Después de varios años esperando una secuela de la aclamada película de Tim Burton, 'Bitelchus', Broadway ha cogido el testigo para llevar la historia a un escenario mucho más musical, y prometiendo una versión "más grosera, vulgar y, francamente, más repelente" del film protagonizado por Michael Keaton, Winona Ryder, Alec Baldwin y Geena Davis en 1988. Pues bien, justo treinta años después tenemos al mítico fantasma en una versión que parece muy diferente a la que recordamos.
Parece claro que el director de este musical, el nominado a los Tony Alex Timbers, quería dar un toque diferente no sólo al musical sino también a su protagonista, y ello se puede apreciar en la primera imagen oficial de Alex Brightman como el divertido fantasma. Sin embargo, en esta nueva versión vemos a un Bitelchus algo más joven y punky que el de Michael Keaton. El propio director admitía que quería desmarcarse algo de la visión general del público para traer algo rompedor y nuevo: "El Bitelchus de Alex (Brightman) no es en absoluto una imitación del de Michael Keaton. Es su propia versión del personaje. Está hecho a través de la sensibilidad de Brightman".
Además de un nuevo enfoque del personaje, este musical se centrará más en la relación entre Bitelchus y Lydia Deetz (el personaje interpretado por Winona Ryder), un dúo que sorprenderá mucho en sus actuaciones musicales según asegura el director. Pronto sabremos las primeras impresiones de esta nueva versión de todo un clásico de los 80, pues su preestreno está previsto para este domingo en el National Theatre de Washington D.C.
¿Y la secuela en el cine?
Mientras los fans de los musicales se congratulan de este nuevo estreno, muchos otros aún tienen la esperanza de que una secuela cinematográfica salga adelante. En 2015 hubo noticias de que el guión ya estaba hecho y preparado para rodarse, pero no ha sabido novedades desde entonces. Quizá un eventual éxito del musical podría ser el empujón definitivo para hacer que Tim Burton regresara a Bitelchus, pero mientras tanto tiene pendiente de estreno otra nueva versión de un clásico de Disney, 'Dumbo', que se estrena en cines el próximo 29 de marzo de 2019.
Los 12+1 mejores personajes de Tim Burton
La Reina Roja
Tras el prolongado plan de Disney de hacer nuevas adaptaciones en acción real de sus clásicos más famosos, 'Alicia en el País de las Maravillas' fue el primer experimento de la factoría por devolver a la vida sus antiguos clásicos de animación (cuyo éxito en taquilla se confirmaría dando luz verde a una secuela). Mia Wasikowska se pondría en la piel de la joven y curiosa protagonista mientras en sus aventuras le acompañarían otros secundarios de lujo como Anne Hathaway (Reina Blanca), Michael Sheen (Conejo Blanco), Crispin Glover (Sota de corazones), y sí, Johnny Depp como el Sombrerero Loco. Y entre tanto casting de lujo, qué mejor que Helena Bonham Carter para dar vida a la Reina Roja y su mítico "que le corten la cabeza". Su insufrible voz, la facilidad con la que mandaba a alguien a decapitar, o la obsesión por el palo de cartas rojo son los rasgos característicos de un personaje icónico de la historia creada por Lewis Carroll. La actriz se metió así en la piel de la villana cabezona en un papel que le venía como anillo al dedo, convirtiéndose en lo mejor de una adaptación que ya acusaba el desgaste del director.
Sparky
En 1984, Burton realizó un corto titulado 'Frankenweenie' que contaba la historia de Victor Frankenstein, un avispado niño cuyo perro y fiel amigo era atropellado, obligando al joven a utilizar su ingenio para devolver a su querida mascota a la vida, con un resultado previsiblemente desastroso. Dieciséis años tardó el director en quitarse la espinita de adaptar esa historia (esta vez en animación stop-motion) en la gran pantalla. Y aunque el resultado pueda agradar más a un espectador u otro, el protagonismo que adquiere Sparky, el perro de la película, junto con la relación afectiva que mantiene con su dueño y amigo, consigue demostrar una vez más que el perro es el mejor compañero del hombre. Claramente referencial a la novela de Mary Shelley, esta imaginada historia de Tim Burton nos muestra una relación hombre-canino que todos querríamos tener, y un Sparky al que querríamos resucitar una, y todas las veces que la batería del coche nos permitiese.
