Cuando faltan poco más de dos semanas para que 'Spectre' se estrene en nuestro país, los críticos han emitido los primeros veredictos sobre la vigésimo cuarta entrega de la saga protagonizada por James Bond. Y la mayoría son bastante satisfactorios. Sirva como ejemplo la puntuación obtenida en Rotten Tomatoes: un 89% de votos positivos.
"Mucho se ha hablado sobre el descontento de Daniel Craig acerca de su futuro como Bond, pero su actuación en 'Spectre' es, como siempre, brillante", dice Ben Travis, del Evening Standard, y sigue: "Por un lado, se unen lazos y atan cabos que colgaban sueltos de aventuras anteriores, y, por otro, se configura un futuro en negrita: uno donde el Bond clásico y el contemporáneo coexisten en perfecta armonía".
Desde The Sun también lo tiene claro: "Afortunadamente, 'Spectre' está más en la onda de su predecesora, 'Skyfall', y del clásico moderno 'Casino Royale' que de la pésima 'Quantum of Solace' de 2008. Cuando Bond frustra un complot terrorista en la asombrosa secuencia de apertura, localizada en Ciudad de México, el público dejó escapar un suspiro de alivio al unísono. Bond está de vuelta, y en su mejor momento".
La trayectoria del Bond de Craig
'Spectre' es el cuarto film que Daniel Craig protagoniza en la piel de James Bond. En el primero, 'Casino Royal' (2006), Martin Campbell fue el cineasta encargado de tender el puente: anteriormente, en 1995, ya había dirigido a un Bond, en aquella ocasión interpretado por Pierce Brosnan en la tibia 'Goldeneye'. El salto de un actor a otro sentó muy bien, tanto al director como al legendario personaje y a sus fans.
En 2008 llegó 'Quantum of Solace', que en las manos de Marc Forster cambió de registro y perdió fuelle: una sucesión de secuencias de acción entre las cuales el agente 007 quedaba desdibujado, sin poso. Probablemente por ello fue que, en 2012, el nombre que figuraba a la cabeza de los títulos de la nueva entrega, 'Skyfall', fuera el de Sam Mendes, una apuesta potente, convincente (a priori). Y Mendes convenció: hizo brillar de nuevo tanto a Bond como a Craig, que a esas alturas ya eran indivisibles. Con este último episodio, Mendes parece haber vuelto a demostrar que conoce bien al personaje y sabe cómo hacerlo bailar.