Al igual que las bandas sonoras y las interpretaciones son aspectos determinantes en las películas, las localizaciones se pueden convertir en elementos igual de memorables. En este apartado, la primera entrega de la popular saga de 'Star Wars' supo ambientar de una manera espectacular su imaginativo universo, aunque cuarenta años después el turismo de los fans se ponga en peligro por asuntos mucho más serios.
Esa primera entrega se rodó en parte en la región de Tataouine, que forma parte de Túnez y se encuentra cerca de la frontera con Libia, un país en conflicto. La mayor amenaza que está viviendo este país es la del grupo terrorista ISIS, que desde hace tiempo ha convertido en una zona de paso y actuación esta desértica región, que tiene poblaciones dispersas.
Como informa CNN, a comienzos de este mes fueron detenidos en esta región tres jóvenes que tenían la intención de cruzar la frontera para unirse a la organización terrorista. Además de ese suceso, también fueron descubiertos dos arsenales de armas en los que había también una gran cantidad de munición, presumiblemente procedente de Libia. Es prácticamente imposible para el gobierno de Túnez controlar esta vasta región y la larga frontera, lo que hace complicado evitar que los terroristas campen a sus anchas por el lugar donde se encontraba la residencia de Luke Skywalker en el desértico planeta de Tatooine.
Cambio de localización
El director de la esperada nueva entrega de la saga, J.J. Abrams, era consciente de la peliaguda situación que está teniendo lugar en el norte de África y decidió desplazarse a Abu Dhabi para rodar en esas localizaciones más desérticas que ya pudimos conocer en el primer tráiler de la película. 'Star Wars: Episodio VII - El despertar de la fuerza' llegará entre el clamor -y algo de temor- de los fans el próximo 18 de diciembre, con el objetivo de hacer temblar a James Cameron, el rey de la taquilla.