El Studio Ghibli siempre ha sido ejemplo de riesgo, innovación y artesanía. Su filmografía está repleta de obras maestras del cine, entre las más populares están 'Mi vecino Totoro', 'La princesa Mononoke', 'El viaje de Chihiro' y 'El castillo ambulante', todas dirigidas por Hayao Miyazaki. Entre sus largometrajes más celebrados por la crítica está 'Porco Rosso', uno de sus trabajos más maduros, inusuales y personales.
'Porco Rosso' está ambientada en la Italia del período de entreguerras, en pleno ascenso del fascismo de Benito Mussolini. Porco Rosso es, en verdad, Marco Pagotto, antiguo piloto de hidroaviones del ejército italiano que luchó en la Primera Guerra Mundial contra el Imperio Austrohúngaro. A punto de morir en combate, Marco cae víctima de una extraña maldición que le hace tener la apariencia de un cerdo antropomórfico. Decepcionado con el mundo tras el fin del conflicto bélico, Marco aceptará la personalidad cínica de Porco Rosso para convertirse en un cazarrecompensas que le hace la vida imposible a los piratas aéreos.
La mirada melancólica y la pérdida de los ideales. El filme más personal de Miyazaki
El filme más diferente de Studio Ghibli y de la filmografía de Miyazaki, como también es uno de los más personales del cineasta, al tener buena parte de los temas que al realizador le interesan. Fue también la evidencia de que Ghibli empezaba a establecerse como un proyecto cinematográfico sólido, ya que fue el sexto largometraje producido por la factoría (el séptimo si se cuenta a 'Nausicaä del Valle del Viento') y, lejos de proponer una película más canónica como fueron 'El castillo en el cielo' o 'Nicky, la aprendiz de bruja', se apostó por una historia madura y adulta aunque con un toque de fantasía, sello de Miyazaki como autor.
Estrenada originalmente en Japón el 18 de julio 1992, en España llegó a los cines el 2 de septiembre de 1994, un hecho excepcional que será recordado de nuevo en siguientes párrafos, ya que fue el primer largometraje de Studio Ghibli en pasar por salas españolas y será un tema que se abordará extensamente a continuación. Ahora toca adentrarse en el filme más personal y melancólico de Hayao Miyazaki, 'Porco Rosso', la pasión redentora de Studio Ghibli.
Descubriendo a 'Porco Rosso', la melancolía de Miyazaki
Una historia que no estaba pensada para una película
La forma en la que se produjo 'Porco Rosso' fue completamente diferente a la que tuvieron sus predecesoras, siendo más semejante a lo sucedido con 'Nausicaä del Valle del Viento'. Porque, efectivamente, 'Porco Rosso' es una adaptación de un manga escrito y dibujado por Hayao Miyazaki, como ya ocurrió con la película de 1984. Sin embargo, el contexto de producción fue radicalmente opuesto al de 'Nausicaä'.
Para ello toca hablar brevemente de la faceta de Miyazaki como mangaka en su tiempo libre en el que descansaba de la producción de películas o cortos. Como narra Manuel Robles en 'Antología del Studio Ghibli Volume 1: de Nausicaä a Mononoke (1984 - 1997)', el cineasta aprovechaba sus momentos de ocio para creaciones en las que plasmar sus inquietudes o temas que le llamaron la atención durante el proceso de documentación de algún filme (como sucedió con las onomatopeyas del storyboard de 'Nausicaä del Valle del Viento').
Entre esas creaciones hubo historias que se convirtieron en mangas, otras quedaron como meras ilustraciones y otras con dibujos con texto. Miyazaki no tenía intención de publicar estos borradores y relatos cortos pero la revista Model Graphix, especializada en el modelismo aeronáutico, estuvo interesada en publicarlos. Al no exigir unos plazos y tener plena libertad creativa, Miyazaki aceptó gustosamente. Las publicaciones fueron un verdadero éxito, tanto que posteriormente se editaron en un libro que compilaba cada uno de los retales creativos del maestro Miyazaki y que se tituló 'Cuadernos de apuntes'. Las publicaciones en Model Graphix comenzaron en 1984.
