Hay muchos modos de realizar una secuela, y Paco Plaza y Jaume Balagueró nos muestran mañana viernes el modo correcto -o al menos, uno de ellos- de hacerlo: los directores de '[Rec]²' han mantenido el formato de reality del exitoso film original para dar al espectador la imprescindible sensación de continuidad, pero han arriesgado tanto en el entramado como en el contexto del film, optando por derroteros mucho más paranormales por un lado, y enfatizando el humor negro, la violencia explícita y la casquería en general por el otro.
'[Rec]²' podría haber sido fácilmente más de lo mismo, y probablemente habría triunfado de todos modos -sobretodo en taquilla-, pero el tándem Plaza / Balagueró ha decidido ir más allá y brindarnos una mezcla de 'El exorcista' y 'Aliens: el regreso', desentrañando las dudas pendientes del film original y abriendo nuevas incógnitas mucho más perturbadoras. A pesar de mantener su fórmula mainstream y potenciar aún más si cabe su esencia palomitera, la secuela de '[Rec]' ofrece un trasfondo mucho más elaborado y sombrío que su predecesora, aunando en la esencia maligna del virus desatado en la Ciutat Comptal, y homenajeando abiertamente al cine de género en general y a filmes como el de William Friedkin en particular.
A dicha innovación en el contexto cabría sumarle el uso de nuevos recursos técnicos, pues si en la primera entrega dependíamos de manera exclusiva del equipo de televisión encabezado por Manuela Velasco, en esta secuela el espectador experimenta el terror en primera persona a través de las multicámaras de los GEO, la videocámara de unos teenagers prescindibles aunque tolerables, y alguna sorpresa más que aquí no vamos a desvelar. Esto permite a Plaza y Balagueró multiplicar sus recursos y jugar a placer con ellos, temporizar con mucha más facilidad la acción e incluso retratar los hechos acaecidos a través de diversos puntos de vista, sirviéndose de un largo flashback en su tramo central que, a pesar de distender su trepidante primer tramo en beneficio del humor negro, termina por formar parte íntegra del conjunto.
Pero, más allá de la innovación en su apartado técnico, la mayor baza de '[Rec]²' radica en su afán de constituir una base sólida a un film, el original, que jugaba con las lagunas y el desconocimiento del espectador, atrevimiento todavía más meritorio, si cabe, teniendo en cuenta los oníricos derroteros hacia los que avanza esta segunda entrega.
¿Mejor que la original? Probablemente no, pero no por ello deja de ser una gran secuela.