José Luis Torrente ha sido el rey de la taquilla este fin de semana y casi todas las colas eran para volver a ver en acción al antihéroe de Santiago Segura. Algunos osados, sin embargo, hemos preferido otras opciones, porque no todos nos entretenemos de la misma manera.
El pasado fin de semana llegó a nuestras pantallas 'Rango', el último trabajo del director Gore Verbinsky tras acabar con la primera trilogía de 'Piratas del Caribe'. En esta ocasión el cineasta prueba suerte en la animación con la historia de un camaleón que pasa de ser una acomodada mascota familiar a perderse en el desierto. En su camino en busca de agua topará con el pueblo de Polvo, donde el líquido se ha convertido en el bien más preciado. Cuando las últimas existencias desaparezcan será el sheriff Rango el encargado de convertirse en el héroe que fingía ser, para ayudar así a sus nuevos amigos.
El camaleónico Johnny Depp
Hollywood está plagado de actores que nunca se han llevado un Oscar, que se supone es el máximo reconocimiento en esto del cine. Johnny Depp es uno de ellos, aunque él tiene un reconocimiento mucho más importante, el del público. El actor es el alma de 'Rango', que aunque es una película de animación ha buscado su esencia de otro modo. A diferencia de otras cintas similares, Verbinsky ha optado por la captura de emociones, en lugar de la captura de movimientos. Es decir, ha rodado la película con los actores reales y esa fue la base para que los animadores crearan los personajes, algo que queda perfectamente ilustrado en el video que acompaña a esta crítica.
El talento y peculiar estilo de Depp queda perfectamente retratado a través de la piel de este cameleón, cuyo catálogo de expresiones avergonzaría a muchos actores. Rango, aspirante a actor en su primera escena, llega a un pueblo del lejano oeste donde puede reinventarse a su gusto, y es así como de la noche a la mañana se convierte en sheriff local, héroe y única esperanza de los variopintos animales que habitan el lugar.
Animales y dibujos sí, para niños no
'Rango' no sólo bebe de la interpretación de Depp, sino también de un guión con comentarios con doble sentido y alguno incluso algo subido de tono. Porque la historia del camaleón aunque a primera vista parezca una película para niños no lo es. La cinta está cargada de acción y violencia, por mucho que los que empuñen la pistola sean unos jerbos.El trabajo técnico es aún más admirable que la interpretación de Depp, cargando de hiperrealismo las facciones, escamas y pelos de los personajes, así como los paisajes desérticos. La paleta de colores es otra sencilla manera de descubrir que 'Rango' no es apta para todos los públicos. Mientras otros largometrajes se basan en tonos vivos que ayudan a mantener la atención de los menores de la casa, aquí los tierra sólo contrastan con las pieles de los propios animales, algo perfecto para los mayores pero no tanto para el público más difícil.
Verbinsky firma aquí un gran debut en la animación donde no falta la historia con moraleja, llevada a cabo a base de llamativas secuencias de acción y dando un toque más maduro a la lucrativa comedia animada. La película no quedará para la posteridad pero tampoco aspira a mucho más que entretenernos durante un buen rato y deslumbrarnos visualmente, y eso lo cumple con creces.