Entre las publicaciones de 'Cuadernos de apuntes' está una titulada 'Hikôtei Jidai (La edad del hidroavión)', un manga de 15 páginas que se publicó dividido en tres partes en la revista y que narraba la historia de original de 'Porco Rosso' aunque de una forma más resumida e imperfecta, ya que no era intención de Miyazaki de publicarlo y, mucho menos, adaptarlo como película. Originalmente pensada cuando el director estaba trabajando en 'El castillo en el cielo', Miyazaki pensó en un borrador de una historia de un cerdo que conduce un tanque y se enamora de una bella muchacha. Publicada en 1989, ese año se estrenó 'Nicky, la aprendiz de bruja', el manga fue un éxito, aunque el que se adaptase al cine no fue provocado por esto, sino por otro tipo de motivaciones.
El encargo de una aerolínea que se convirtió en una película
Aunque el manga sea el origen de 'Porco Rosso', lo que provocó que fuese una película fue un encargo propuesto por la aerolínea japonesa Japan Airlines (JAL) a Ghibli. La compañía aérea propuso un proyecto al estudio que consistía en la producción de un mediometraje que para exhibirse en los vuelos locales de corta distancia. Miyazaki, apasionado confeso de la aviación, aceptó gustosamente el encargo. Fue en ese momento cuando se le ocurrió tomar de referencia el manga 'Hikôtei Jidai' que aparecía en 'Cuadernos de apuntes'.
Sin embargo, le gustó tanto el proyecto que lo que iba a ser un mediometraje de 45 minutos terminó en una película de hora y media. Ante semejante cambio, se propuso que el filme no se proyectase en los vuelos de Japan Airlines sino en salas de cines y el encargo derivó en el sexto largometraje producido por Studio Ghibli. Lejos de mostrar rechazo por el cambio de planes, JAL aceptó gustosamente seguir apoyando el proyecto y aparece acreditada como una de las compañías que financió la película. Por esto, se trata del proyecto cinematográfico más inusual dentro de la factoría.
Por otro lado, 'Porco Rosso' es inusual no sólo por la forma en que se gestó, sino porque se trataba de una propuesta muy alejada de los filmes dirigidos por Miyazaki hasta ese momento. El protagonista era un personaje masculino, el único en toda su filmografía hasta la llegada de 'El viento se levanta' en 2013. Además de ser el primer hombre protagonista, Porco Rosso rompía, en parte, con el esquema de cine fantástico de las anteriores películas de Miyazaki, sobre todo al estar ambientado en una época muy concreta de la historia de Europa: la Italia fascista de Mussolini previa a la Segunda Guerra Mundial.
Una película hecha para su propio deleite
Esto refuerza lo comentado por Manuel Robles en 'Antología del Studio Ghibli vol. 1' en el sentido de que se trató de una película dirigida por Miyazaki "para su propio deleite", una historia no tan enfocada en un público joven y pensada más en una audiencia adulta. Desde fuera podría haberse visto como un movimiento demasiado arriesgado, Ghibli aún no había logrado la solidez económica de años venideros, pero el precedente del éxito en taquilla de la costumbrista e intimista 'Recuerdos del ayer', de Isao Takahata, invitaba a pensar, con sumo acierto, en la viabilidad de 'Porco Rosso', con el añadido de los beneficios del merchandising, que lograron convertir a Totoro en la mascota de la factoría.
También es inusual porque parte de un manga creado por el propio Miyazaki, como fue 'Nausicaä del Valle del Viento'. Sin embargo, la gran diferencia de esta adaptación es que fue una propuesta que propuso el propio Miyazaki y que el manga de 'Porco Rosso' ya estaba finalizado, era muy breve y estaba dividido en tres partes, cuando 'Nausicaä' sólo tenía dos tomos publicados de los siete que fueron finalmente. El que el manga publicado dentro de 'Cuadernos de apuntes' haya sido tan breve y tuviese muchas omisiones narrativas facilitó su adaptación, al darle a Miyazaki plena libertad creativa para ampliar tramas y personajes y dotarlos de mayor complejidad.
El abandono de los ideales de su juventud
Y es que 'Porco Rosso' fue casi un filme terapéutico para Miyazaki, con este largometraje el cineasta mostraba metafóricamente su rendición política a sus ideales de juventud. Miyazaki fue marxista y comunista en su juventud, fue presidente del sindicato de animadores en Toei Doga, donde conoció a Isao Takahata, que se convertiría en su gran amigo y socio cofundandor de Ghibli. De fuertes ideales de izquierda, a inicios de los 90 Miyazaki renunció al marxismo al considerarlo "equivocado" y preferir una visión "global" de la personas, tal y como apuntó Gonzalo Ballesteros en su artículo 'El cine político de Hayao Miyazaki' en Revista Magnolia.
