La obligada apertura de miras de los grandes estudios de Hollywood a finales de los sesenta permitió la entrada de cineastas que atesoraban el potencial de conectar con la nueva generación de espectadores. Francis Ford Coppola fue el patriarca de esta innovadora corriente, que pretendía derribar el nepotismo que regía el hermético entramado industrial del cine estadounidense. No fue el único que revolucionó el sistema, pero sí el que lo hizo con mayor insistencia.
Después de trabajar junto al legendario cazatalentos Roger Corman, Coppola irrumpió en el ámbito de las majors con 'El valle del arco iris', realizada en las instalaciones de Warner Bros. Allí conoció a un joven George Lucas, que no tardaría en subirse al carro de Coppola. Tras esa experiencia fundó su propia productora, American Zoetrope, con el apoyo de Warner. Con esa compañía pretendía alejarse de las producciones encerradas en sets de rodaje y dar rienda suelta a sus inquietudes y las de sus compañeros de generación. El experimento no tardó en fracasar, y Coppola, cuyo lema era: "Para vivir dentro de las posibilidades no hace falta imaginación"; se vio obligado a dirigir 'El Padrino' para afrontar sus deudas.
Del infierno de aquel rodaje surgió su primera obra maestra, la cual repudió debido a la traumática experiencia y a su sensación de haber traicionado el cambio que promovía. Apoyado por Charles Bluhdorn, dirigió 'La conversación' (como resultado de su efímera asociación con William Friedkin y Peter Bogdanovich) y 'El Padrino: Parte II'. Más adelante, para rematar su década de gloria, firmó 'Apocalypse Now', que tampoco estuvo exenta de dramas durante su producción. Actualmente se encuentra en una etapa más experimental, en la que ni siquiera busca la aprobación del público. Para recordar una carrera de medio siglo y la influencia de este icónico realizador, hemos recogido diez de sus anécdotas más interesantes:
Curiosidades de Francis Ford Coppola
El cuarto padrino
A Coppola no se le quitaron las ganas de prolongar las intrigas de los Corleone tras el estreno de la tercera entrega en 1990. El guionista y realizador desarrolló junto a Mario Puzo una precuela que revelaría las peripecias de Sonny, Michael y Fredo antes de los eventos de la película original. Pero el proyecto se vio frustrado cuando Puzo falleció a mediados de 1999, dejando huérfano a Coppola, que decidió abandonar el proyecto por respeto a su creador.
Despechado
Al igual que todo hijo de vecino, Coppola tenía las paredes de su habitación cubiertas por la imagen de sus ídolos. El rostro predominante en su cuarto era el de su estrella favorita, Jane Powell, que le rompería el corazón cuando se casó con Geary Steffen. Entonces decidió arrancar todos los pósters y recoger los fragmentos de su fracturada existencia. La relación entre ambos no se quedó en lo platónico de la habitación, sino que la mujer de Francis, Eleanor, organizó un encuentro con Powell como regalo de cuarenta cumpleaños.
Aislado
La infancia del pequeño Francis estuvo marcada por un período en especial. Durante prácticamente un año, Coppola tuvo que estar en cuarentena tras haberse infectado de poliomielitis. Esa etapa de su vida le marcó tanto física como psicológicamente, al verse aislado durante una desesperante suma de tiempo, la cual no tiró a la basura, porque la invirtió en desarrollar su imaginación. Inversión que resultaría productiva a la larga.
Sumiller y bodeguero
El cine no fue el único terreno en el que Coppola trató de cosechar éxitos en los años setenta. A mediados de aquella década, el cineasta adquirió una porción de la propiedad de Inglenook en Napa, característica por la calidad de sus vinos. Pocos años después, Coppola estableció su propia bodega, con la que produce especiales vinos desde entonces, bautizados con títulos de películas y con los nombres de sus seres más queridos.
Carisma contagioso
Los encantos de Coppola le distinguieron de otros cineastas más retraídos, como el propio George Lucas. El creador de 'Star Wars' tuvo sus más y sus menos con Coppola a lo largo de los setenta, pero no cabe duda de que le influyó en una tremenda medida. De hecho, a la hora de dar forma a los personajes de su franquicia galáctica, se inspiró en Coppola para perfilar al legendario Han Solo.
Perdido en la traducción
El personaje de Bill Murray en 'Lost in Translation' visitaba Japón para rodar un spot del whiskey Suntory. Sofia Coppola, hija de Francis, tomó esa idea de una experiencia real de su padre, cuando a finales de los años setenta dirigió una serie de anuncios para esa marca, los cuales también se encargó de protagonizar junto a Akira Kurosawa. Como marco de la grabación recurrió al espectacular rodaje de 'Kagemusha', de Kurosawa; la excusa perfecta para conocer en profundidad a su colega y cobrar un buen sueldo por bañar la experiencia con un poco de whiskey.
En la variedad está el gusto
Siempre es interesante conocer las influencias de un gran director de cine. En el caso de Coppola, su director predilecto es Elia Kazan, pero entre sus películas favoritas nos encontramos con todo tipo de producciones: 'Amanecer', 'Toro salvaje', 'Yojimbo', 'Los inútiles', 'Cantando bajo la lluvia' y 'Los mejores años de nuestra vida' son algunos de los clásicos imprescindibles en su colección.
Conducido al éxito
El Ford que media entre Francis y Coppola fue el homenaje particular que el padre de Francis quiso rendir a Henry Ford. El fundador de la exitosa compañía automovilística a la que cedió su apellido también bautizó con su nombre el hospital de Detroit en el que nació Francis. Además, su padre llegó a conocer al magnate gracias a un espectáculo musical en el que participaba. Razones de sobra para completar el nombre de su hijo con el apellido de uno de los estadounidenses más populares.
Crueldad infantil
Coppola no tuvo la infancia más placentera. Además de pasar la polio, cuyos efectos le dejaron tocado físicamente, tuvo que soportar motes y burlas constantes. Uno de los sobrenombres que le pusieron fue Ichabod, clásico personaje retratado por Disney en 1949, que no tenía un aspecto físico demasiado atractivo. Coppola pasó por más de veinte escuelas antes de aterrizar en la universidad, donde afortunadamente inspiró más respeto.
Familiar ante todo
Francis Ford Coppola forma parte de una estirpe plagada de cineastas. Si algo caracteriza a Francis es que su cine siempre ha tenido cabida para la familia, algo que ha quedado contrastado con el éxito de su dinastía en diversas galas de los Oscar. Su hermana Talia, que interpretó a Connie en 'El Padrino', recibió una nominación a mejor actriz secundaria por su trabajo en la secuela, siendo el único caso de un director que cosechó la nominación para su hermana. Además, el padre de Francis, Carmine, se alzó con un Oscar por su trabajo en el departamento musical de aquella secuela, y su hija Sofia ganó el Oscar al mejor guion original por 'Lost in Translation', en la que Francis ejerció de productor ejecutivo.