Oompa-Loompas
Segunda adaptación cinematográfica (tras 'Un mundo de fantasía') de la novela homónima de Road Dahl. Tim Burton nos presentaba así la historia de Charlie Bucket, un niño criado en la pobreza que ve sus sueños resueltos al recibir un billete dorado para poder visitar la fábrica de chocolate de Willy Wonka, después de que desapareciera misteriosamente. Si la película conseguía abrir los estómagos más cerrados con un maravilloso diseño de producción, donde cada escenario te hacía querer hincar el diente, y con un Johnny Depp en estado de gracia, los robaescenas de la función fueron los Oompa-loompas. Nativos de Loompalandia, estos bromistas seres diminutos dieron los momentos más divertidos del film con sus rítmicas y ensayadas coreografías, así como unas letras para dar lecciones que niños como Veruca Salt, Violet Beauregarde o el glotón Augustus Gloop deberían haber aprendido de sus padres. Encarnados por Deep Roy, estos adictos a los granos de cacao se convirtieron en los mejores compañeros de trabajo que uno querría tener, haciendo más amena la historia con cada intervención y dejando momentos musicales que se convertían en una de las mejores cosas de la película, junto con tanta cantidad de chocolate.
Marcianos
Esta comedia de ciencia ficción se basaba en una serie de cromos del mismo nombre con la que Burton construía una historia tan sencilla como su título: la Tierra siendo atacada por marcianos del planeta rojo. Y a pesar de la sencillez que desprendía la historia en sí, el cineasta nos traía un elenco de estrellas (algunos colaboradores habituales) que destacaban por su originalidad y descaro. Una película de la que es imposible no reparar en sus personajes tan caricaturizados: con esa Annette Bening haciendo de iluminada espiritual, Jack Nicholson y Glenn Close como los inadecuados presidentes de la nación, Sarah Jessica Parker y Michael J. Fox cuales periodistas mamarrachos, Pierce Brosnan de científico seductor o Jim Brown como el héroe recién salido de Las Vegas. Y es en este carrusel de famosos donde los personajes más destacados son aquellos que provocan el conflicto de la película: los recién llegados de Marte.
Ya sea por su aspecto digitalmente grotesco, como su habilidad para hacer reír sin ni siquiera pronunciar palabra coherente, estos seres del espacio exterior que le hacían los coros a Tom Jones al ritmo de "It's Not Usual" para después ser destruidos por "Indian Love Call" se convirtieron en los auténticos protagonistas de la historia. Sin otro motivo que destruir la Tierra, el argumento de 'Mars Attacks!' se veía reforzado por una constante de gags (por favor el momento "Os aseguro una cosa, no se llevarán la tele") que hacían de la cinta un culto de la ciencia ficción.
El jinete sin cabeza
Vagamente basada en el relato 'La leyenda de Sleepy Hollow' publicado en 1820 por el autor Washington Irving, Tim Burton nos descubría el inhóspito pueblo de 'Sleepy Hollow', asolado por una serie de crímenes cuyas víctimas aparecían con la cabeza completamente cercenada. Era así como nos introducían la historia del jinete sin cabeza, un mortífero guerrero germano que cortaba la parte superior de sus enemigos como un cuchillo corta la mantequilla. Christopher Walken repetía así con Burton tras 'Batman vuelve' para dar vida al jinete de los dientes limados que se dedicaba a aterrorizar a los habitantes de Sleepy Hollow. Una película llena de fantasía y misterio que conseguía entretener a través del gore y el morbo de ver al personaje de Walker danzando por los parajes del lugar sin cabeza, rebanándosela así a quienes le mandasen con el fin de recuperar la suya, y consiguiendo que el pragmático investigador Ichabod Carne (Johnny Depp) se cuestionara la veracidad de lo que sucede en el pueblo, abandonando así cualquier creencia en lo racional.
