¡Cuidado SPOILERS!
*Este artículo habla del final de 'Por trece razones'
La última temporada de 'Por trece razones' lleva desde el 5 de junio disponible en Netflix, y los fans que han aguantado junto a Clay y los demás hasta el final siguen en shock por la mayor revelación del último episodio.
Si la temporada empezaba con un funeral, en el décimo capítulo descubrimos que es el funeral de Justin Foley, el personaje de Brandon Flynn. En el hospital se revela que Justin contrajo el VIH y que al no tratarlo había desarrollado SIDA, enfermedad que dio pie a otras, que son las que acabaron por sentenciar su destino. Justin moría rodeado por la familia de Clay, que le había acogido como si fuera su propio hijo. Brandon Flynn explica en este video cómo no se enteraron de que era su personaje quien moría cuando leyeron los primeros guiones, y que lo dedujo cuando Brian Yorkey, showrunner de la serie, le invitó a cenar. En una entrevista con EW, el actor agradece que no se lo dijera antes: "Cuando me enteré fue en el tiempo perfecto porque tuve la oportunidad de interpretar a Justin en rehabilitación sin saber por dónde iba a ir la historia".
Flynn explica que leyó mucho y vio muchas películas para preparar este último giro del personaje, y le ayudo también una cuenta de Instagram que comparte historias de víctimas del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. "Toda la temporada Justin intenta ser fuerte para todo el mundo. Pero luego pide a Clay: 'tío, ¿me sujetas la mano?'. Justin no tiene ni idea de lo que va a ocurrir. En cuanto a narrativa y para una serie de televisión, la manera en la que se va y cómo sigue las piedras del camino se hizo muy bonita" dice. Cree que su muerte es importante para que que "Clay llegue a entender un poco lo que necesita para curarse".
Terapia
El actor está muy satisfecho con el final de su personaje: "Aplaudo a los guionistas por la manera que han llevado la historia porque creo que aunque algunas respuestas hayan sido de indignación, así es el proceso de duelo. He tenido circunstancias en mi vida en las que he perdido a alguien y lo primero que he sentido es ira. Creo que una vez que pasamos esa primera fase de ira en el duelo, llegamos a entender la vida y que no siempre es justa". Y también admite que su personaje ha sido su propia válvula de escape para sus problemas personales: "Justin es un espejo para mí en muchos sentidos, en muchas cosas que tenía que sanar o recuperarme personalmente. Nunca parecía fallar que llegara al rodaje, lidiando con algo personal, y fuera la escena que necesitara hacer para sacar en el proceso algo dentro de mí. Quizás no es lo que quiera seguir haciendo como actor, no quiero que cada personaje parezca una terapia, pero en muchas maneras, creo que Justin fue un regalo enorme".
