Veinte años después del estreno de 'Independence Day' Roland Emmerich vuelve a la carga con una nueva aventura extraterrestre, aunque esta vez sin Will Smith y compañía. A pesar de las críticas poco entusiastas que generó en su día la primera entrega, el éxito en taquilla (con más de 800 millones de dólares) y la voluntad de Emmerich han llevado a buen puerto una segunda entrega. Esta secuela ha generado una gran expectación desde que se publicase su primer tráiler a finales del pasado año y aunque con Emmerich nunca se sabe estamos deseando ver esa colosal batalla que nos adelantó una featurette el mes pasado.
A pesar del secretísimo con el que se ha llevado la película (se han publicado pocos detalles, las entrevistas han sido limitadas y muy pocos periodistas han podido ver la película) ya conocemos las primeras impresiones de la prensa que sí ha podido disfrutar de la película. Aunque no sabemos si algunos la han disfrutado tanto...
The Guardian
"Están de vuelta. La película busca expandir el pánico a los cines de todo el mundo al tiempo que el público se da cuenta de que se trata de la secuela de ciencia-ficción más aburrida de la historia que lo único que busca es aplastar nuestras mentes y dejar vacías nuestras carteras. No hay una maldita cosa que podamos hacer al respeto."
Empire
"Emmerich ha hecho todo lo posible por recuperar el encanto de su película de 1996 y, en su mayor parte, lo consigue. Encontramos en esta entrega eventuales llamadas al pasado bastante estúpidas (Jessie Usher como hijo huérfano de Dylan Hiller (Will Smith) falla al intentar vender la frase: "Prepárate por vértelas conmigo", ya que nunca estamos seguros de que pueda hacerlo), pero otros detalles sí están encaminados a sacar la vena nostálgica del público. Y no sólo estamos hablando de otro perro que desafía la muerte."
The Hollywood Reporter
"Emmerich y su equipo de efectos especiales han sacado fuera todo lo que tenían y han conseguido plasmar las batallas y el interminable caos con una belleza abismal. Pero dentro de toda esa locura, el mérito de la película es que se toma el tiempo suficiente para salvar al pequeño perro."
The Telegraph UK
"La secuela de 'Independence Day' aumenta la magnitud de la amenaza alienígena en un grado tan absurdo -la nave nodriza ocupa aproximadamente una octava parte de la superficie total de la Tierra- que las colas de tráfico y las azoteas de rescate para helicópteros en las que se supone que tenemos que creer se vuelven minucias. La amenaza se hace palpable y el factor humano vuelve a estar sorprendentemente bien montado, sobre todo en la parte final, donde un autobús escolar con Goldblum al volante es perseguido a través de un desierto. Es sumamente estúpida pero a estas alturas la estupidez se siente como una mejora."
Las 6 peores películas de Roland Emmerich
'El secreto de los fantasmas'
Es la mayor rareza en la carrera del realizador. Estrenada en 1987, en plena fiebre del cine fantástico juvenil, 'El secreto de los fantasmas' bebe de otras películas del mismo género ('Cristal Oscuro') y de films de terror ('El resplandor'). Bebe y se atraganta. El guión es demasiado pueril (además de lento y sin giros interesantes), los escenarios son poco atractivos y, además, el mayordomo (un entrañable muñeco verde) se parece demasiado a Yoda.
'2012'
Partiendo de la profecía apocalíptica de los mayas (que pronosticaba que el fin del mundo llegaría en 2012), Emmerich escribió el guión de '2012' junto con Harald Klose ('10.000'). Básicamente, la película es una sucesión de escenas en las que John Cusack se salva de maremotos, explosiones, grietas en la tierra y desprendimientos siempre por los pelos. Estrenada en 2009, tiene una duración desproporcionada: dos horas y media.
'Soldado Universal'
Protagonizada por Jean-Claude Van Damme y Dolph Lundgren, 'Soldado Universal' fue criticada, entre otras muchas cosas, por parecerse demasiado a 'Terminator'. Recordemos que James Cameron había estrenado 'Terminator 2: El juicio final' solo un año antes, en 1991. Por entonces se dijo que Emmerich había intentado aprovechar el tirón de la misma, lo cual parece bastante lógico. Pero el tiro le salió por la culata. Multitud de escenas ridículas, diálogos risibles y un ritmo aletargador, impropio de un film de acción.
'Godzilla'
Hacer un remake de un clásico como 'Godzilla' siempre comporta sus riesgos. Con todo, Emmerich decidió aventurarse y coescribir la historia y el guión de la misma. Estrenada en 1998, la película fue destrozada por crítica y público. Un argumento bochornoso, malas interpretaciones e, incluso, mediocres efectos especiales, todo ello con el desmesurado presupuesto de 125 millones de dólares. Y, lo que es peor: consiguió triplicar lo invertido (recaudó 379 millones).
'Stonewall'
Estrenada este mismo año, 'Stonewall' está basada en hechos reales. El cineasta ha pretendido reproducir los acontecimientos que, el 28 junio de 1969, acaecieron en un bar de Greenwich Village, en el Lower Manhattan neoyorkino. Aquella noche, un grupo de policías irrumpió violentamente en el Stonewall Inn, un local conocido porque su clientela era mayoritariamente gay y transexual. La fecha ha pasado a la posteridad como una efeméride, pues supuso un punto de inflexión en el devenir de la comunidad homosexual. Emmerich aborda la historia como si de una de sus catástrofes se tratara: sin sensibilidad, sacrificando la verosimilitud en pos de la una épica que no logra alcanzar, cayendo una y otra vez en toscos y ridículos arquetipos.
'10.000'
'10.000' es considerada la joya de la corona del director alemán (en cuanto a desbarres se refiere). Se trata de una historia de amor ambientada en el paleolítico, aunque muchos siguen pensando que esta película es, en realidad, una broma de Emmerich hacia el conjunto de la humanidad. El guión es un disparate y las erratas científicas abundan tanto como los tópicos. Si intentas tomártela en serio, te hará sonrojar (al principio) y enfadarte (desde el principio, también). Y si no, te costará reírte. Al menos, este film consiguió que casi todo el mundo estuviese de acuerdo: es una película muy mala, la peor del realizador.