La muerte ha sido irónica en esta ocasión, y el actor Paul Walker, conocido por su trabajo en la saga 'Fast & Furious', ha muerto por un accidente de tráfico en una jornada en la que según informan los medio, iba de camino a un acto benéfico. La noticia de su fallecimiento ha azotado a todos sus fans, pero también ha hecho mella en sus compañeros y amigos de profesión, los cuales se han mostrado consternados ante el acontecimiento, y han querido expresar sus condolencias en sus cuentas de Twitter.
Vin Diesel, uno de los más cercanos al intérprete, ha escrito: "Hermano, te voy a extrañar mucho. Estoy completamente sin palabras. El cielo ha ganado un ángel. Descanza en paz". El actor Dwayne Johnson, con quien también ha compartido la experiencia de grabar 'Fast & Furious', también ha mostrado sus respetos: "Toda mi fuerza, amor y fe a la familia de Walker durante estos momentos tan desgarradores. Encontramos nuestra fuerza... en su luz. Te quiero hermano".
"Más allá de tener el corazón roto"
El equipo de producción de 'Fast & Furious 7', filme que se encontraba grabando en estos momentos de su carrera, son de los que más han visto este giro del destino, y otro actor del reparto, Ludacris, ha escrito: "Su espíritu humilde se sintió desde el primer momento, donde quiera que bendecías con tu presencia siempre dejabas marca...". El director del filme, James Wan, no podría haberse imaginado una tragedia así ni en sus películas de terror, y ha publicado: "Estoy más allá de tener el corazón roto. No puedo procesar nada".
Si bien, no solo su equipo ha dado sus condolencias, y Ryan Phillippe ha escrito: "Paul era un buen tipo. Con conciencia, y no atrapado por Hollywood. Sabía que había más en la vida y la vivió así. Un placer haberte conocido hermano", también el director Roland Emmerich, con el texto: "Extremadamente entristecido al enterarme de la muerte de Paul Walker. DEP". Paul Walker contaba con 40 años, y deja detrás una extensa filmografía a su edad, dejándonos también con las ganas de volver a verle en pantalla en la séptima entrega de una saga en la que ya había salido indemne de muchos accidentes. No fue así en la vida real, donde la muerte ha querido ser irónica.