Sin embargo, el abandono de sus ideales de juventud le supuso una fuerte frustración política al cineasta, que se vio plasmada tanto en los últimos tomos del manga de 'Nausicaä del Valle del Viento' como en 'Porco Rosso', su primera película producida en los años 90. De ahí, que el filme transmita una fuerte sensación de melancolía a largo de todo su metraje, como también que su protagonista sea un hombre cínico y algo misántropo, aunque con férreas ideas antifascistas, en parte por la decepción de lo que ha vivido.
El antihéroe de Studio Ghibli
Aunque 'Porco Rosso' tiene el mismo esquema narrativo que las otras películas dirigidas por Hayao Miyazaki: Héroe, mentor, guardián del umbral, heraldo, figura cambiante, sombra, embaucador y aliados, tal y como lo expuso Laura Montero Plata en 'El mundo invisible de Hayao Miyazaki', el protagonista es un antihéroe, una figura diferente a la vista en la filmografía del cineasta anteriormente. Volviendo a hablar de su manera de canalizar la frustración por el abandono de sus ideales de juventud, Montero Plata recalca que el filme supone "la exorcización de sus fantasmas [los de Hayao Miyazaki], directamente relacionados con la aviación, la guerra y el abandono progresivo de los ideales comunistas [...] Decepcionado frente a su aburguesamiento, el realizador caricaturizó su propio estado de ánimo".
Ese antihéroe representa no sólo la pérdida de los ideales del pasado, sino también una nueva forma de adentrarse en una faceta diferente del cine de Miyazaki y que se podrá ver de nuevo de forma más extensa y compleja en otras películas que dirigió posteriormente como 'La princesa Mononoke', 'El viaje de Chihiro' y 'El castillo ambulante'. Uno de ellos es el castigo que acaba siendo autoinfligido, la maldición que pesa sobre Marco y que le hace tener apariencia de cerdo antropomórfico, algo similar les ocurre a Ashitaka en 'La princesa Mononoke' y Sophie en 'El castillo ambulante'.
¿Por qué es un cerdo?
Además del amargo pragmatismo en el que se ve envuelto Porco Rosso. El personaje hace todo un recorrido, ya que pasa a ser un canalla cazarrecompensas vendido al mejor postor a reencontrarse con su parte humana, aquella que abandonó cuando estuvo a punto de morir y que provocó tener aspecto de cerdo. En ese camino redentor, Gina y Fio, los dos personajes femeninos importantes de la trama, juegan un papel esencial, en el que Miyazaki, metafóricamente hablando, "se reconcilia" con sus propias ideas de cara al futuro.
Además, está la incógnita de por qué la maldición convierte al protagonista en cerdo. Miyazaki, en una entrevista concedida a Gilles y Michel Climent para la revista Positif, dijo: "Para los japoneses, el cerdo es un animal al que se tiene afecto pero que no respetamos. Para mí es un animal avaro, caprichoso y que no es sociable. Es alguien que no sigue ningún régimen [...] que hace solo lo que le da la gana. En términos budistas, tiene todos los defectos del ser humano [...]". También hay que destacar que el cerdo es un animal habitual en la filmografía de Miyazaki, ya que los padres de Chihiro se convierten en cochinos en 'El viaje de Chihiro' y el animal que desencadena la trama en 'La princesa Mononoke' es el jabalí, familiar salvaje del cerdo.
Pensamiento de Occidente, espiritualidad de Oriente
Otro aspecto de 'Porco Rosso' muy interesante es que, pese a estar ambientada en la Italia del período de entreguerras, el filme sigue teniendo fuertes convicciones japonesas, especialmente en la parte "más espiritual" del filme. Otro de las situaciones habituales del cine de Miyazaki es lo que Laura Montero Plata describe como "el misterio del desvanecimiento", algo que también señala Marta García Villar en su libro 'Biblioteca Studio Ghibli: El viaje de Chihiro', ya que es en la película ganadora del Oscar y del Oso de Oro de Berlín la que mejor expone este concepto que aparece varias veces en las películas del aclamado cineasta japonés.