Ed Wood
Rodada exclusivamente en blanco y negro por decisión del cineasta, esta película basada en la biografía 'Nightmare of Ecstasy' de Rudolph Grey plasmaba en la gran pantalla la vida de Ed Wood, director de culto conocido por, según algunos, ser el peor cineasta de todos los tiempos. El desastroso realizador encarnado por Johnny Depp (en un papel que le consiguió una nominación a los Globos de Oro como Mejor Actor), queda retratado de manera humorística y emotiva en 'Ed Wood', mostrando los detalles más personales del incomprendido director, así como ahondando en su personalidad luchadora. El que osaba compararse con el mismísimo Orson Welles nos introduce en una historia de perdedores, aquellos incomprendidos que siguen combatiendo contra todo pronóstico por conseguir sus sueños y hacerlos realidad: compartir su obra con el resto del mundo, aunque al resto del mundo no le interese lo más mínimo.
Emily
En 2005 Tim Burton regresaba al stop motion con 'La novia cadáver', cinta basada en un cuento popular ruso-judío del siglo XIX, contando así la historia de Víctor Van Dort, un joven al que comprometen sin pedirle opinión alguna que no se siente preparado para casarse con una persona que apenas conoce, siendo el destino tan contrario, que acaba desposado con Emily, una novia procedente del mundo de los muertos. Burton regresaba así a una de sus temáticas más conocidas por antonomasia, contando la historia de Emily, una pobre desdichada cuyo corazón terminó roto al ser engañada y asesinada por el hombre al que amaba, esperando al día en que encuentre a un nuevo amor para así ser feliz para siempre. Helena Bonham Carter ponía voz a un personaje que podría considerarse uno de los máximos representantes de lo que el cine de Burton representa: su tristeza, oscuridad, melancolía y estilo gótico (tanto de la película como del personaje en sí), convertían a la novia cadáver en uno de los mejores personajes de Burton, en una película modesta pero entretenida, y con un gusano ejerciendo de conciencia inolvidable.
Mrs. Lovett
El trastornado musical en el que Johnny Depp se convertía en un barbero sediento de venganza (y hambriento de pasteles) nos dejó varios números musicales algo soporíferos pero envueltos en una atmósfera oscura y tétrica, impregnado con el claro sello de la casa Burton. Y si el estrambótico barbero encarnado por Depp nos dejó con miedo de ir al peluquero, el personaje de Helena Bonham Carter no se queda atrás. Porque el plan del señor Todd no habría tenido ningún éxito sin la ayuda de la pastelera Mrs. Lovett, siendo ella la principal artífice de tan sangriento (pero algo jugoso) plan. Perfecta encarnación de la locura que provoca el amor, Mrs. Lovett consiguió un hueco en nuestros corazones por la devoción que profesaba hacia su amado Sweeney hasta el punto de llegar a la locura... y acabar consiguiendo su propio hueco en la chimenea. Un final demencial para un personaje demencial, e inolvidable.
Lydia Deetz
Winona Ryder llegaba al universo de Tim Burton (y al punto de mira de la industria) con 'Bitelchus', esa comedia fantástica cargada de humor negro donde Lydia Deetz (Ryder) se trasladaba a una casa habitada por los fantasmas de Alec Baldwin y Geena Davis. La joven emo que tenía el don de ver a los muertos por ser "diferente y peculiar", nos conquistó con su pasión por la fotografía, así como ese desganamiento y visión deprimente de la vida que podría haberla hecho pasar por una millenial actual. Capaz de enfrentarse a todos los peligros que asomaban a su nueva morada, Lydia Deetz destacaba por encima de la comicidad del protagonista de la historia, Bitelchus, un Michael Keaton cuya extravagancia y humor soez le hacían cometer todo tipo de locuras, hasta querer casarse con la joven Lydia.
Edward Bloom
'Big Fish' se convirtió en uno de los éxitos más cuestionados de Burton al tratarse de una de sus cintas que más se alejaba del estilo del cineasta. Colorida, luminosa y sobre todo con ese mensaje tan esperanzador (y tan repetitivamente claro), fueron los elementos que la convirtieron en una de las películas menos burtonianas (en su apariencia superficial) de todas. Y es que la historia de Edward Bloom era un canto a la esperanza y a la posibilidad de creer en todo lo que te propongas. Con Ewan McGregor desprendiendo luminosidad en un papel hecho para él, descubrimos la intrépida vida de Edward Bloom, y todas aquellas aventuras que parecían sacadas de 'La historia interminable' que ni su propio hijo creía. Y es el hecho de imaginar la posibilidad de cumplir tus sueños, vivir mil y una aventuras y encontrar al amor de tu vida es lo que hizo que Edward Bloom se convirtiera en el personaje esperanzador que el universo de Tim Burton necesitaba entre tanta oscuridad melancólica, así como el que los espectadores nos merecíamos para seguir soñando. Y es que a veces la fantasía es mejor que la propia realidad.
