Llega a su fin este domingo la cuarta edición del Festival Internacional de Cine de Autor de Barcelona, que ha experimentado, como ya pronosticábamos, un importante repunte de espectadores durante el fin de semana final. La clausura, que corría a cargo de la flamante ganadora del Festival de Málaga '10.000 km', agotó las localidades y dejó un buen sabor de boca entre los asistentes por el realismo de la propuesta de Carlos Marques-Marcet, que mis compañeros ya destacaron en su presentación en el certamen andaluz. La película tendrá su estreno oficial en toda españa el 16 de mayo.
Mientras la clausura tenía lugar en la sala principal de los cines Aribau, pudimos disfrutar en la sala contigua de una de las grandes sorpresas del festival. Hablamos de la finlandesa 'Concrete Night' de Pirjo Honkasalo, una obra onírica y en blanco y negro, que hipnotiza con el talento visual de su veterana realizadora -habitual de la no ficción y homenajeada hace unos años en el Festival de Gijón- que logra envolvernos en una atmósfera surreal mientras narra las vivencias de un adolescente de una muy gris Helsinki, que vive las horas previas al encarcelamiento de su hermano en un ambiente opresivo y pre-apocalíptico. Una propuesta difícil pero con recompensa para el espectador paciente.
Policiaco ruso
Tras el buen sabor de boca de la propuesta finesa, pudimos ver otra de las obras más potentes presentadas en el certamen, la rusa 'The Major' de Yuri Bykov. Cuenta la serie de desdichas y actos violentos que surgen a partir del atropello accidental de un niño por parte de un comandante de la policía rusa que se verá en el dilema de decidir si se entrega u opta por ocultar el crimen. Una brutal denuncia de la corrupción en los cuerpos de seguridad y en la justicia, además de una acertada encrucijada moral que muestra las consecuencias de dejarse llevar por aquellos que dicen protegernos sin analizar que pueden en realidad actuar en su propio beneficio. Buen guion y magnífica dirección de Bykov.