Muchos recordarán las famosas aventuras de los hermanos Lucy, Edmund, Susan y Peter Pevensie en 'Las crónicas de Narnia. El león, la bruja y el armario'. La película, estrenada en las Navidades del año 2005, logró ocupar el puesto 35 en el ranking de cintas más taquilleras de la historia. Pese a ello, la suerte no ha acompañado a esta saga literaria y cinematográfica que, a lo largo de los años, ha caído en desgracia.
La recaudación de las dos secuelas nunca llegó si quiera a rozar a la primera. El público iba aburriéndose y desencantándose pero, ¿por qué ocurrió realmente esto? Analicemos los motivos que han podido marcar esta triste historia.
1 Una espera infinita
Quizás una de las mejores formas de entender los problemas de esta saga es comparándola con otras que sí han conseguido el éxito esperado. En este sentido, cabe decir que tanto 'Harry Potter' como 'Crepúsculo' o 'El Señor de los Anillos' lanzaron su segunda película apenas un año después de la primera.
En el caso de los vampiros y la Tierra Media de Tolkien, todas las cintas se presentaron de forma sucesiva año tras años. El joven mago, en cambio, sí tuvo algunos parones en alguna de sus cintas pero fue más adelante. Ser rápidos al principio ayuda a público a fidelizar con la historia.
Sin embargo, los seguidores de la fantasía de C.S. Lewis tuvieron que esperar dos años y medio hasta poder ver la secuela de 'Las crónicas de Narnia: El príncipe Caspian'. Tanta espera no es positiva ya que acaba agotando a los espectadores que, con el tiempo, aprenden a quedarse con el recuerdo de la primera obra y a vivir sin secuelas.
2 Cambio de distribuidora
Los cambios de director son algo habitual muchas sagas de cine, lo que no es tan común es que una distribuidora se canse de la película y ceda los derechos de continuación a otra. Esto es lo que ocurrió en el reino de Narnia.
Tras dos entregas, Walt Disney Pictures decidió rendirse y dejó el turbulento legado en manos de 20th Century Fox, a quien se le atribuye 'Las Crónicas de Narnia: La Travesía del Viajero del Alba', también dos años después de la segunda parte, ya en el 2010, es decir, un lustro después del comienzo de la saga en la gran pantalla.
Según parece, lejos de tirar la toalla puede que desde se siga trabajando en una secuela más, que supondría ya la cuarta cinta. Aunque, dado que las últimas noticias de 'La silla de plata' son de 2013, las esperanzas están bajo mínimos.
3 Una saga más infantil de lo habitual
Que los animales tengan la capacidad de hablar no significa que el producto final tenga que ser exclusivamente para los niños. El público se mostró contento con 'Las crónicas de Narnia. El león, la bruja y el armario'. La película, dirigida por Andrew Adamson, era bastante diferente de lo que se venía haciendo hasta ese momento pero algunos espectadores echaron en falta un poco de oscuridad en las siguientes películas.
Como añadido, la saga contaba con un hándicap de base: la dificultad para crear ganchos amorosos. Al ser sus tres protagonistas hermanos, las tramas del corazón quedaban en un segundo plano. Esto no responde en sí al fracaso de esta serie de entregas, pero es cierto que este tipo de guiños siempre ayudan a fomentar el seguimiento y la empatía con los personajes.
4 Inexistencia de un fenómeno fan
Como consecuencia de estos fallos de origen, poniendo especial énfasis en la larga espera entre una película y otra, 'Las crónicas de Narnia' fueron incapaces de mantener un fenómeno fan potente. Nadie se agolpaba en los cines disfrazado como sí ha ocurrido con los amantes del mundo de Hogwarts o los forofos de 'Star Wars'.
Quizás el no saber cuidar su público ha sido otro de los fallos cometidos por esta saga de fantasía. Sin duda una auténtica pena para un producto que, en un principio, tuvo tan buen punto de partida.
En fín, esperaremos en el sofá con manta y sabana esperando las nuevas versiones que sacará Netflix.