El pasado 26 de febrero, la actriz Michelle Trachtenberg fue encontrada sin vida por su madre en su apartamento de Nueva York. La actriz de 'Gossip Girl' tenía 39 años.
Aunque su familia rechazó la autopsia por motivos religiosos y la causa de su muerte fue declarada como 'indeterminada', la Oficina del Médico Forense Jefe de la Ciudad de Nueva York ha revelado a Deadline los resultados de las pruebas de laboratorio que se le practicaron a Trachtenberg y que han servido para determinar la causa de su muerte.
Según el informe, Michelle Trachtenberg murió de causas naturales como consecuencias de complicaciones derivadas de la diabetes mellitus que padecía. Ni médicos ni policías encontraron su muerte sospechosa, por lo que no se hizo una autopsia como tal, y los resultados de los análisis han sido suficientes para confirmar el motivo del fallecimiento.

Trachtenberg hizo su debut en televisión en anuncios a los 3 años. Después fichó como la joven Lily Montgomery en la telenovela 'All My Children'. Se unió a 'Buffy, cazavampiros' en la quinta temporada como Dawn Summers, la hermana menor de Buffy (Sarah Michelle Gellar). Posteriormente, apareció en la comedia de culto 'EuroTrip' y en el drama deportivo de Disney 'Soñando, soñando... triunfé patinando'.
En 2008, se unió al elenco de 'Gossip Girl' como la manipuladora e impredecible Georgina Sparks. Por esa misma época, también protagonizó junto a Zac Efron y Matthew Perry la comedia de Warner Bros '17 otra vez'. Sus últimos proyectos fueron la película 'Cuatro hermanas' y trabajo de voz en 'Robot Chicken', 'Unicorn Boy' y 'Harriet la espía'.

La enfermedad
De acuerdo con Mayo Clinic, "la diabetes mellitus se refiere a un grupo de enfermedades que afecta la forma en que el cuerpo utiliza la glucosa en la sangre, fuente de energía para las células que forman los músculos y tejidos y la principal fuente de combustible del cerebro".
Aunque existe tratamiento para controlar la diabetes, las complicaciones derivadas pueden causar discapacidad, enfermedades cardíacas y de los vasos sanguíneos, daño a los nervios, riñones, ojos, audición, a los pies y afecciones de piel y boca, así como depresión o incluso aumentar el riesgo de sufrir demencia.