Si hubiera prevalecido el guion original de 'Pretty Woman', la historia de amor entre la prostituta, interpretada por Julia Roberts, y el hombre de negocios, encarnado por Richard Gere, que tenía lugar en Los Angeles, no habría tenido un final tan de cuento de hadas.
El final de ese primer libreto, cuyo título era '3000', el personaje interpretado por Richard Gere, Edward, habría tomado una decisión totalmente diferente. Edward volvía a Nueva York con su novia, dejando atrás a Vivian (Julia Roberts) que, tras recibir 3000 dólares por su trabajo a lo largo de la semana, volvía a la calle para seguir dedicándose a la prostitución.
Esa resolución y el espíritu del guión original habrían cambiado totalmente el impacto de la película, la propia Julia Roberts definió la historia original como: "una historia muy oscura, deprimente y terrorífica sobre dos terribles personas. Y mi personaje era una drogadicta, con mal temperamento, bocazas, malhumorada y maleducada prostituta que tuvo esa experiencia de una semana junto a un bocazas, malhumorado, muy sano, y atractivo pero terrible hombre, y era una horripilante y desagradable historia sobre esas dos personas".
Un proyecto complejo
A pesar de su tremendo éxito, sobrepasando los cuatrocientos millones de dólares de recaudación a nivel mundial, la reproducción de 'Pretty Woman' no fue un camino de rosas. Además de ese diferente guión original, hay que añadir el trabajo que costó que Gary Marshall firmara como director. También fue un trabajo duro conseguir que Richard Gere aceptara el papel de Edward, el propio director y Julia Roberts tuvieron que ir a casa de Gere para tratar de convencerle. Resulta sorprendente que la película que nos ha dejado una de las parejas más reconocidas de las últimas décadas tuviera tal cantidad de problemas para comenzar a rodar.