Han pasado 25 años desde que Robin Williams se hizo pasar por una adorable niñera para estar más tiempo al lado de sus hijos. A modo de homenaje a 'Señora Doubtfire, papá de por vida' y al legendario Williams, que murió en 2014, los miembros del elenco se ha reunido para una entrevista para la NBC.
Mara Wilson, Lisa Jakub y Matthew Lawrence, que entonces eran niños, han aprovechado para hablar con Pierce Brosnan y la cadena para recordar algunos momentos del rodaje de la cinta. Desde su natural talento para improvisar, hasta la grabación de escenas como la del restaurante o la de la piscina.
Tal y como ha relatado Brosnan, "trabajar con él era un paraíso". Además de su "innato talento, su humanidad, compromiso y pasión", ha asegurado que les enseñó a todos una lección que les ha acompañado a lo largo de sus vidas: a trabajar duro y a comprometerse con cada papel.
Wilson ha querido recalcar su trato con los niños: "Era genial ... Fue muy amable, muy generoso, muy divertido" y le ha descrito como "un artista consumado". "Era capaz de hacer que un bolso ladrara como si fuera un perro debajo de la mesa", recuerda.
9 veces que Robin Williams nos hizo llorar
'En la mente de Robin Williams'
Estrenada cuatro años después de su fallecimiento, 'En la mente de Robin Williams' funciona mucho mejor como homenaje y celebración de la obra del actor que como reflexión profunda acerca de su vida. Una decisión tan respetable como, en el fondo, ligeramente decepcionante. Porque, por supuesto, siempre es agradable recuperar las carcajadas que nos provocó Williams durante toda su trayectoria, especialmente en una primera etapa absolutamente fascinante, pero queda la espina de habernos quedado en la superficie de su persona, de no haber profundizado más en el contexto.
En cualquier caso, 'En la mente de Robin Williams' se guarda numerosos ases en la manga para encontrar la emoción de un público que no puede evitar la lágrima furtiva en las escenas domésticas del actor, las cuales muestran una entrañable vertiente familiar y, claro, en esos últimos meses en los que las sombras hicieron contundente acto de presencia.
'Jack'
Denostada por aquellos que no conciben un universo en el que Francis Ford Coppola pueda dirigir una película para toda la familia, 'Jack' sigue siendo una estupenda propuesta escondida en medio de la indiferencia y el desprecio general. Y lo que queda.
Ni siquiera la extraordinaria interpretación de un Robin Williams capaz de transmitir altísimas dosis de ternura consiguió acaparar la merecida atención para una cinta que se disfruta siempre con una sonrisa en el rostro. Entrañable, divertida y sorprendente, 'Jack' sigue esperando una reivindicación que, con toda probabilidad, ya nunca llegará.
'Más allá de los sueños'
Vamos allá: 'Tras la muerte de sus dos hijos, el doctor Chris Nielson (Robin Williams) y su esposa Annie continúan su vida a duras penas. Sin embargo, Chris también muere en un accidente de coche y, cuando llega al cielo, conoce a Albert, un ser que le muestra lo maravillosa que es la vida en el 'Más Allá'. Mientras tanto, la soledad sume a Annie en una locura que la aleja cada vez más de la vida'. Menuda fiesta, ¿eh?
Dramón extraño y alucinado con un acabado visual realmente espectacular, para bien y para mal, 'Más allá de los sueños' nos muestra a un Williams gobernando una historia ingobernable. Él justifica cada descenso a los infiernos y cada vuelo a las alturas, cada pérdida y cada resurrección, cada lágrima y cada alegría de una película tan distinta como interesante.
'Patch Adams'
De acuerdo, 'Patch Adams' no es una gran película, pero eso no implica, ni muchísimo menos, que no cuente con una interpretación central profundamente conmovedora. El problema, básicamente, reside en la silla de director, con un Tom Shadyac obsesionado con subrayar la lágrima constante, eso sí, hasta que decide convertir la película en un thriller terrorífico con trauma incluido. La historia real tenía esos elementos, pero se podrían haber tratado muchísimo mejor.
En cualquier caso, ahí está Williams para ofrecer otro recital de sensibilidad a prueba de barreras y escudos. Mientras todo a su alrededor va directo a la búsqueda del golpe en el estómago del espectador, el actor mantiene la compostura en todo momento, aportando la humanidad que este biopic merecía. No, no es una cinta memorable, pero sí lo es el trabajo de Williams.
