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'La casa de papel' 4x02, 'La boda de Berlín': "Tokio es un Maserati"

Este es el segundo capítulo de ocho, con los que pretendemos analizar en profundidad los episodios de la Parte 4 de 'La casa de papel'. Publicaremos dos al día.

Por Javier Pérez Martín 3 de Abril 2020 | 18:09

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Este es el segundo capítulo de ocho, con los que pretendemos analizar en profundidad los episodios de la Parte 4 de 'La casa de papel'. Publicaremos dos al día.

Mientras consigue extraerle una parte del pulmón a Nairobi siguiendo las instrucciones de un rehén que sabe algo de medicina, Tokio recuerda un partido de fútbol que la banda jugó durante su época de preparación para el atraco. "Eso es la nostalgia, descubrir que las cosas del pasado que entonces ni siquiera sospechabas que eran la felicidad sí lo eran", piensa la ladrona. En plena cuarentena por el coronavirus, te entendemos más que nunca, Tokio.

'La casa de papel'

Después Úrsula Corberó sigue locutando su voz en off, esa que nadie escucha realmente, convirtiéndose así oficialmente en la Meredith Grey española. La joven habla de tres goles, haciendo un símil futbolístico para que no nos olvidemos de que 'La casa de papel' es la serie preferida de los que piden un "orgullo hetero" todos los años. Uno de los "goles" que vienen, avisa Tokio, es de Palermo "en propia puerta". Este giro es un reflejo directo de la segunda parte del primer atraco, cuando Berlín se enemistó con el resto de la banda, liderada por Tokio, durante un par de episodios.

Mientras tanto, el Profesor y Marsella planean volver a Madrid de incógnito. Algo que estaba dentro del plan original, según Tokio, a excepción de la ausencia de Lisboa. "El caballero y su escudero, de derrota en derrota avanzaban hacia una batalla de locos en esta guerra imposible", relata Tokio mientras los dos moteros atraviesan un paisaje manchego lleno de molinos. Compensan el símil futbolístico con una referencia al Quijote, al menos.

'La casa de papel'

Lisboa sí que ha vuelto a Madrid, pero como arrestada. La escena en la que Raquel Murillo vuelve a entrar en esa carpa que ella regentó, pero esta vez como parte del bando contrario, es bastante épica. Ayuda su primer choque con Sierra, como dos excolegas que llevan un tiempo sin verse y se reencuentran en un bar. "¿Te lo puedes creer? Yo embarazada", le saluda la inspectora señalándose a la barriga.

Pero hablemos de Arturito. El rehén más pesado del mundo está siendo curado por Amanda, la secretaria del Gobernador del Banco, situación que aprovecha para ser un absoluto baboso: anima a la mujer a quitarse la camiseta porque tiene una mancha, y se ofrece a ayudarle con su estrés mientras la toquetea. La cuestión es que no entiendo muy bien cuál es el propósito de este personaje ni de esta trama. De nuevo 'La casa de papel' muestra a un hombre abusando de una mujer, como la trama de Berlín con la pobre Ariadna. En aquel momento los guionistas no solo no le dieron un uso real a la historia de abuso, sino que acabaron glorificando al abusador (y secuestrador) cuando decide sacrificarse lanzándose contra los disparos de la policía. Habrá que ver si el caso de Arturito es diferente.

'La casa de papel'

Mientras tanto, en la habitación contigua la situación también es un poco bochornosa. Río le está echando la bronca a Denver por su arrebato violento, pero este aprovecha para echarle en cara a su amigo que haya dejado a Río. "A Tokio no se le deja. Tokio es un Maserati", un, digamos, recurso literario que será repetido durante los siguientes episodios dando lugar a diálogos que parecen salidos de 'Los Serrano' y no de una serie estrenada en 2020. Curiosamente, Álex Pina fue uno de los creadores de aquella serie de Telecinco.

