El veranito ha llegado y no hay nada que apetezca más que un helado o un batido fresquito. Aprovechando que Harry Potter cumple 20 años, qué mejor manera de celebrar nuestro amor al mundo mágico que tomando el batido definitivo: el de cerveza de mantequilla. Harry, Ron y Hermione se pasaban las tardes en Hogsmeade tomando esta bebida y nosotros queremos imitarles con esta fantástica receta de Delish en la que nos enseñan a preparar el batido de una forma rápida y sencilla.
Los ingredientes necesarios son una soda de crema, una cucharada sirope de dulce de azúcar y mantequilla, helado de vainilla, mantequilla derretida, azúcar y crema espesa. Sabemos que al principio puede resultar una bomba y que tomarse este batido no favorece precisamente la operación bikini, pero si sois verdaderos fans de Harry Potter no podréis resistiros. Sobre todo cuándo descubráis lo sencillo que es de hacer.
En un bol grande, debemos mezclar soda con el sirope de dulce de azúcar y mantequilla hasta que esté bien combinado y reservar. Después en otro tazón, mezclar la crema espesa con la mantequilla derretida y el azúcar y reservar también. Finalmente, en un vaso (tiene que ser algún vaso de Harry Potter, que sé que tenéis), echar un poco de sirope de caramelo y añadir dos cucharadas de helado de vainilla. Seguidamente, hay que verter la mezcla de la soda y por último cubrir todo con la crema batida. Para que esté mas fresquito se le pueden añadir un par de hielos y ¡voilá! Ya tenemos nuestro batido de cerveza de mantequilla listo. Si quieres ser la envidia de cualquier muggle, ya sabes lo que hacer. Además no da resaca.
Guillermo del Toro se arrepiente de haber rechazado la carta
Nos quedamos en Harry Potter, pero pasamos a Guillermo del Toro. El director mexicano, que está acostumbrado a entrar y salir de proyectos como quien entra y sale de su casa, podría haber dirigido una de las películas de 'Harry Potter' y además se lamenta de haber perdido esa oportunidad. En el festival de cine de Annency, el director dejó caer que rechazó la dirección de las adaptación de uno de los libros de J.K. Rowling y aseguró que se arrepentía de ello: "Lo único [de lo que lamento] es Harry Potter. De vez en cuando me digo: oh, mierda".
Del Toro ha demostrado en varias ocasiones su habilidad para dirigir películas de fantasía, combinando muy bien el drama con el terror con ejemplos como 'El laberinto del Fauno', 'Hellboy' o 'La cumbre escarlata'. No sabemos exactamente cuál fue la que rechazó, pero nos aventuramos a decir que probablemente fue 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban', que finalmente cayó en las manos de su compañero y compatriota mexicano Alfonso Cuarón. ¿Podéis imaginaros a Del Toro dirigiendo 'Harry Potter'?
Curiosidades de 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban'
Contrólate Alfonso
Una de las peculiaridades de la saga 'Harry Potter' era la gran cantidad de niños y adolescentes que aparecían en sus películas, lo cual requería un especial cuidado a la hora de tratar a los actores. Por lo tanto, Cuarón se vio obligado a aceptar una cláusula del contrato que le prohibía proferir insultos y otras palabras malsonantes en el set de rodaje de la cinta, cuando los niños se encontraban delante.
Desafío interpretativo
Radcliffe fue víctima de una broma pesada durante el rodaje de la escena de los sacos de dormir. Los responsables fueron Alan Rickman, Michael Gambon y Cuarón, conscientes de que Radcliffe quería situarse junto a una chica que le gustaba durante la escena. Entonces los tres decidieron colocar el típico cojín de pedos dentro del saco del protagonista, con la particularidad de que se controlaba a control remoto. El pobre Daniel tuvo que aguantar la tormenta y seguir actuando, a pesar de la constante amenaza que se cernía sobre él desde la lejanía.
