Las autoridades de la ciudad de Nueva York han interceptado una red masiva de contrabando que utilizaba Minions y juguetes congelados para trasladar y distribuir grandes cantidades de cocaína a lo largo y ancho de Manhattan.
Según la NBC neoyorquina, después de una extensa campaña de vigilancia y escuchas telefónicas, al más puro estilo de 'The Wire', el narcotraficante Albert Fortosa ha sido detenido junto con otras cuatro personas. Fortosa y sus compinches movían las cajas de cocaína desde Puerto Rico a Harlem, ocultándolas en paquetes con aspecto de cajas de regalo. La cocaína era introducida en distintos modelos de muñecos, entre ellos diferentes Minions y Olaf, el muñeco de nieve de la película 'Frozen'.
En total, las autoridades han interceptado cinco paquetes que contenían un kilo de cocaína, con un valor de mercado estimado de 225.000$. Los paquetes iban dirigidos a personas con nombres falsos o que no tenían nada que ver con la red de contrabando, según han comprobado los investigadores.
¿Pura coincidencia o guiño ingenioso?
La elección concreta de estos muñecos podría ser mera coincidencia, o deberse al propio contexto actual del merchandising: los Minions se venden como churros (en cualquier forma o formato) y los Olaf, si bien no pueden competir con los esbirros amarillos, también son bastante populares. Otra posibilidad es que los contrabandistas, alguno de ellos quizás incluso cinéfilo, conscientes de quiénes son esos muñecos, los hayan elegido por sus características: el estimulante relleno explicaría las sonrisas maníacas y ese idioma acelerado de los Minions y, a la vez, podría aclarar por qué un muñeco de nieve ha desarrollado la capacidad de hablarnos.