7 razones para engancharte a 'One Punch Man', el anime más frenético y absurdo de Netflix

La adaptación del manga estuvo, en su primera temporada, a cargo de Madhouse, cuyo trabajo para la elaboración de esta serie ha sido siempre aplaudida. Dejando de lado que el dibujo es impecable y que son conscientes de lo buenos dibujantes que son (combinando caricaturas con dibujos elaboradísimos simplemente para hacer comedia, por ejemplo) lo más destacable de su animación es como convierten lo que, en principio, puede ser parte de la trama, como son las peleas, en auténticas obras de arte: suelen combinar trazos menos realistas para los movimientos bruscos combinados con una animación mas detallada en sus personajes. El resultado no es otro que conseguir la mayor fluidez y que se sienta realmente como una coreografía.

Hasta las explosiones y muros de piedra destrozándose se convierten en un espectáculo visual que parece dibujado milimétricamente desde el momento del golpe hasta su desintegración.

No son las peleas en sí lo más destacable, hay dos motivos de peso detrás: el primero es que los combates son visualmente impresionantes; su animación muchas veces es superior al de un anime "serio" y se nota no hay otro motivo más allá de dejar boquiabierto al espectador. Esto produce un doble efecto: por un lado, la euforia (de verdad que se viven como si fuésemos nosotros mismos los que peleamos); por otra parte, la absurdez, pues nos damos cuenta que todo ese dinero lo estén gastando en una trama que se mueve en el absurdo y la falta total de seriedad.

Por otro lado, son muy conscientes de esta calidad técnica y de su potencial humorístico. Por ello, muchas veces hay situaciones que te tienen con el corazón en un puño y que se solucionan de la forma más absurda; o los momentos de mayor derroche visual se relajan con un dibujo completamente simplón de la cara de los personajes. Como resumen de todo lo dicho, esta pelea de entrenamiento entre Saitama y su discípulo refleja el derroche técnico mezclado con la total falta de seriedad sin destripar la serie.

Me encantaría decir que el protagonista de la serie es complejo, pero no. Es tan simple como puede ser una persona corriente, de carne y hueso, y es ahí donde gana puntos. El mundo de 'One Punch Man' está fuertemente regido por las reglas del anime. Saitama, por el contrario, es la voz de la razón entre tanta intensidad: no quiere escuchar cómo murieron tus padres y buscar venganza; tampoco quiere ver como te haces más y más fuerte cada vez que te cabreas.

Todo esto dejando de lado lo más importante, y es que Saitama es la persona más poderosa del universo. Su fuerza hace que pueda destrozar todo Japón con la onda expansiva de su golpe, lo cual le crea un dilema doble: por un lado, no hay rival digno capaz de hacerle un solo rasguño, lo que hace que su vida sea aburrida y desmotivadora. Por otra parte, suele eliminar al enemigo de manera tan fugaz que, para cuando llega el público, el enemigo ya se ha convertido en una amalgama de carne, por tanto nadie sabe lo fuerte que es y no obtiene reconocimiento.

Saitama solo se rodea de héroes poderosos que ha ido conociendo por el camino. Todos ellos pertenecen a la Asociación de Héroes que separa a cada héroe por su rango de poder, de categoría S para la mayor a C para la menor. Todos sus compañeros, incluyendo a su discípulo Genos, están en el TOP 10 de la categoría S y créeme cuando te digo que son unos completos inútiles.

No es que la serie los trate como tal, realmente son guerreros fuertes y especializados, son los mejores en sus disciplinas... pero esa no es la tónica de la serie al fin y al cabo. Siempre que aparece un enemigo estos personajes son masacrados, puesto que el héroe de la historia, al fin y al cabo, es Saitama, el hombre más poderoso del universo (¿he recalcado ya lo de "del universo"?). Lo que la serie consigue, y lo hace muy bien, es que creamos que esa gente son máquinas de combate pues nos enseñan lo mejor de ellos. Esto influye en que, cuando aparece un nuevo enemigo y estos héroes son derrotados, no tengamos ninguna duda de que ese enemigo es poderoso.

Uno de los puntos fuertes de 'One Punch Man' es que no tiene trama principal. La serie se estructura en mini-historias que concluyen en lo mismo: Saitama es dios en la tierra y no hay una sola criatura, fuerza o entidad que no pueda ser destruido de un puñetazo. Esto la hace muy amena y muy propensa a ser devorada en poco tiempo.

Son los valores alrededor de estas historias donde reside su calidad, todos ellos referencias a la figura del superhéroe y cómo ha sido tratado en la cultura popular. La necesidad de un reto o la falta de reconocimiento son varios de los temas que tratan. Este último es bastante recurrente y dice bastante de lo que es el tono de la serie: Saitama es tan absurdamente poderoso que realmente pasa desapercibido. Poniéndote en los ojos de un extra de la serie, al resto de guerreros los has visto luchar, en cambio, para cuando llegas a la pelea de Saitama solo quedan las cenizas. Lo que nos quiere contar el creador es que no necesitas que reconozcan tu trabajo mientras tú sepas que estás haciendo lo correcto.

En principio parece raro nombrar algo como la estructura para recomendar una serie, pero tiene sentido. La estructura de un anime de lucha convencional suele ser la misma: Te presentan un pueblo, una trama, unos personajes; luego te presentan al malo y lo poderoso que es; finalmente varios capítulos para descubrir cómo acabar con él y llevarlo a cabo.

En 'One Punch Man' solo se centran en este último aspecto, especialmente en cómo de poderoso es ese enemigo y en como evoluciona hacia algo absurdamente más poderoso. Por ejemplo: Aparece una bestia de la nada y destruye una ciudad; unos héroes poderosos van a  luchar contra él y son brutalmente derrotados. Finalmente, aparece alguien poderoso que parece que puede combatirlo, pero el villano evoluciona a algo superior, indestructible, hiper rápido e hiper fuerte y lo vuelve a derrotar. Cuando ya no sabemos cómo van a poder matarlo aparece Saitama, normalmente de manera casual, pasa por el lado, le da un puñetazo y la bestia poderosa e indestructible se hace una amalgama de carne y sangre.

'One Punch Man' es de trama rápida pero de presentación muy lenta, en el sentido de que se dan mucho bombo a la hora de desarrollar al villano, ya que la gracia reside en que todos esos atributos van a acabar en nada.