El 28 de marzo se cumplen 20 años del estreno de 'Futurama', la serie de ciencia ficción de Matt Groening que nos llevó al año 3000 sin levantarnos del sillón. Tras muchas idas y venidas (y numerosas cancelaciones y rescates) la serie de animación, que comenzó en FOX y acabó en Comedy Central, terminó convirtiéndose en uno de los clásicos de culto de nuestra era.
Estrenada en 1999, sigue a Philip J. Fry, un joven repartidor de pizza de finales del siglo XX que es criogenizado accidentalmente durante un milenio y vuelve a despertar en el año 3000. Allí, comienza una nueva vida como repartidor intergaláctico bajo el mando de un sobrino lejano, el Profesor Hubert Farnsworth en la ciudad de Nueva Nueva York. A partir de esa premisa, la serie consiguió un total de siete temporadas y 140 episodios, teniendo su desenlace final en 2013 con el capítulo 'Mientras tanto'.
Al contrario que otras series, consigue llevar la parodia de la ciencia y de la ciencia ficción desde el respeto, haciéndola entretenida sin llegar a ser ofensiva (aquí ser un friki no es un gag constante). En una atmósfera que mezcla la distopía y la utopía futurista, cuenta la historia de las emociones y los sentimientos humanos, destacando la importancia de cada persona en el curso del universo. A pesar de haber pasado 20 años de su estreno, la serie sigue siendo recordada con cariño y nostalgia, y aquí van un conjunto de razones por las que siempre ocupará un hueco en nuestros corazones.
Sus personajes
Si de algo puede presumir 'Futurama' es de tener unos personajes, tanto protagonistas como secundarios, que destacan por su singularidad y extravagancia. Además del trío protagonista de Fry, Leela y Bender, nos encontramos con otros como el Dr. Zoidberg, Mordisquitos o Zapp Brannigan, que roban todas las escenas en las que aparecen, hasta el punto de llegar a protagonizar sus propias tramas. Pero sus gags humorísticos no son lo único que les hace increíbles, ya que la mayoría cuenta con un arco de transformación a lo largo de la serie que muchas cintas de culto podrían envidiar. Todo esto decorado con unos villanos llamativos (Mamá, Emperador Lrrr, Demonio Robot, Santa Claus Robot) y personajes terciarios como los [padres de Amy] Wong, Calculón o el Hipnosapo cuyas personalidades pueden incluso llegar a despertar más interés que las de los protagonistas. Sus sentimientos, sus razones de ser y actuar han conseguido que estos variopintos personajes sean recordados años después del fin de la serie. Imperfectos, pedantes, infantiles... pero con unos valores inquebrantables (solo hay que preguntarle a Fry y su cabezonería por comer una pizza con anchoas), los personajes de 'Futurama' llevan los clichés tan al límite que terminan parodiando sus propios estereotipos; pero son completos y humanos, a pesar de que muchos de ellos no procedieran de este planeta.
La crítica a la sociedad
Con 'Los Simpson', Groening ya dejó claro que la mejor manera de hacer una crítica a la sociedad era de manera desinteresada. Con la familia amarilla, la sociedad americana se convierte en la víctima de un conjunto de juicios, y con 'Futurama' ocurre lo mismo. Esta vez, llevando los dilemas éticos y morales de manera satírica pasando desapercibidos entre sus líneas jocosas. Siempre desde un punto de vista externo e irónico, la serie no se corta a la hora de hablar de temas medioambientales o políticos e incluso la alimentación. En el episodio 'Mi problema con los Poppler', uno de los capítulos más queridos de la serie, nos encontramos de cara con las consecuencias que tiene alimentarnos de seres vivos. No solo saca a la luz el debate del veganismo, sino que también pone sobre la mesa la importancia de saber qué hay en la comida que consumimos.
Como suele ocurrir con la ciencia ficción, su sociedad multirracial (e interplanetaria) también expone de manera indirecta lacras como la homofobia, el racismo y la polémica del género. Episodios que superan la década pero que, lamentablemente, siguen siendo tan relevantes como lo eran entonces.
Te hace reír... hasta que te hace llorar
A pesar de ser una serie que mama directamente del humor negro y satírico, los episodios que más han dado que hablar de 'Futurama' han sido, a su vez, los más emocionantes. Capítulos que exploran en los más profundo del ser humano que desubican a cualquiera que comenzara la serie para echarse unas risas. Con 'La suerte del Frylandés', 'Ladrido jurásico', 'La picadura', 'Juego de tonos' o 'Mientras tanto', 'Futurama' consiguió emocionarnos y hacernos llorar, tocando la fibra sensible con temas como la familia, la pérdida o la amistad incasable de las mascotas.
Estos episodios han pasado las fronteras de la serie para convertirse en recuerdos que han marcado (y traumatizado) generaciones, con momentos tan icónicos como el perro de Fry esperándole durante años o, en otras palabras, una puñalada inesperada a los sentimientos.
Los subtítulos en las entradillas
De una manera sutil, 'Futurama' se parodiaba a sí misma en el opening de cada capítulo, añadiendo un subtítulo diferente en cada uno de ellos (que no solían tener nada que ver con el episodio en cuestión).
Justo cuando aparece la nave de Planet Express y el título de la serie, debajo aparecen diferentes gags que contenían frases como "De los creadores de 'Futurama'", "Psst... habrá fiesta en tu casa después de la serie", "En directo desde Omicrón Persei 8" o "No, no es el episodio del perro muerto". El último capítulo de todos, 'Mientras tanto' (el final definitivo), aparece en texto ensangrentado las palabras "Vénganos".
El compromiso de los fans
A lo largo de su existencia (y tras ella) 'Futurama' consiguió reunir un gran grupo de fanáticos alrededor de todo el mundo. En una entrevista sobre el final de la serie a LA Times, Groening confesó que recibía cartas muy precisas de fans que se dedicaban a analizar en profundidad todos y cada uno de los episodios. Pero no es lo único que hace a este grupo tan llamativo. Entre las "tareas" de un seguidor de una serie, está el no olvidarla nunca, y los fans de 'Futurama' lo han seguido a rajatabla. Un gran ejemplo sería un clip del presidente del planeta Neutro, que lleva casi una década manteniendo un número igualado de "me gusta" y "no me gusta" en YouTube. Se ha rumoreado que es posible que sea cosa del algoritmo, ya que es un poco llamativo que ni una horda de trolls haya decidido destrozar este equilibrio, pero el patrón se repite con algunos vídeos similares de la serie. Esto sí que es democracia.
