Las primeras críticas de 'T2 Trainspotting' la ven demasiado melancólica y una "oportunidad perdida"

Danny Boyle ha retomado la historia de 'Trainspotting' 20 años después. Pero no donde la dejó, sino reuniendo a los protagonistas del filme teniendo también en cuenta el paso del tiempo en la gran pantalla. 'T2: Trainspotting' vuelve a poner en el punto de mira a los amigos heroinómanos que renunciaban al estilo de vida convencional que vende la sociedad, y las primeras críticas de los medios estadounidenses le dan en su mayoría un aprobado raspado a la secuela de Spud, Sick Boy, Bedgie y Mark Renton.

Esta vez las tornas son diferentes: Mark Renton, el personaje de Ewan McGregor, regresa a los suburbios de Edimburgo con un aire distinto, habiendo conseguido hacer a un lado su dependencia a la heroína. Sin embargo, sus viejos amigos de trapicheos y fiestas siguen ahí, esperándole, al igual que lo hace la droga y los problemas. Para Time Out London, 'T2 Trainspotting' vuelve a ser una combinación ganadora, como la original, de "una forma de vida ínfima y un alto grado de mala suerte, un giro estilizado de la vida real". Chris Hunneysett sostiene en Daily Mirror que "Danny Boyle ha tramado otro tremendo cóctel de consumo de drogas, violencia y prostitución".

Recuperar la premisa de un largometraje 20 años después tiene la ventaja de poder contar con los seguidores a los que más les gustó 'Trainspotting', pero también tiene que responder y cumplir con las expectativas que se crean al dar respuesta a una pregunta que nos hemos estado haciendo durante mucho tiempo: ¿qué pasó con Mark Renton y su "elige la vida"? Podemos decir que la secuela ha cumplido a medias con el hype. Peter Bradshaw, crítico de The Guardian, aprueba la cinta con una buena nota, un ocho, y escribe que 'T2 Trainspotting' es "todo lo que podríamos haber esperado de la secuela razonablemente: inquietante, divertida, desesperadamente triste, con muchos recursos visuales audaces".

Era inevitable que casi todos los críticos comparasen el largometraje con su antecesor, saliendo en algunos casos mejor parado que en otros. Wendy Ide escribe en Screen Daily que "a pesar de que está llena de momentos de humor salvaje, los momentos álgidos de la historia no serán lo bastante buenos nunca más. Hay una madurez melancólica que, sin embargo, resulta satisfactoria de esta forma". Por su parte, The Telegraph opina que "como la original, 'T2 Trainspotting' nos hace lo suficientemente felices por pasar tiempo con sus personajes, ocurra lo que les ocurra. Muy poco de lo que sucede en el filme parece tener importancia a donde vamos, y las pocas cosas que sí lo hacen, casi se quedan en una ocurrencia tardía. También está llena de 'callbacks' a la primera película, algunos tan emotivos como sutiles y otros de una belleza que exaspera".

¿Una oportunidad perdida?

Neil Young defiende en su crítica para The Hollywood Reporter que 'T2 Trainspotting' es "una oportunidad perdida en muchos niveles", ya que por su estilo resulta "un refrito exagerado que se basa en su mayoría en un trabajo de cámara que exuda demasiada cafeína y llamativos efectos (...) para distraernos de su escasez de razón de ser". A pesar de todo, The Wrap opina que la secuela de Danny Boyle "no es una película del todo mala. Por momentos es genial, pero a menudo queda arrastrada en la piscina de su propio desaliento, una película triste y melancólica que casi peca de avergonzarse un poco de ser así".