Resumiéndolo rápidamente, consiste en la leyenda del Kamikakushi, en la que se narra la desaparición de una persona, que suele ser un menor de edad, en medio del bosque y cómo tiempo después es encontrado por un cazador, pero la persona desaparecida ya no es la misma. Esto se entremezcla con el mito del Tokoyo (una especie de tierra inmortal) a la que se accede de forma extraordinaria. En el caso de 'Porco Rosso' esto es clave, ya que es uno de los motivos por los que ha caído víctima de una maldición, que, por cierto, nunca llega a explicarse del todo.
El protagonista durante el conflicto contra el Imperio Austrohúngaro, está a punto de morir mientras combate en el aire. En la cinta se ve una escena en la que aparece una especie cementerio aéreo, en la que es testigo de cómo el marido de Gina entra, una metáfora de que él vio morir al amor de su amiga. Ese cementerio aéreo, según expone Montero Plata, es la frontera del "cielo y la tierra", el Tokoyo, que es un mito que también han utilizado otros aplaudidos realizadores japoneses como Akira Kurosawa o Satoshi Kon. Si ya el carácter melancólico de la película está unido a la reconciliación de los demonios del pasado del protagonista, esta unión con el mito propio del folclore japonés hace de 'Porco Rosso' una obra única y excepcional, al combinar una historia de Occidente con un enfoque personal y espiritual propio de Oriente.
El fuerte carácter pacifista de la película
Pero 'Porco Rosso' no sólo es una historia de redención, nostalgia y reconciliación, es, ante todo, una película de aventuras en la que el cineasta aprovecha también para tratar otro de sus temas estrellas: El antibelicismo. Como bien ya se ha comentado, Miyazaki es pacifista y ecologista. En 'Porco Rosso', su mensaje contra las guerras se hace especialmente palpable, al ser muy crítico con la Italia fascista que dibuja y en la que el protagonista deja de frases como "prefiero ser un cerdo a ser un fascista" o "yo solo vuelo por mi cuenta y riesgo". Sin duda, el filme en el que el cineasta aborda de lleno la situación política de la Europa de entreguerras, en la que los pensamientos extremistas y de corte fascista estaban completamente instalados en la opinión pública.
Aunque sea también una crítica al fascismo de la era de Mussolini, Miyazaki quiso no cargar demasiado el tono humorístico irónico (aunque la Banda Mammaiuto da un toque cómico pero bastante contenido) al tomarse muy en serio la situación que se vivía cerca del Mar Adriático cuando la película estaba produciéndose. Aunque la cinta esté ambientada en Italia, hay parte de la trama que tiene lugar en Croacia. En 1994, se estaba librando las Guerras Yugoslavas, más conocidas como Guerra de los Balcanes, el conflicto bélico que sucedió durante la fragmentación de la Antigua Yugoslavia. De ahí, que el mensaje pacifista fuera el imperante (y necesario) de la película.
El homenaje de Miyazaki a maestros de la animación, el cine y la literatura
Pero no sólo 'Porco Rosso' habla de guerras, política y aventuras, el filme de Miyazaki rinde homenaje a grades figuras de la animación, el cine, la literatura y la aviación. Por ejemplo, el apellido de Porco Rosso cuando era humano, Pagotto, es un guiño al apellido de los Hermanos Pagot, creadores de la icónica 'Calimero' y con los que el cineasta trabajó en la serie de animación 'Sherlock Holmes'.
Otro homenaje es la escena en la que Ferrari y Porco están en el cine y en la que se ve una caricatura que es un homenaje a la animación de los Hermanos Fleischer, creadores de 'Betty Boop' y 'Popeye'. También hay espacio para la literatura, ya que en la película se rinde tributo a Antoine de Saint-Exupéry y Roald Dahl, ambos escritores que también fueron aviadores. De hecho, como apunta Manuel Robles en 'Antología del Studio Ghibli vol. 1', la escena en la que Marco logra salir de esa necrópolis de aviones, está inspirada en un relato de Roald Dahl.
En cine hace homenaje a las películas de Akira Kurosawa y, especialmente, a uno de los filmes del Hollywood dorado, 'Casablanca'. Dirigida por Michael Curtiz en 1942 y protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, el filme se produjo en plena Segunda Guerra Mundial y tuvo un toque melancólico que le sirvió de inspiración a Miyazaki, especialmente con los personajes de Porco Rosso y Gina, que guarda en su bar una fotografía del protagonista cuando tenía apariencia humana.