Selina Kyle
Tim Burton volvía a la ciudad de Gotham para continuar las aventuras del Caballero Oscuro que comenzó en 'Batman', y si bien en su primera entrega apostaba por un adecuado cartel de actores encabezado por Michael Keaton como el superhéroe y Jack Nicholson en la piel del Joker, no se iba a quedar atrás poniendo sus (estrafalarias) cartas sobre la mesa con una segunda tanda de villanos como el Pingüino (Danny DeVito). Sin embargo, la sorpresa vendría de la mano (o la zarpa) de una Michelle Pfeiffer convertida en Selina Kyle, alias Catwoman, en un papel icónico del universo Batman.
"No soy una secretaria, soy ayudante", afirmaba su personaje al comienzo del film. Pero erraba, pues en esta película Pfeiffer es mucho más: una mujer sometida al yugo de los hombres e infravalorada dadas sus capacidades, que por unas incidencias del destino (si se puede llamar eso a "tirar por la ventana") se convierte en el mejor reclamo de la película de 1992. Su escena de conversión con villancico de Navidad de fondo, los esbozos de feminismo encubierto en cada una de sus intervenciones, su traje de látex, su irreverente manera de desplazarse solo a través de piruetas, o la forma de cobrarse venganza con beso-táser incluido, hacen de la Catwoman de Pfeiffer uno de los mejores personajes de Tim Burton (y más después de la cinta individual protagonizada por Halle Berry).
Eduardo Manostijeras
No podía ser otro, simplemente por el hecho de que 'Eduardo Manostijeras' supuso un punto de inflexión en la filmografía de Burton, llegando a convertirse en la película más representativa del cineasta. Un protagonista que funcionaba como la perfecta encarnación de su creador, con un Johnny Depp que daba vida al personaje más emblemático de toda la temática que engloba el universo del realizador: solitario, con problemas para relacionarse con los demás, creativo a la par que autodestructivo y con un toque de romanticismo, son los elementos que convirtieron al personaje en el mejor alter ego de Burton, en una película que aboga por lo diferente, lo extraño, lo que no encaja en la sociedad y es mal visto por "los normales", donde las criaturas más extrañas son las especiales, tengan o no tijeras por manos, estén completos o inacabados, puedan comunicarse con mayor o menor facilidad, o simplemente consigan o fracasen en sus motivaciones románticas... Por todo esto, Eduardo Manostijeras siempre será el personaje más icónico de Tim Burton.
Todos los personajes de 'Pesadilla antes de Navidad'
Vale, aquí hemos hecho un poco de trampa, pero es que no podíamos hacer un especial de Tim Burton sin mencionar 'Pesadilla antes de Navidad'. Sí que es cierto que esta historia de animación no está dirigida por el realizador (aunque mucha gente piense lo contrario), pero su estilo, estética y narración encajan perfectamente en el universo burtoniano, convirtiéndose en un claro referente. Recién salidos de la mente del cineasta, nos encontramos ante un conjunto de personajes que dotan al clásico de esa magia oscura que Burton desprende en sus mejores obras.
Sería tirar por lo fácil seleccionar a Jack Skellington como mejor personaje de la película, y es que todos los habitantes del pueblo de Halloween se merecen un sitio en este apartado, desde Oogie Boogie hasta la muñeca Sally, pasando por el Alcalde y el Doctor Flinklenstein. Todos ellos conforman una visión oscura pero también animada (quién no se sepa la canción de introducción es porque no ha tenido infancia) de lo que la festividad de Halloween significa, ahondando en unos personajes vacíos por dentro que solo ven soledad allá donde miran, deseando buscar algo que les motive, creando así un clásico navideño, y una obra de arte del cine. Nos encontramos indiscutiblemente, ante la mejor pesadilla de Burton.