El precio de las entradas de cine en España es un eterno debate que, durante los últimos años, ha cobrado especial interés gracias al éxito de iniciativas como la Fiesta del Cine o los Miércoles al Cine. Tanto es así que, poco a poco, el espectador ha ido cambiando sus hábitos de asistencia a las salas para aprovechar los precios más bajos.
Este pasado miércoles acudieron a las salas de cine un total de 791.575 personas según datos facilitados por Rentrak España a eCartelera. Unas cifras que prácticamente doblan a las del pasado sábado, con las mismas películas en cartelera. Ese día acudieron al cine 444.179 espectadores. Merece la pena señalar que, hasta ahora, el sábado era siempre el día de mayor asistencia al cine.
Bien es cierto que estas cifras están condicionadas por la estación estival y el periodo de vacaciones de estudiantes y muchos trabajadores, pero vuelven a abrir el debate sobre la asistencia del público a las salas. ¿Iría más gente al cine si fuese más barato? La respuesta parece un rotundo sí, pero ¿les interesa a las salas y distribuidoras? ¿Es posible seguir manteniendo los miércoles al cine si los espectadores dejan de acudir a las salas los fines de semana para hacerlo los miércoles? Porque hasta ahora habíamos visto un fenómeno de complemento, pero si este se transforma en canibalización, las cosas cambian.
Cuestión de recaudación
Basta comprobar los datos. En la semana del estreno de 'Inside Out', la esperada última película de Pixar, acudió más gente a las salas un miércoles que la suma de viernes y sábado. Pero la recaudación es otra cosa bien distinta. Aunque el miércoles fue el día récord de taquilla con 3.478.649 euros, la cifra del sábado fue prácticamente la misma (3.001.846 euros) con la mitad de asistentes.
El miércoles, el cine español generó una media de 4,39 euros por espectadores, mientras que el sábado la cifra sube hasta los 6,76 euros por cabeza, 2,37 euros más de media por cabeza.
La realidad es que, en todo el mundo, el éxito de una película se mide gracias a las cifras oficiales de recaudación en taquilla, mientras que las de espectadores no suelen interesar, sobre todo teniendo en cuenta que interesa tener cada poco tiempo "la película más taquillera de la historia" algo sólo posible gracias a la inflación en los precios.
La letra con sangre entra y parece que las salas y distribuidoras están empezando a dar con ese equilibrio entre precio y asistencia. Sin ir más lejos, los Miércoles al cine han pasado de costar 3,90€ en todo el territorio a ir ajustando su precio en función de las salas y localidades. Pero todavía queda trabajo por hacer y sólo tenemos que mirar a nuestro entorno. En Reino Unido, por ejemplo, no todas las películas valen lo mismo ni todas las semans: los estrenos potentes tienen un suplemento y los cines varían considerablemente su precio en una misma ciudad en función de su localización.