Contra la roca
No todo se resuelve con varitas entre magos. Sobrepasado el ecuador de la película, Hermione le propina un buen puñetazo a Malfoy en pleno rostro. Un golpe que Tom Felton sufrió realmente. En el guion se hablaba de bofetón, no de puñetazo, pero cuando Tom Felton le dijo a Emma Watson que le golpeara de verdad -poco convencido-, ella se vino arriba y liberó toda su rabia contra la cara de su compañero. Ella se arrepintió después de hacerlo, pero mereció la pena por la genuina cara de terror de Malfoy.
Gélida amenaza
Los hispanoparlantes no siempre tienen buenas experiencias al pronunciar el inglés, como bien sabe Penélope Cruz. En el caso de Alfonso Cuarón, el malentendido se produjo a la hora de plantear la aparición de los dementores. El mexicano pensó que sería buena idea que el agua se helara cuando los dementores se dirigían hacia el Hogwarts Express, así que se lo propuso al equipo de efectos especiales. Con tal acento que le entendieron ojos (eyes), en vez de hielo (ice). Los especialistas llegaron a elaborar bocetos con ojos y Cuarón quedó estupefacto al verlos, pero pudo solucionarlo a tiempo.
Mejor padrino ever
El primer encuentro entre Daniel Radcliffe y Gary Oldman fue inolvidable, sobre todo para el primero. El legendario actor londinense obsequió a su joven compañero de elenco con un bajo, ya que conocía la pasión de Radcliffe por la música. Por lo que hemos visto últimamente, el protagonista de la franquicia ha tirado más por el rap, pero siempre podrá fardar de padrino ficticio con su instrumento.
Licencias creativas
J.K. Rowling no le impidió a Cuarón ofrecer una visión algo diferente de los libros, siempre que se mantuviera fiel al espíritu de los mismos. Pero sí que rechazó algunas de las propuestas del director, como la idea de habitar Hogwarts con gente minúscula, que en una escena se dedicarían a tocar el piano. La escritora vetó aquella proposición, al no tener nada que ver con el universo que había creado, pero al menos le dejó instalar un reloj de sol en la escuela. Menos es nada.
Ajeno al tema
Cuarón no fue elegido por Warner para dirigir la tercera entrega por su pasión por las novelas de J.K. Rowling, ya que nunca había tocado uno de sus libros. Ni siquiera había visto las dos películas anteriores. Pero cuando firmó el contrato, el mexicano se aplicó y logró un meritorio resultado. Antes de su llegada al proyecto, su amigo y colega Guillermo del Toro había rechazado dirigir la película.
Abandono inesperado
En primera instancia, Chris Columbus se había comprometido a dirigir la franquicia al completo, pero después de 'Harry Potter y la cámara secreta' decidió desvincularse. El realizador quería pasar más tiempo junto a su familia, y tras conocer el grado de exigencia de las dos primeras películas, se dio cuenta de que pasaría una década realmente asfixiante. En la tercera entrega permaneció como productor, pero también dejaría ese cargo y se desvinculó totalmente de la saga.
Rechazo coherente
La muerte de Richard Harris dejó huérfano el papel de Dumbledore, y entonces sonó el teléfono de Ian McKellen. Pero el actor inglés declaró que con Gandalf había tenido suficiente, no sería capaz de encarnar a dos leyendas de tal relevancia. Además, recordó que Harris le había calificado como un actor "espantoso", por lo que no habría tenido sentido sucederle sin su visto bueno.
Test de personalidad
Al ser nuevo en la saga, Cuarón se las tuvo que ingeniar para conocer en profundidad a sus tres actores protagonistas. Para comprender la personalidad de cada uno, les propuso escribir un ensayo acerca de sus personajes en primera persona. Como era de esperar, Emma Watson entregó 16 páginas, demostrando su espíritu activista desde pequeña; Daniel Radcliffe se limitó a un único folio; y Rupert Grint ni siquiera se lo dio a Cuarón.