La pasión de Miyazaki por la aviación
Y, cómo no, no podía faltar el homenaje a la aviación, una de las grandes pasiones del director, como se ha comentado en más de una ocasión. Por ejemplo, Porco Rosso utiliza un Savoia S.21, aunque el que se muestra en la cinta tiene un diseño diferente al de la vida real, ya que está inspirado en un avión que Miyazaki vio cuando era niño. El avión de Marco se parece más al Macchi M. 33. El director llamó al rival estadounidense de Porco, Donald Curtis, en honor al avión que pilota, el Curtiss RC3-0, una copia semejante al R3C-2. En la película, Curtis explica que modificó el avión, que era de exhibición, en un avión de guerra. Además de haber referencias a marcas como Caproni o Piaggio.
Casi todos los aviones mostrados en la película están basados en modelos reales. Y, cómo no, el otro homenaje es al Trofeo Schneider, que fue una competición aeronáutica que tuvo lugar en 1913 y 1931. Supervisada por la Federación Aeronáutica Internacional, fue creada el financiero francés Jacques Schneider en 1911. Se ofrecía un premio de 1000 libras en una carrera de hidroaviones en un circuito cerrado o un trazado concreto, en forma de triángulo. Había posibilidad de lograr la copa para siempre, si el piloto ganaba en tres ocasiones la competición, además de recibir 75000 francos como premio. El Trofeo Schneider es mencionado en los Talleres Piccolo en la película y también se comenta que Donald Curtis lo ganó.
Los Easter Eggs de 'Porco Rosso' en otras películas
Entre las curiosidades más interesantes de 'Porco Rosso' están que, debido a que la película estaba pensada para proyectarse como un mediometraje para los vuelos de Japan Airlines, se decidió poner un texto de cabecera del filme en varios idiomas de forma simultánea. Así pues, la película tiene una introducción en japonés, italiano, coreano, inglés, mandarín, español, árabe, ruso, francés y alemán. Aunque el largometraje iba a proyectarse en cines, tuvo un preestreno durante un vuelo de JAL.
También 'Porco Rosso' dejó un legado importante de Easter Eggs, ya que el personaje aparece más o menos referenciado en varias películas posteriores de Studio Ghibli como 'Puedo escuchar el mar', 'Pompoko' y 'Susurros del corazón'. No era algo nuevo en el estudio, ya que los guiños en películas Ghibli ya aparecieron en 'El castillo en el cielo', 'La tumba de las luciérnagas' y 'Nicky, la aprendiz de bruja'.
El mensaje feminista de la película
Es verdad que Porco Rosso no fue el primer protagonista masculino en Ghibli, antes estuvo Pazu de 'El castillo en el cielo', como también posteriormente estuvo Ashitaka en 'La princesa Mononoke'. Sin embargo, Pazu y Ashitaka tuvieron que compartir protagonismo en sus respectivas películas con personajes femeninos, cosa que Marco Pagotto no. Aunque 'Porco Rosso' tenga un protagonista enteramente masculino, Hayao Miyazaki no olvidó su vocación feminista y creó dos personajes femeninos profundos, complejos y que ejercen la labor de mentor respecto al misántropo cazarrecompensas: Gina y Fio.
Con Gina y Fio, Miyazaki deja su mensaje más comprometido con el feminismo en dos vertientes muy diferentes. Mientras que Gina es un personaje de corte más clásico, cantante en un bar y propietaria de un hotel; Fio es ingeniero aeronáutica, joven y decidida, que rompe con los moldes masculinos de la época, una heroína más cercana a las figuras de Nausicaä o Nicky, de 'Nicky, la aprendiz de bruja'. Sin duda, un magnífico ejemplo de cómo las mujeres pueden ser maestras y ayudar al hombre en su propia liberación.
Una película llena de prestigio
Un proyecto tan arriesgado como 'Porco Rosso' se convirtió en número uno en la taquilla japonesa durante su fin de semana de estreno. Fue la cinta más taquillera de 1992 y logró 2800 millones de yenes, según la web Eiren. Su éxito logró traspasar fronteras al lograr el premio Cristal a la mejor película en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, convirtiéndose en la primera cinta de Ghibli en lograrlo, un año después se revalidaría el triunfo del estudio con la victoria de 'Pompoko'. Con una animación exquisita y cuidada hasta el mínimo detalle, es otro ejemplo del trabajo artesanal del estudio.