Por otra parte, esta trama de Denver es interesante: en realidad es la historia de un hombre machista que, a su manera, quiere mostrarle su apoyo emocional a su amigo. Denver cree que Río está traumatizado porque en las torturas fue violado por uno o por varios hombres, una idea casposa, retrógrada y simplista; pensar que lo peor que puede pasarle a un hombre durante una tortura es que le "toquen la virilidad", citando literalmente a Denver, es sonrojante. Pero al fin y al cabo lo que quiere es dejarle claro a Río que puede contar con él. "Pa to lo que tú necesites... pero pa to". Es bonito, a su manera.

'La casa de papel'

Vamos al "gol en propia puerta" de Palermo. Este es uno de esos muchos momentos de la serie que están rebosantes de tensión y totalmente faltos de lógica: el argentino quiere abandonar el Banco de España porque Tokio le ha hecho "un golpe de Estado". "Yo llevo el mando militar, tú el técnico", le responde ella. Pero Palermo está muy en contra de esa idea, por lo que, entre amenazas, se dispone a abrir la puerta del Banco y salir con una maleta, supuestamente, llena de los Secretos de Estado. Tokio le apunta con una metralleta, pero él piensa contraatacar con unos explosivos. Sin embargo, el amor, que todo lo puede, actuará de bálsamo para aliviar la tensión y evitar la salida de Palermo: Helsinki coge los explosivos y le dice que, si se va, él hará "boom boom ciao". Palermo no se atreve a accionar el botón, porque en realidad es un romántico. El "osito serbio" le abraza y le da un beso. Quizá lo que hay entre estos dos sea algo más que un calentón.

Pero detengámonos en lo que ha causado toda esta situación: el golpe de Estado. Citando a la protagonista de otra serie de estreno reciente, tenemos una pregunta para Tokio: "¿Qué currículum tiene esta tarántula?". ¿Quién le ha dado la potestad para tomar el "mando militar", con qué autoridad y con qué experiencia? Y sobre todo, ¿por qué y para qué? Esta trama está plantada exclusivamente para estirar el atraco y remover las piezas del tablero, un recurso que también estuvo presente en la segunda mitad del primer atraco y que demuestra que los guionistas son mucho mejores planteando premisas que llevándolas a una conclusión.

Mientras tanto, a Denver le explota en la cara su símil automovilísitco. Estocolmo se ha enterado de la conversación entre los dos amigos y está escandalizada. "Eso del Maserati es una forma de hablar entre colegas", dice Denver citando aquello de Trump y sus "conversaciones de vestuario". Y sigue empeñado en lo de Río: "Yo creo que le han desnivelado. Que le han abierto la puerta del garaje cuarenta maromos sudados. Que le han peinado pa dentro". Estocolmo, comprensiblemente, no puede más después de esta retahíla de vulgaridades: "Tengo la sensación de que ha explotado el globo. Como si se me hubiera caído la venda de los ojos. No sé qué hacemos juntos. No sé quién eres. No puedo seguir contigo". Curiosamente está repitiéndose la historia de un reciente reality televisivo: a Estocolmo le ha pasado como a Susana, de 'La isla de las tentaciones', que también se desenamoraba de Gonzalo al ver sus comportamientos machistas.

'La casa de papel'

Por su parte, Bogotá ha escuchado toda la conversación desde lejos mientras intentaba mandar señales a Denver. Su consejo vuelve a parecer salido de una escena protagonizada por Antonio Resines y Fran Perea: "La ves venir de frente como una hidra, pues tú callado. Cuanto menos entiendas lo que está diciendo, más arrepentido. Es del manual de superviviente. Cuando luego se haya relajado, ahí y solo ahí mueves ficha".

Al rescate de Lisboa

Al quijotesco Profesor le llegan las malas nuevas: al enterarse por Tokio del golpe de Estado, se derrumba. "¡Todo el plan se está viniendo abajo!", grita entre lágrimas. Han caído Palermo, Nairobi y Lisboa, la cosa pinta mal. Pero Tokio, aplicando la lógica de toda la vida de "si no ves el cuerpo, no ha muerto", le hace ver que Lisboa está viva con toda seguridad y la están interrogando.

