"Agridulce" y "esperanza" son las dos palabras clave que el escritor George R.R. Martin ha repetido como conceptos fundamentales de lo que será el final de 'Juego de Tronos'. En una reciente aparición en la Universidad Northwestern, el creador de la saga 'Canción de hielo y fuego' en la que se basa la serie de la HBO ha reflexionado sobre la pregunta que ronda en la cabeza de todos los fans: ¿Cómo va a acabar la historia?
"Creo que se necesita un poco de esperanza, de alguna manera todos anhelamos un final feliz. Aunque personalmente me siento atraído por un final agridulce." No cuesta creer que el autor quiera hacer complejo el epílogo de una trama que desde el principio se ha mostrado llena de aristas, matices y cambios de rumbo. Ha habido luz, y desde luego muchas sombras, y no es de extrañar que esas sean las pautas que permanezcan hasta las últimas páginas.
Confiesa además que ya ha hablado con los guionistas de la adaptación a la pequeña pantalla para que los arcos argumentales sean lo más parecido posible hasta el final, despejando las dudas de las voces críticas con la transformación televisiva de determinados episodios y personajes de los libros originales. Tras acabar la quinta temporada, con las habituales muertes inesperadas y muchas dudas -funestas en su mayoría- sobre el devenir de los acontecimientos, R.R. Martin entiende que dentro de la fantasía ha de haber un centro de realidad.
Tolkien como referente
Y alude al creador de 'El Señor de los Anillos' como maestro a la hora de manejar la dualidad de la vida real dentro de la magia: "La batalla entre el bien y el mal se libra dentro del corazón de cada ser humano. Entre todos nosotros, cada día y cada año. Personas que hacen algo heroico o noble el martes pueden hacer cosas viles y egoístas el miércoles." Habrá que esperar todavía más de un año para averiguar cómo estas palabras moldean el esperado final.
