A todos los que crecimos en los 90 nos resulta imposible olvidar 'Matilda', una cinta icónica que enamoró al público y que muchos consideramos como una de las películas de nuestra infancia. El filme, adaptación de la novela homónima de Roald Dahl, dejó un gran poso en toda una generación y, en su momento, consolidó a su protagonista, la pequeña Mara Wilson, como una promesa del séptimo arte.
No obstante, como ha ocurrido en otros tantos casos de niños prodigio, los pronósticos no se cumplieron y la vida de Mara Wilson pronto se desvió hacia otros derroteros que nos hicieron perderle la pista. Hoy, la actriz que interpretó a esa niña inteligente, adorable e ingeniosa que nos hizo creer que podríamos mover objetos con la mente si leíamos suficientes libros, cumple 32 años y su carrera, aunque lejos de la interpretación, sigue ligada al arte y a la creación.
Visto con perspectiva, no es de extrañar la expectativas que se generaron en torno a ella: durante su corto período delante de las cámaras sorprendió con su papel en 'Señora Doubtfire, papá de por vida' (1993), donde interpretaba a Natalie Hillard, la benjamina de la familia. El talento de la pequeña llamó la atención de los productores: pronto empezó a formar parte del elenco de 'Melrose Place' y la llamaron para protagonizar 'Milagro en la ciudad' (1994), donde compartía pantalla con el gran Richard Attenborough.
En 1996 mientras el mundo se prendaba de la niña de 'Matilda', Mara Wilson atravesaba uno de los peores momentos de su vida: su madre falleció poco después del rodaje de la película a causa de un cáncer. Un hecho que le afectó hasta tal punto de olvidarse de todo aquel período: "Solo tengo vagos recuerdos de la premiere, fue muy duro para mí", dijo en esta entrevista en 2016, donde también admite que perdió la ilusión por la interpretación y sintió que la vida en Hollywood no era para ella. Es por ello por lo que, tras sus papeles en 'El hada novata' y 'Thomas and the Magic Railroad', decidió desligarse por completo del cine en el año 2000: "Tan solo quería ser una niña normal (...) cuando más famosa era fue el período en que fui más infeliz", reconoció a Parade en 2013.
Escritora, cómica y activista
Tras apartarse de los focos con 13 años, la ya ex actriz atravesó una adolescencia muy dura en la que le diagnosticaron trastorno obsesivo compulsivo y depresión derivada de sus años como joven estrella. Gracias al trabajo en terapia y al apoyo de su familia, Mara Wilson consiguió salir adelante y decidió que su futuro estaba en el trabajo creativo.
Es por ello por lo que acudió a una escuela de artes visuales y escénicas y más tarde se matriculó en la carrera de teatro en la universidad de Nueva York, donde se dio cuenta que tenía una gran destreza para escribir y contar historias. Unas habilidades de las que ha hecho su medio de vida: podcasts, shows de comedia o apariciones en diversos programas la trajeron de vuelta a la vida pública a principios de la década actual, a pesar de los muchos bulos que circulaban sobre su muerte y que ella misma se encargó de desmentir.
En 2016 Wilson lanzó su libro 'Where Am I Now? True Stories of Girlhood and Accidental Fame' ('¿Dónde estoy en la actualidad? Historias reales sobre la niñez y la fama accidental'). El título del libro es toda una declaración de intenciones y en él desgrana todas las etapas por las que ha pasado en su vida desde que se convirtiera en "la niña de 'Matilda'", su experiencia en Hollywood a edad temprana, pasando por su traumática adolescencia hasta la vida adulta, en la que ha alcanzado la felicidad. "La gente solo conocía una parte de mi vida y había cosas que quería que supieran", respondió en esta entrevista sobre las razones detrás de su libro.
A pesar de retirarse de la interpretación delante de las cámaras, Mara Wilson sí que se atreve con el doblaje y últimamente ha prestado su voz al personaje de Jill Pill en 'BoJack Horseman' y a Liv Amara en 'Big Hero 6'.
En la actualidad es conocida por su faceta de activista feminista y LGTB+, así como por apoyar a causas que luchan contra el estigma asociado a las enfermedades mentales. Es especialmente activa en su cuenta de Twitter, donde acumula más de 450.000 seguidores y se muestra especialmente crítica con el gobierno de Trump y sus políticas.