Para ser Superman no basta con levantar pesas un par de veces al días. El actor que se ponga la capa tiene que comprometerse en cuerpo -en alma no suele ser imprescindible-, para cumplir con los requisitos físicos del rol. Pero todo el mundo tiene un pasado.
Henry Cavill se ha hecho un hueco en Hollywood en gran medida por su tonificado cuerpo. Esa característica le permitió hacerse con el papel de Clark Kent, tras exhibirse previamente en 'Immortals' e inminentemente en 'Operación U.N.C.L.E.'. Su pubertad le sentó muy bien, ya que como se puede ver en la fotografía, su figura no siempre ha sido tan envidiable.
El mismo actor recuerda esa temprana época en la que no era el atleta de la clase. En una entrevista concedida a la revista Men's Health, Cavill no se avergonzó al confesar que su mote de pequeño era "Fat Cavill", aunque al parecer no le traumatizaron las palabras, aparte de hacerle un "poco más amargo" en esa época.
Futuro de acción
El actor nacido en la isla de Jersey en el Canal de la Mancha se mantiene como una de las potenciales estrellas de acción más prometedoras. Para alcanzar ese objetivo ha colaborado con uno de los mejores en ese aspecto, Guy Ritchie, en 'Operación U.N.C.L.E.'. El año que viene le veremos de nuevo en la piel de Superman, papel en el que podría permanecer durante un buen tiempo.