Además, está en la lista de las consideradas 100 mejores películas de animación de la historia de la revista británica Time Out, una lista que lideraba otra película de Studio Ghibli, 'Mi vecino Totoro' y en la que también había otros títulos de la factoría como 'Nausicaä del Valle del Viento', 'La tumba de las luciérnagas', 'Nicky, la aprendiz de bruja', 'Recuerdos del ayer', 'Susurros del corazón', 'La princesa Mononoke' y 'El viaje de Chihiro'. Algo curioso es que su estreno en salas comerciales extranjeras fue muy increíblemente rápido, ya que logró exhibirse en mercados que aún eran ajenos al éxito de Ghibli, que vendría con la ya citada 'La princesa Mononoke' gracias al pacto Tokuma-Disney.
Un éxito que logró traspasar fronteras
España fue el primer país europeo en acoger el estreno de la película, se estrenó el 2 de septiembre de 1994, convirtiéndose en la primera película de Studio Ghibli en llegar a salas españolas, un hecho que no volvería a suceder hasta el estreno de la ya mentada 'La princesa Mononoke'. Unos meses antes se estrenó en Brasil y en junio de 1995 llegó a Francia. En Estados Unidos tardó bastante en llegar, presentada en el Festival de Austin de 2003, se lanzó directamente a formato doméstico en 2005. En Italia, país donde está ambientada la cinta, se estrenó en 2005 con un pase limitado en cines.
También toca hablar del doblaje, para el personaje de Porco Rosso, en Francia y Estados Unidos se optó porque doblase al protagonista un actor de reconocido prestigio y experiencia. En el país norteamericano fue Michael Keaton el que prestó su voz al cazarrecompensas porcino, mientras que en el país galo fue Jean Reno.
En España no hubo voces famosas fuera del circuito del doblaje pero sí se contó con profesionales de alto nivel. Doblada en Barcelona, se trata de uno de los primeros doblajes al español de una película Ghibli. También su doblaje es uno de los pocos que ha sobrevivido, hasta el momento, de la época anterior a la distribución estable de Ghibli en España, ya que, junto con los doblajes de 'Mi vecino Totoro' y 'La princesa Mononoke', fue el único que logró tener el aprobado de la compañía y que pudo distribuir eOne. Respecto a su disponibilidad en España, el filme está disponible en DVD y blu-ray aunque se espera que pronto esté descatalogado debido a que eOne no ha renovado los derechos de distribución de las películas de Studio Ghibli.
La música de 'Porco Rosso', melancólica, intimista y personal
No podían faltar unos párrafos dedicados a la música de la película, que también viene cargada de un fuerte simbolismo nostálgico, melancólico y político. La banda sonora fue compuesta por Joe Hisaishi, el compositor fetiche de Miyazaki, que ha compuesto la música de todas sus películas dentro de Ghibli. Ambientada en el Milán de finales de los años 20 y con escenas en el Mar Adriático y en Croacia, la banda sonora es muy atípica también del resto de composiciones de Hisaishi para Ghibli.
Al ser una película tan personal, se tuvo que crear temas que evocasen un tiempo perdido, llenos de melancolía y nostalgia, como también temas que inciten a la aventura, especialmente en las escenas de lucha aérea, al igual que alguna pieza con componente irónico, debido al carácter cínico y ácido de Porco Rosso.
Entre los temas que más destacan están 'Bygone Days (Días de antaño)', que reproduce a la perfección las emociones internas del protagonista. Tampoco podían faltar los temas cantados por Gina. El primero es 'Le temps de cerises', escrito en Francia en 1866 por Jean-Baptiste Clément y que está fuertemente asociado al movimiento comunero de París, aunque se compusiese antes. La canción retrata la pérdida de un amor apasionado, aunque también puede interpretarse como la derrota de los ideales políticos (movimiento atrevido de Miyazaki, ya que Gina canta una canción que sirvió de himno al comunismo en medio de un bar repleto de militares fascistas).
La otra canción es 'Once in a While, Talk of the Old Days', compuesta y cantada por Tokiko Kato, que prestó su voz al personaje de Gina en el doblaje original japonés. Con arreglos de Yoko Kanno y Junichiro Ohkuchi, se trata de un tema envuelto de melancolía que habla de aquellos días del ayer que ya no volverán. Sin duda, un broche de oro para una de las películas más intimistas de Hayao Miyazaki.