, convocó a más de 200 trabajadores y les preguntó, uno a uno, con cuál de las tres actrices que habían quedado finalistas en el proceso de selección de la película preferirían acostarse. Las opciones eran Leslie Ala, Demi Moore y Jennifer Beals. Ganó la última.
Trampas finales
Para el aclamado número de baile final de 'Flashdance', insistimos, el mejor momento de la película, Jennifer Beals contó con la inestimable ayuda de varias dobles, entre las que se encontraban una gimnasta profesional venida de Francia. Además, también participó en el rodaje de la escena un bailarín debido a que ninguna de las dobles femeninas presentes podían llevar a cabo una de las piruetas.
Opciones (mejores)
Antes de que Michael Nouri se hiciera con el papel de Nick Hurley, los responsables de 'Flashdance' pusieron sobre la mesa opciones como, atención, Pierce Brosnan, Robert De Niro, Richard Gere, Mel Gibson, Tom Hanks, Jack Nicholson, Joe Pesci o John Travolta. Casi nada. Finalmente, y tras perder la esperanza de que alguno de ellos aceptara la oferta, le mandaron el guion a Burt Reynolds, quien lo rechazó por problemas de agenda.
Experimento acertado
'Flashdance' protagonizó un experimento que podría haber salido muy, muy mal, pero que, sin embargo, terminó funcionando a las mil maravillas. Y es que, durante los primeros años del vídeo doméstico, Paramount quiso probar suerte y lanzó la película en alquiler en formato VHS mientras seguía en la cartelera de algunos cines.
Una estrategia que podría haber terminado de matar sus opciones de rentabilidad en taquilla, pero que, en cambio, provocó un aumento en la recaudación de la película. La magia de 'Flashdance'.
Opción Demi
Entre las numerosísimas chicas que se presentaron al casting de 'Flashdance', una joven Demi Moore destacó por encima de la mayoría y se terminó colando entre las finalistas para conseguir el codiciado papel protagonista. Una oportunidad que la habría lanzado al estrellato, pero que terminó perdiendo en el último momento.
Sin secuela
Tras el tremendo éxito obtenido en su momento, los principales responsables de 'Flashdance' no dudaron en tratar de llevar a cabo una secuela. Sin embargo, el proyecto terminó en nada después de que la protagonista, Jennifer Beals, dijera que no. ¿Sus razones? El miedo a encasillarse en ese tipo de papel.
A la tercera
Si las pruebas de casting para dar con la protagonista de 'Flashdance' no fueron nada sencillas, tampoco se puede denominar como fácil el proceso para encontrar al director de la película. O, mejor dicho, para convencerle. Y es que Adrian Lyne rechazó el proyecto dos veces antes de decidirse a sentarse tras las cámaras de una película que, a la postre, se convirtió en uno de los mayores éxitos de su carrera profesional.
Éxito musical
La archiconocida y celebrada banda sonora de 'Flashdance' necesitó solamente dos semanas para vender, nada más y nada menos, que más de 700.000 copias. Una auténtica barbaridad que hizo despegar todavía más el éxito de la película. De hecho, aquellas canciones han envejecido mucho mejor que la cinta.
Cuestión de recortes
Cuando los productores de 'Flashdance' comprobaron que el primer montaje final de la película, propuesto por el director Adrian Lyne y el guionista Joe Eszterhas, tenía una duración de casi dos horas y media, se llevaron las manos a la cabeza. Un gesto al que siguió la ordenanza de que el metraje fuera seriamente recortado antes del estreno de la cinta. Finalmente, pese a las quejas y protestas de Lyne y Eszterhas, 'Flashdance' terminó durando poco más de hora y media. Volvió a triunfar el estudio, poca sorpresa.