Y así es: Sierra ha empezado su trabajo. Pero torturar a una antigua policía no va a ser trabajo fácil, porque Raquel Murillo sabe cuáles son sus tácticas. Sin embargo, el plan de Sierra es intentar atacar los sentimientos de Lisboa por el Profesor. "¿Cuántos enamoramientos has tenido que ahora te parecen la vida de otra? Lo mismo te va a pasar con este y lo sabes". Y se dispone a hacerle un traje a Sergio Marquina: "Frialdad emocional, narcisismo compulsivo, timidez patológica, rasgos psicopáticos... Una joyita, vamos". Podemos haberle cogido cariño al Profesor y tenerlo endiosado, pero no podemos decir que haya alguna mentira ahí. "Eres la cuidadora que se engancha a este tipo de cabrones, después te utilizan y te manipulan", todo un golpe bajo dedicado a una víctima de maltrato. "Alberto te daba palizas, ¿qué hace este para humillarte?". Qué hija de puta Sierra, camuflando una tortura como un gesto de sororidad, y qué buena entrando en la cabeza de Raquel, que recuerda los momentos más oscuros de su amante.

'La casa de papel'

En un flashback a la boda de Berlín, un coro de curas al que llamaremos "Il Divíssimo" sigue cantando clásicos de la canción italiana versionados en plan greogriano. Mientras Bogotá, Palermo y Marsella bailan con la novia como si estuvieran en un salón de bodas en Cuenca, Berlín le da lecciones románticas al Profesor. Es una escena tan prescindible como fascinante, aunque no en el buen sentido.

De vuelta a la carpa policial, Antoñanzas está preocupado por los derechos humanos al ver que la detención de Lisboa no ha sido comunicada ni procesada, lo que la convierte más bien en un secuestro. La respuesta de Tamayo es divertidísima, aunque sigue rozando peligrosamente el terreno 'Los Serrano': "¿Sabes cuándo se empieza a aplicar aquí la ley? Cuando me salga de la parte de atrás de los cojones, de la zona oscura".

'La casa de papel'

Fuera de la carpa, el Profesor y Marsella, enmascarados como Dalí y camuflados entre los simpatizantes de los atracadores, atan cabos: la furgoneta en la que Lisboa ha sido trasladada, Ángel no siguiendo los rastros del plan Hamelín y Sierra agotada pero presente, para torturar a la detenida. No tienen pruebas pero tampoco dudas de que Raquel Murillo está viva y ahí dentro.

Dentro del Banco de España, la cosa está, de momento, calmada. Tokio y Bogotá velan a Nairobi, que sigue viva. Y Palermo, ya atado a una silla y junto a los rehenes (lo más inteligente habría sido mantenerlo aislado en otro lugar, pero claro), enseña a Gandía, el escolta del Banco, a librarse de las esposas mientras canta 'Libre' de Nino Bravo. Otra referencia de altura, aunque destrozada por la voz de Palermo.

'La casa de papel'

Para terminar, Sierra se saca un as de la manga: la ambulancia que servía como centro de operaciones para el Profesor y Lisboa va a ser investigada. Y está segura de que encontrarán alguna pista que los lleve a saber dónde están la madre y la hija de Lisboa. Pero el Profesor está dispuesto a conseguir su propio as: Antoñanzas. Y se presenta en su casa en plena noche. La respuesta del agente de policía es hacer balconing: se tira por la ventana y cae en la piscina comunitaria. Al Profesor se le agua la fiesta, y Sierra tiene a Lisboa entre la espada y la pared. De nuevo, un final por todo lo alto.

Resto de recaps

- 4x01, 'Game Over'

- 4x02, 'La boda de Berlín'

- 4x03, 'Lección de anatomía'

- 4x04, 'Suspiros de España'

- 4x05, '5 minutos después'

- 4x06, 'KO Técnico'

- 4x07, 'Tumbar la carpa'

- 4x08, 'Plan París'