'El indomable Will Hunting'
El papel era todo un bombón, Robin Williams lo sabía y, por eso, aprovechó cada segundo en pantalla para demostrar su inmenso talento a la hora de conquistar el corazón de, primero, el resto de personajes que le acompañan en la historia, y segundo, a los espectadores que convirtieron a 'El indomable Will Hunting' en algo más que una película de culto.
Y lo cierto es que, aunque algunos no compartamos esa pasión por la cinta que elevó a Matt Damon y Ben Affleck a los altares de Hollywood, Oscar a Mejor Guion Original incluido, pocas objeciones se pueden hacer a una de esas historias contadas con cariño y ausencia total de pretensiones egocéntricas. Un trabajo en equipo en el que destaca, con contundencia, la interpretación de un Williams que, al fin, consiguió su merecida estatuilla.
'Despertares'
Un año antes del estreno de 'Despertares', el director Penny Marshal había triunfado con 'Big', Robin Williams había triunfado con 'El club de los poetas muertos' y Robert De Niro, bueno, era Robert De Niro. Si a esta suma de talentos añadimos una historia basada en hechos reales sobre la amistad entre el doctor Malcolm Sayer, neurólogo que decidió usar un medicamento nuevo para tratar a las personas que sufren encefalitis letárgica, enfermedad que les priva de las facultades motoras hasta reducirlas a un estado vegetativo, y uno de sus pacientes, lo que nos queda es una de esas propuestas que, si todo va bien, obtendrá unos resultados como mínimo notables. Y así fue.
'Despertares' es exactamente la película que todos podemos imaginar y desear, emocionante, entretenida y con un reparto en permanente estado de gracia. Uno de sus mayores placeres es el de observar como dos actores entregados al cien por cien, Williams y De Niro, deciden convertir su hipotética batalla interpretativa en un trabajo en conjunto a favor de la película. Generosidad absoluta y ejemplar.
'El club de los poetas muertos'
Años antes de que la Academia terminara premiando con el Oscar a Mejor Actor Secundario por 'El indomable Will Hunting' la ejemplar trayectoria de Robin Williams, el actor ya había conseguido entregar una interpretación dramática de mayor nivel si cabe. Ocurría en esa obra maestra llamada 'El club de los poetas muertos' con la que Peter Weir entregó, una vez más, una película mayúscula, emocionante e inolvidable en sus múltiples giros narrativos, dolorosos y profundamente conmovedores.
Pero nada de eso habría sido posible si el Sr. Keating no hubiera tenido el rostro familiar y encantador de Williams, quien se mimetiza al completo con su personaje, otorgándole dosis extras de cariño, comprensión y entusiasmo. Como ocurría siempre con él, el espectador no puede hacer otra cosa que quererle, identificarse con sus decisiones, admirarle por su pasión y entrega. Esa escena final, con el ya clásico, 'Oh capitán, mi capitán' es historia del cine. Igual que la sonrisa cómplice de un Williams que entraba en el drama arrasando con todo.
'El hombre bicentenario'
Chris Columbus decidió probar suerte en el terreno de la ciencia ficción, un género hasta entonces inédito en su filmografía, con 'El hombre bicentenario', una película maltratada de forma injusta desde el mismo día de su estreno. Si bien es cierto que estamos ante una propuesta excesivamente azucarada, fallida en su apartado cómico y estirada por encima de lo necesario en lo que respecta a su duración, eso no la convierte en aquel desastre anunciado en 1999 y cuyo terrible estatus se ha mantenido a lo largo del tiempo.
Y es que, a la hora de la verdad, 'El hombre bicentenario' no deja de ser una película amable, simpática y repleta de buenas intenciones; un cuento protagonizado por un espléndido Robin Williams que está tan lejos de la obra maestra como del timo cinematográfico.
'Hook (El capitán Garfio)'
Pisamos terreno complicado. Esta visión de Peter Pan, convertido en un abogado absorbido por su trabajo que reencontrará en el país de Nunca Jamás su auténtica personalidad y recordará el valor de la familia en su vida, nació siendo un musical y terminó convertido en una de las películas más detestadas de la carrera de Steven Spielberg.
De hecho, ni siquiera el director se ha mostrado satisfecho a lo largo de los años posteriores con el resultado final de 'Hook (El capitán Garfio)' un trabajo que, sin embargo, se ha convertido en una especie de joya de culto para varias generaciones que nos descubrimos fascinados por esos primeros vuelos de un espléndido Robin Williams que entiende perfectamente el tono que requiere este infravalorado entretenimiento familiar.